Este sitio utiliza cookies, al entrar en él, usted acepta implícitamente su uso.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Alphaville (1965) de Jean - Luc Godard.

Acabo de ver después de muchos años la película de Jean – Luc Godard, Alpahville, una extraña aventura de Lemmy Caution (1965). Creo que la primera vez que me encontré con ella, era muy joven y no la comprendí realmente. La fuerza del arte impulsada por el inconsciente, va más allá de lo que el razonamiento y la lógica de la conciencia nos inspira. Es una mezcla de cine negro, ciencia ficción y ¿por qué no? Un thriller psicológico que anticipa el trabajo en filosofía de Michel Foucault, la crítica al machismo y las reflexiones que hoy se hacen en torno a la dichosa Inteligencia Artificial, el uso de la computación, incluso diría el uso estupidizante en ocasiones del celular y nuestra actual dependencia hacia los fármacos tranquilizantes. Es un filme situado en un futuro que hoy podríamos decir que vivimos en el siglo XXI. El agente secreto Caution, perteneciente a los Países exteriores se hace pasar por periodista, tiene la misión de visitar la ciudad Alphaville, controlada por una inteligencia artificial llamada Alpha 60, que fue concebida por el científico Leonard von Braun. El nombre escogido para este personaje no es casual, recuérdese que el famoso científico aeroespacial Werner von Braun, fue quien construyó en la Alemania nazi los terribles proyectiles V2 que en la 2ª Guerra mundial destruyeron infinidad de vidas y viviendas, sobre todo, en Inglaterra. Junto con un grupo de científicos alemanes todos pertenecientes a las a las SS (fuerzas armadas), adquirió la nacionalidad norteamericana que buscaron al final de la guerra, huyendo de ser capturados por los rusos que temían les castigarían severamente. Ellos obtuvieron el indulto para trabajar para el gobierno estadounidense que los había acogido, haciendo mucho del trabajo que habían hecho a favor del III Reich y basándose en su experiencia construyeron el poder militar de EUA. Él personalmente se integró a la NASA, para fundar el programa espacial norteamericano, construyendo el cohete Saturno V, que sería el primer paso para ganar la competencia cotra los rusos, que se habían interesado por la conquista espacial lanzando el primer satélite llamado Sputnik, que llevaron a la estratósfera a la perrita Laika que sobrevivió un tiempo en el espacio y no solamente eso, enviaron como cosmonauta a la primera mujer al espacio, Valentina Tereshkova. Werner von Braun que llegó a dirigir la Nasa, actuó con firmeza ante su competencia, con acento machista (llegó a ocultar el trabajo de tres mujeres negras - lo cual también demuestra su racismo -, matemáticas brillantes que formaban parte del equipo que llevó a John Glenn al espacio exterior), fue anticomunista basado en la disciplina nazi que había experimentado, y empujó a los norteamericanos a poner el primer hombre en la luna. Me parece a mí, que Godard captó con mucha justeza estos hechos (incluso en un elevador uno de los pisos a llamar tiene un botón con las sigleas SS), y por ello es que concibe hacer un guión tan particular como el de Alphaville. A diferencia de otras películas de su época pone el acento no tanto en los trajes o naves espaciales, quizá por el presupuesto, tal vez porque no le interesaba el asunto de engañar al público y deslizarlo a una película de diversión. De hecho, cuando la vi por primera vez, me pareció pesada y lenta, por no cumplir con los estándares de las películas de ciencia ficción, aunque en su argumento me parece muy influenciada por la magnífica y espectacular Metrópolis (1927) de Fritz Lang, empezando porque la hija de von Braun, Natacha (Ana Karina) se enamora de Lemmy y rompe con las reglas de su ciudad. En la película de Lang, Fredeik Fersen (Gustav Frölich) se enamora de María (Brigitte Helm) quien luego es substituida por una máquina robot para llevar a los desamparados a su perdición. Hay entonces correspondencias entre Lang y Godard que no han sido completamente exploradas. Godard, asistido por Paul Elúard que no fue acreditado llega a criticar no sólo al capitalismo sino al comunismo, anticipa muchos años antes el Blade Runner (1982) de Ridley Scott, basado en la novela de Philiph S. Dick: Do androids Dream of Electric Shepp y que explora también el problema de la IA, el amor y la existencia del hombre en un mundo futurista. Caution explora una sociedad en que la gente no comprende qué es el amor, y la IA regula todas las actividades de los viajes, las máquinas y la vida privada de sus ciudadanos. Incluso ejerce una política de control sobre el exceso de población, empujándolos al suicidio o ejecutándolos (según un llamado método chino). Este régimen no tolera las diferencias de pensamiento y a sus habitantes les controla con la censura a ciertas palabras para que no sepan su significado y piense por sí mismos. Nuestro protagonista encuentra un libro que se llama El libro del dolor que está prácticamente desaparecido por su impulso poético (los habitantes de Alphaville no saben que es la poesía, desconocen el pasado y sólo viven para el presente sin pensar en el futuro), para ser substituido por la Biblia en los hoteles, como de los años 60’s hasta los 80’s del siglo XX era común encontrar precisamente en un cuarto de hotel de lujo. Las mujeres jóvenes proporcionan placer a los visitantes hombres y están como se hacía en los campos de concentración tatuadas. La gente está satisfecha en esta sociedad trabaja con eficiencia y eficacia su trabajo y sigue sin chistar las órdenes que se le proporcionan, no sabe que es la palabra "conciencia" y desconocen completamente la libertad. Natasha se enamora de Lenny sin saberlo, luego de que él le ha confesado su amor. Le prohiben volverlo a buscar y luego la fuerzan a traicionarlo. Sin embargo, el protagonista (Eddie Constantine), logra llegar - pese a muchas dificultades - con el padre de su amada von Braun (Michel Dalahye) y le pide regresar con él a los países exteriores, rechazando su ofrecimiento de corrupción que le ofrece trabajar para él a fin de tener después un puesto de poder. Escapa de su encierro, matando a todo áquel que lo quiere encerrar o matar, y atestigua como la IA Alpha 60 logra dar con la respuesta a un acertijo suyo sobre la vida, que ėl había aticipado daría lugar a su propia muerte. Encuentra a Natasha, la invita a huir con él, siendo los perseguidos, pero encontrando a su paso que los sirvientes de la IA, van muriendo. Al final de la película ella le pregunta qué debe decirle y esperar de ella… él dice que no puede hacerlo, que ella debe pensar por sí misma, hasta que logra decirle: Yo te amo. Frase que significa la salvación para los dos. Según una entrevista que se le hizo el 23/03/23 a Slavoj Zizek para la revista PS Digital, ha calificado la IA como Idiotez Artificial. Coincidiendo con Chomsky que ha dicho también que no es inteligencia ni es artificial y con el padrino de la IA, Geoffrey Hinton, alguna vez premio nobel de física, que hoy se arrepiente de su trabajo y nos ha alertado contra ella, señalándonos el peligro que representa si no se controla, de la destrucción de la raza humana. Advertencias que Godard nos señaló muchos años antes en su extraordinaria película que a quienes no la han visto les recomiendo la busquen y la vean con calma, deleitándose como quien disuelve un caramelo en la boca.

Quartier Lacan. Documental (1996)

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.