Durante
la FIL (Feria internacional del libro) que tuvo lugar en Guadalajara
el pasado noviembre de 2005, el historiador Enrique Krauze afirmó que
México requiere "necesariamente de un
psicoanalista" por su obsesión con el pasado, que a menudo limita sus
posibilidades de mirar al presente y al futuro.
No podemos sino darle la razón, más aún cuando en 2006 nos encontramos
en esta región del planeta en época electoral y los partidos que
nosotros sufragamos con el erario público, se encuentran en campaña.
Al ver sus promesas – esas
viejas palabras – tan iguales ó parecidas en todos ellos, la rabia con
que se dicen cosas, la publicidad abusiva y engañosa con que nos
atontan, las desdecires de la derecha que ahora se dice de centro, de
la izquierda que reniega de ser zurda, y los desplantes del
inclasificable PRI que nunca entendimos a qué ideología perteneció, nos
sentimos verdaderamente abrumados.
Todo esto sucede en un
país surrealista, en el que hasta hace muy poco tiempo, el mejor
noticiero televisivo era protagonizado por un payaso – Monsiváis ya
había previsto antes el hecho – que cumplía honrosamente su trabajo.
Ahora sin la máscara, tiene más credibilidad, y sorprendentemente, más
gracia. Ese asunto de trabajar sin máscara, nos gustaría interesara al
enmascarado Marcos que ahora se llama a sí mismo Delegado Zero (otro sobrenombre). ¿No sería mejor que si intenta seguir con su gira turística lo hiciera con menos pantomima y mejor con su nombre propio? Según veo, este país lo que parece necesitar es menos máscaras.
La política parece más irracional que nunca y el clown extreme de este circus freak es el Dr. Simi, dueño de farmacias que no pudo comprar con su dinero un partido, y ahora se postula como candidato independiente a
la presidencia, en medio de las bellas edecanes cuya presencia
disfruta mucho. Tanto, como el muñeco que lo representa, los albures a
las modelos en sus infomerciales de televisión.
Algunas perlas
electorales: la foto de campaña de López Obrador con Manuel Camacho
Solís a su lado, es simétrica a la de Manuel Camacho Solís con el
“innombrable” (el expresidente Salinas) hace algunos unos años, todo
aparece en la portada del diario Crónica (14/03/06), también llama la
atención, esa adopción de última hora y en el mejor estilo gatopardo
del secretario de Colosio y después secretario de Fox en sus huestes;
la reciente invitación del PAN para Aznar, uno de los políticos
españoles más sucios de Europa y que pretendió engañar vilmente (como a chinos,
diría nuestro presidente) a su pueblo en los atentados de Madrid, para
violentar nuestra constitución declarando sus preferencias electorales
(nos preguntamos, por otro lado, qué pensaba el equipo de campaña de
Felipe Calderón : ¿A qué traer a un perdedor y mentiroso para apoyar a
su candidato?); y las declaraciones del candidato del partido eterno,
Roberto Madrazo de que está ganando y ganando más terreno mientras que
en su propio partido salen a flote más y más discrepancias y
dimisiones que no hablan de fortaleza, sino de debilidad, amén de que
las estadísticas no parecen favorecerle. Por cierto, una última, debida
a Emilio Chauffet, resulta que el PRI y el PAN, ahora son primos
hermanos, y lo peor del caso, es que seguramente tiene razón.
El asunto es que seguirá
siendo indiscutible, que gane quien gane, el Estado continuará siendo
apoderado del capital como decía Marx y que esa realidad parece difícil
ó imposible de cambiar. Las declaraciones de algunos analistas
políticos, van en el sentido de que el margen de acción será acotado
para cualquiera.
Podría ser también, que no
queremos ahorcar los hábitos y que estamos muy a gusto siendo
tiranizados, paradojas del sadomasoquismo. El poder es un dispositivo
muy complejo, lo dijo Foucault y antes Étienne de La Boétie, que
necesita de la intervención de muchos actores para que funcione.
Alain Badiou en una conferencia hecha en Buenos Aires el 24/04/2000 (en red en el site del grupo Acontecimiento)
definía al voto como un acto no político, en tanto que el voto no es
acto libre, sino emplazado por el Estado y no libre en su contenido.
Con cierto pesimismo agregaba:
“Todos
sabemos que las cosas van a seguir siendo lo que son. Entonces, el
voto es lo mismo, con otras personas. No hay un solo ejemplo en todo el
mundo de verdadero cambio político producido por el voto. Y siempre se
reemplaza a un esclavo del capital con otro esclavo del capital. Hoy,
el esclavo de la izquierda está algo triste y el de derecha está
contento. Esa es la gran diferencia. El voto, entonces, no es un acto
político. Es un acto importante, pero es un acto estatal”.
Sus palabras son
impresionantes. No sé si verdaderas del todo, pero nos hacen
reflexionar sobre el sentido de la política y del acto político. Les
sugiero que busquen el texto completo. Quizá el futuro de la política
no esté solo dentro de los partidos políticos como hasta ahora se ha
pensado, sino en actividades civiles surgidas de la misma gente, sin
una coordinación u organización previa, actos políticos que pueden
surgir en la escuela y el trabajo sin más. El movimiento de la creación
de Blog’s en el Internet es una muestra de esta tendencia inesperada a
través de la Red que hace patentes las preocupaciones, obsesiones y
perversiones de los creadores de esos espacios al mundo entero, sin
prácticamente ninguna discriminación. En un futuro próximo, cada página
de Internet será como una estación de TV y radio, ejerciendo desde
allí su influencia sobre los millones de millones de usuarios, y ¿Por
qué no? Desplazando a los medios electrónicos tal y cómo los conocemos
ahora.
Lo cierto es que los
partidos políticos responden cada vez menos al pueblo, por supuesto, no
trabajan por la igualdad. El oficio de la política, por otro lado, es
una situación fantasmática por excelencia en que la promesa de cumplir
con las necesidades de la población es lo menos importante, lo
verdadera promesa que está en juego es el cumplir con los deseos de
todos y eso, por supuesto, no puede cumplirse.
Entonces,
se produce una urgencia creciente en la sociedad de crear otros
espacios de manifestación de inquietudes y hasta defensa. Prueba de
ello, es que en Francia la Ley del Primer Trabajo fue aprobada sin más en las cámaras representativas por los adultos maduros
que vivieron la rebelión de 1968 y son ahora los jóvenes estudiantes
(a los que poco a poco se les sumarán otros grupos), los que han
iniciado la justa protesta – que recuerda el mismo Mayo de 68 – ante
una de las más absurdas movidas del Estado Francés que está destinada a
perjudicar y privar de sus derechos civiles a los jóvenes. Esperamos
que una ley así no se produzca en nuestro país, ya tenemos bastante con
el intento desplazar el número de años para la jubilación, según dicen,
para asegurar el fondo de Pensiones de los trabajadores y el pago de
las tenencias automotrices (creado para sufragar las olimpiadas de 68),
gravamen que no se paga en ninguna parte del mundo, el endurecimiento
consentido en gran parte por el gobierno, de la política de Bush en
contra de los mexicanos que emigran al vecino país por necesidad
económica. Todos abusos graves a los mexicanos entre los cuales resalta
estelarmente la aprobación de la llamada Ley Televisa que aprueba modificaciones a la ley de Radio y Televisión vigente, privilegiando la concentración de las concesiones a favor de los dos grandes consorcios de comunicación Televisa y Tv Azteca;
fijando reglas para que discrecionalmente los actuales propietarios
extiendan sus servicios a otras áreas de la comunicación; haciendo una
distinción entre las normas aplicables a los actuales propietarios y
las concesiones o permisos futuros que se sujetarán a subasta al mejor
postor; otorgando esas facilidades a los grupos televisivos que no
gozan otros sectores de la comunicación, particularmente el
radiofónico. Así, se omiten criterios de pluralidad, básicos en este
tipo de concesiones y el Estado renuncia a beneficios de carácter
económico en las concesiones sentando las bases para hacer casi nula la
presencia ciudadana, universitaria, y de sectores educativos y
populares, pues no se preservan reglas especiales que debían regir para
sectores de la población que no tienen capacidad económica para
competir con los grandes grupos económicos.
Me podrán ustedes decir
que he elaborado esta editorial como si fuese parte de un Blog personal
en el que transmito mi desánimo y desesperanza hacia todas las
opciones políticas. No es así del todo, pongo mis opiniones personales y
mi firma para responsabilizarme de mis palabras: voy a votar, pero no
por ello lo voy a hacer con optimismo y si más bien con espíritu
crítico. Por otro lado, extrañará a algunos que un psicoanalista se
ocupe de política en una revista no especialmente dedicada al tema.
Hacer psicoanálisis en
extensión y no solamente en intención quiere decir jugar con todas las
posibilidades de nuestra disciplina. Es posible que cometa un error,
pero pienso que el psicoanalista no solamente debe ocuparse solamente
de la clínica, sino también convertirse en una figura pública que
analice y opine, incida con actos también, sobre los problemas que
atañen a esta compleja sociedad llena de contradicciones y absurdos.
¿En verdad tanto optimismo por una interpretación "a la freudiana" de la sociedad y la política? ¿En qué sentido es eso un posicionamiento político? ¿Acaso no es tan acomodaticio como el mismo voto en el sentido que usted cita a Badiou?
ResponderEliminarEs curioso, diría hasta gratificante lo que pasa con el psicoanálisis. Despierta siempre mucha pasión (odio, incluso) ... Lo que habla de su vigencia. No veo nada acomodaticio en lo que dije o expresó Badiou... Si es acomodaticio firmar como anónimo una crítica, saludos.
ResponderEliminarNo, acomodaticio, no... Cómodo.
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