Recorro el camino que recorrieron cuatro millones de espectros. Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de otoño cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror que la locura humana erigió a la gloria de la muerte. Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de nuestra época.
Y ante los edificios desiertos, ante las cercas electrificadas, ante los galpones que guardan toneladas de cabellera humana ante la herrumbrosa puerta del horno donde fueron incinerados padres de otros hijos, amigos de amigos desconocidos, esposas, hermanos, niños que, en el último instante, envejecieron millones de años, pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó, pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión, que estupefactos, desnudos, ateridos cantaron la hatikvah en las cámaras de gas; pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso camino desde las colinas de Judea hasta los campos de concentración del III Reich. Pienso en ustedes y no acierto a comprender cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno. Luis Rogelio Nogueras
Yo tengo en mi blog un artículo llamando "L'ètica o el que esperem de l'Altre", la ética o lo que esperamos del Otro, en el que hablo un poco de todas estas atrocidades que de cuando en cuando se encarga de hacer el ser humano, está sazonado con una fotografía de un campo de concentración nazi, con una pila de cadáveres, y es que el siglo XX ha sido la eclosión de la ¿maldad? humana.
Bien le dejo señor Julio, estoy teniendo problemas al ver su blog, no si abro el último artículo publicado, no sé si serán los virus informáticos o el harwhare de mi ordenador. Disculpe si no le comento a menudo. Un saludo de Vicent.
Eso de día oficial es absurdo, en todo caso es un cuello de botella de una época oficial de desenlace de una forma de pensar, de una ideología y filosofía tal que aparece en Auschwitz. Hablar del día del Holocausto (palabra muy mal utilizada) para referirse a ese suceso así como quien dice "día de las madre" o "día del trabajo", etc. Es banalizar el hecho y hacerlo eso, "un hecho", puntual, un bache histórico, recordable e irrepetible y no el suceso que es.
A mí no me parece nimio que se recuerde en una fecha - que podría ser cualquiera - el Soha... el Holocausto... tenemos que nombrarle de alguna manera. Y es importante no olvidar lo sucedido... saludos.
4 comentarios:
Recorro el camino que recorrieron cuatro millones de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz,
la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz,
estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno.
Luis Rogelio Nogueras
Yo tengo en mi blog un artículo llamando "L'ètica o el que esperem de l'Altre", la ética o lo que esperamos del Otro, en el que hablo un poco de todas estas atrocidades que de cuando en cuando se encarga de hacer el ser humano, está sazonado con una fotografía de un campo de concentración nazi, con una pila de cadáveres, y es que el siglo XX ha sido la eclosión de la ¿maldad? humana.
Bien le dejo señor Julio, estoy teniendo problemas al ver su blog, no si abro el último artículo publicado, no sé si serán los virus informáticos o el harwhare de mi ordenador. Disculpe si no le comento a menudo. Un saludo de Vicent.
Eso de día oficial es absurdo, en todo caso es un cuello de botella de una época oficial de desenlace de una forma de pensar, de una ideología y filosofía tal que aparece en Auschwitz. Hablar del día del Holocausto (palabra muy mal utilizada) para referirse a ese suceso así como quien dice "día de las madre" o "día del trabajo", etc. Es banalizar el hecho y hacerlo eso, "un hecho", puntual, un bache histórico, recordable e irrepetible y no el suceso que es.
A mí no me parece nimio que se recuerde en una fecha - que podría ser cualquiera - el Soha... el Holocausto... tenemos que nombrarle de alguna manera. Y es importante no olvidar lo sucedido... saludos.
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