Me entero en las noticias que la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó un aumento al impuesto especial sobre el tabaco, que se traducirá en un alza de siete pesos por cajetilla de cigarros a partir del 1 de enero de 2011. El dictamen prevé un aumento de 35 centavos por cigarrillo ¿Bajo qué criterio? ¿Por qué no 25 cts o 30, por qué no 40? Quizá sea también porque no tienen ningún criterio o cultura, y lo demuestran al atribuir a José Emilio Pacheco obras de Tenesse Williams y de García Márquez.
La Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios establecía ya un aumento de dos pesos por cajetilla de cigarros para el año entrante, pero los diputados acordaron por mayoría aumentar cinco pesos adicionales a esa tributación.
Según la reforma, avalada por seis de las siete fracciones parlamentarias, el gobierno federal obtendrá ingresos adicionales por 12 mil 76 millones de pesos en 2011.
Personalmente nunca he fumado, el olor del tabaco no me desagrada pero el sabor me parece intolerable. Cuando jovencito intenté fumar porque me parecía que podría verme interesante o más varonil, pero la prueba fue desastrosa.
Entre mis recuerdos más felices de infante se encuentra, el simple estar los domingos en la cocina con mi madre, que trabajaba de lunes a sábado, viendo los “monitos” del periódico dominical, mientras ella me leía – yo aún no iba a la primaria – las notas y diálogos de los personajes: Lorenzo y Pepita, El príncipe Valiente, etc. Mientras ella fumaba un cigarro con un placer que realmente se antojaba.
Un portavoz del PRD de apellido Quezada, dijo: “Queremos proteger a los jóvenes y no crear conflictos en materia de salud, pues a larga nos va a salir más caro atender las enfermedades que se deriven del tabaco”. A estas alturas de la política, sorprende que un perredista se preocupe tanto por la juventud, y que uno de sus diputados (ahora exdiputado, pero que no ha renunciado a su fuero) que ellos protegieron y cobijaron, haya tenido un trato tan amistoso con narcotraficantes.
También se aprobó un impuesto de 25% para las bebidas energetizantes, pues a juicio de los legisladores son dañinas, que a uno le plantea, si consideran que son tan dañinas, y aplicando su lógica simple: ¿Por qué no las prohíben del todo? No, porque lo que buscan no es cuidar la salud de los jóvenes sino obtener más dinero para sus gestiones.
La medida que podría parecer a favor de la salud de los mexicanos y acatando las recomendaciones de la OMS, sin embargo, no puedo sino considerarla hipócrita, injusta y absurda.
Hipócrita e injusta, porque si les afligiese tanto nuestra salud, pues deberían entonces prohibir el alcohol que está probado que es dañino para la salud en las cantidades que lo ingieren los jóvenes en los antros los fines de semana, o los viejos en las cantinas todos los días. Si así fuese, se enfrentarían entonces con manifestaciones de tres millones en la calle al estilo de las movilizaciones de París y las injusticias cometidas por el Estado, que no ha logrado movilizaciones sociales en nuestro país, serían tachadas en una manifestación sin precedentes de borrachos en las calles protestando en contra de la injusticia.
Absurda, porque no es vedando que se puede conseguir la atenuación o eliminación de un vicio. Todas aquellas medidas en torno a la prohibición lo único que hacen es aguijonear el deseo, lo sabemos muy bien los psicoanalistas. Aquellos que fuman seguirán fumando y los que no se disponían a hacerlo, al darse cuenta de este tabú social, desearán desafiar la medida. El caso de las drogas, que tanta sangre ha hecho correr en nuestro país, prueba que no se ha reducido ni el tráfico ni el consumo de drogas lo que se quisiera, porque el camino de la represión directa no lleva a la abolición de un extravío semejante.
Si les preocupa tanto la atención de la salud a nuestros legisladores, debían pensar en labores de prevención no restrictivas - basadas en una moral judeo cristiana - que hagan tomar conciencia a los jóvenes de lo dañino que puede ser el tabaco y por supuesto, las drogas. No sólo deben hacer cuentas de lo que se gasta en la atención de la salud en los hospitales y decidir por la gente sobre sus gustos, decisiones vitales, o satisfacciones, en un mundo futuro que no ofrece demasiadas posibilidades de placer o garantías de seguridad social. La prevención de la salud no funciona en base a la coerción ni a la limitación de las libertades.
Por otro lado, esta medida que supuestamente es para conseguir más fondos para el Estado, no hace sino dañar a la clase trabajadora y la prueba es que la Brittish American Tobbaco (BAT), la segunda mayor cigarrera en el mundo, informó que cancelará sus futuras inversiones en México.
Si quieren conseguir más dinero para el fisco, debieran pensar primero en reducir los ingresos millonarios de sus curules, dejar de lado la financiación de las campañas políticas por el Estado, no hacer leyes a modo de beneficiar a los grandes empresarios, y comportarse honestamente sin hacer de su posición política una manera de asaltar las arcas gubernamentales y favorecer sus negocios personales.
2 comentarios:
Excelente cierre, me ha encantado tu crítica, dado que es verdad lo referente a lo hipócrita. Sinceramente México parece ser un barco que se hunde lentamente, veo muy difícil salir del agujero en el que estamos. Lo peor que existe en el país es esa mentalidad mediocre que considera que para poder solventar los gastos del gobierno ( financiación de partidos políticos y campañas, narcotráfico, funcionarios con elevadísimos sueldos, etc) se debe aumentar la tasa de los impuestos. La solución es tan simple: Reducir las tasas impositivas para cobrar lo justo, considero que los mexicanos contribuiremos y dejará de haber evasión fiscal ( al menos en la inmensa escala que se da actualmente), exigir responsabilidad corporativa, reformar sindicatos, empezar a cobrar impuestos a los legisladores.
Realmente es simple, pero nadie quiere hacerlo.
FELICIDADES por tan buen post.
Lo que no se nos dice claramente es que si la "puta" se desace de su "chulo" queda desprotegida y su negocio no funciona, la puta somos la clase media y baja y los chulos el sistema financiero. Lo demás, subir el tabaco en base a oscuros deseos de un grupo dominante, o subir los impuestos es mera hipocresía, es preciso desenmascarar al discurso del amo de una vez sin cargárselo ¿cómo?
Pues no lo sé, esa es la verdad y es que se hacen malabarismos en todos los ámbitos de la economía y de la política, tabaco incluído, para cuadrar un sistema que se nos hunde ¿será la entropía? ¿o la globalización? ¿o el final de la Història? ¿La endogamia? ¿o una simple crisis pasajera?
Un saludo de Vicent y decirle que me ha gustado mucho el artículo, yo tengo uno también sobre el tabaco y un pequeño cuento.
Venga hasta otra, un saludo.
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