Mi amigo Guillermo Bellinghausen, fotógrafo profesional, me autorizó a publicar algunas fotos que ilustran el estado de ánimo particular y la vestimenta punk de los manifestantes y trabajadores durante la manifestación en el Zócalo capitalino, figuras muy diferentes de los desfiles institucionales arreglados y ordenados en otras provincias de México. Dicen que una imagen dice más que mil palabras... afortunadamente para todos, el evento se realizó en calma y sin incidentes.
Yo pienso, señor Julio, que la Historia es histèrica y por tanto dialéctica, y hay muchas contradicciones y como su nombre dice Història-histèria está llena de paradojas, yo diría que es la paradoja ¿que quiere una mujer? todo se centra en esta pregunta, y así la lucha de clases, que quizá no es una ¿verdad? sino una necesidad entra o choca con el sentido comun como paradoja inherente al sistema que engloba al mismo marxismo, el eterno femenino occidental como madre de todo, si creemos a Adam Smith, lo que le quiero decir es que los que miramos y estamos en el discurso del analista, y sólo cuando estamos en él, vemos que estas manifestaciones reivindican un estado al que todo hombre tiene derecho, y siempre sin evitar su responsabilidad ni sus obligaciones, no estoy diciendo que haya que apoyar al "imbécil", siempre un terrorista es malvado, si se le puede llamar así, pero mire, no sé ponerle palabras, quizá es que no las haya, pero recuerde usted a Léon Blum en la Francia prebélica y su jornada de 8 horas para el trabajador, se consiguió a parte del aumento de la productividad porque muchas personas entraron en el juego dialéctico del marxismo. ¿Ve usted ahora la paradoja?
ResponderEliminarLa verdad es que verdaderamente esta gente entra en el terreno del mal gusto, y quizá no en el momento en que toca y como toca, hoy que hemos de encontrar paz y amor, pero creo, y sólo creo, que si no hay incidentes, y aceptan la democracia, al menos no nos sobran.
No es una declaración de lucha, en ningún sentido, deseo desear, gozar y amar, pero hay veces en que un golpe de puño en la mesa...
nos salva de un sartenazo.
Es mi visión un poco ajena o desde el discurso del analista, quizá me llame marxista, en absoluto no lo soy, pero no me negará que Marx, Nietzsche Y Freud han dicho mucho, muchísimo en Occidente, hoy para mí, Lacan va más allá, ciertamente, pero, yo creo que vienen con la sartén ya... ¿quienes? Nosotros mismos.
Para sazonar mi comentario le he traducido un artículo mío con el google, si tiene tiempo y ganas y siente curiosidad léalo.
ResponderEliminarLa pregunta que creó a la Historia
¿Qué quiere una mujer? ¿Qué es ser una mujer? Dos preguntas que es una sola, es la pregunta que creó la histérica Historia, y la respuesta no puede ser otra que una paradoja. Cuando todo estaba "bien atado", y Dios no quiera que vuelva, la pregunta estaba, claro, pero sólo se la hacía el discurso histérico o desde este discurso, el de los oprimidos o también el de las mujeres, este discurso coincide según Freud con su feminidad, pero las mujeres han empezado a disfrutar del sexo, no es que antes no disfrutar, sino que cada vez hay más mujeres que frente al amor como eje de una relación con un varón dejan este, el amor, y distinguen como hasta ahora lo había hecho el hombre entre sexo y amor.
Sigmund Freud decía que el hombre neurótico-obsesas distinguía entre la puta y la santa, la mujer que les hacía la comida, la cama, la casa y la que se acostaba en su cama, y el amor, mejor, el sexo que buscaba el hombre era uno de tipo fetichista, una mujer que lo transportaba por el disfrute frente a la división del sentimiento con la mujer a la que amaba.
Esta mujer buscaba (hoy igualmente lo busca pero desde la inconsciencia) una prueba de amor, las mujeres intentaban ante la frialdad y el laconismo de sus hombres encontrar o dar con con un signo de amor mientras el hombre el único que pretendía en las mujeres era el sexo (el amor lo disociado por otra parte en una o varias mujeres).
Hoy la mujer * ha recibido el mensaje que ya recibió el hombre desde el alba de los tiempos: _todos son iguales. _Ves Cuidado con ellos. Y han puesto el tener un hijo como "objeto", es decir, sin ni siquiera la aquiescencia del partenaire.
La sexualidad del varón ha quedado entonces mercantilizada frente a la desmercantilización progresiva de la antes hiper-mercantilizada de la mujer, la Historia que tiene su discurso vallado, que es histérica, se había basado en ese equilibrio injusto de dominación del varón sobre las mujeres, pero hoy con todo lo anterior ha perdido el "Nombre del Padre", el discurso del amo sagrado que ya es puesto en entredicho por el disfrute infinito femenino, no localizado en ningún lugar del cue
rpo, que ya tienen incluso los varones en sus vidas maritales, ya estos no se guía hacia la cultura, la ciencia, las artes, la filosofía, la Historia, sino que intentan buscarlo feminizando así y haciendo del barón un ente infantilizado, lo buscan en ciertas partes del cuerpo como en el ano, llamándolo puerilmente "Punto G".
ResponderEliminarHay quien se encuentra de buen grado con la nueva realidad, pero la pérdida del Nombre del Padre es un enigma que debe resolver la Historia si quiere sobrevivir.
Podremos vivir con un varón que ha debilitado su virilidad en una Historia sin padre como quería Nietzsche?
He aquí la cuestión que si quiere viva nunca desvelará la pregunta que encabeza este artículo, en la paradoja histérica debe radicar el camino, el equilibrio de la Historia, que al fin y al cabo es femenino, no todo femenino, frente a la meta, al disfrute todo fálico masculino, el discurso de las mujeres debe hacerse eternamente, el del hombre está creado, el hombre existe, su discurso son las metas. Si no usamos la diplomacia y la condescendencia con el otro, el hombre, el varón tomará el discurso histérico como otras veces en la Historia y saldrán pseudo-ángeles con buenas intenciones que nos regalarán los oídos con el machismo ético o peor aún sacará el cañón en pos del nuevo orden mundial tan cacarea por nostálgicos.
* La Mujer que no es mujer sino la feminización de la histérica Historia, aquel anticristo nietzscheano que ha dinamitado el Padre en el momento en que Nietzsche dice: "Dios ha muerto". La Mujer, digerida por la Historia en aceptar el judeo-cristianismo y la concepción escatológica de la Biblia, que no se convirtió por un inconsciente colectivo a la manera junguiana sino por el deseo del Otro; vemos que no pasa nada sin el deseo de uno por el otro, de objeto a sujeto y viceversa aunque estos pudieran ser entes impersonales **.
** Esta idea la deje para el próximo artículo.
NOTA: Todos usamos los cinco discursos según la teoría lacaniana, yo como varón que soy y para conservar mi virilidad intente estar el menos tiempo posible sobre el discurso de la queja, el histérico. Con esto quiero decir que no es que la dominación por ejemplo, que exponga aquí, del varón sobre las mujeres sea deseable por mí, sino que simplemente es o ha sido así, sólo intento desde el discurso del analista analizar mi realidad, sin decir o exponer mis deseos que podrían acogerse a una literatura más poética o epistolar.
Disculpe que vuelva con otra apostilla:
ResponderEliminarCon este artículo no quisiera dar la impresión de que soy un determinista del género, en absoluto, la sexualidad, el deseo, la vida no tiene género a pesar de Freud.
Es mi opinión, claro.
Un saludo afectuoso desde València de Vicent.