Clase 10.
Para Gena Torres.
25 de mayo 2007 seminario Julio Ortega B.
(Transcripción de clase: Rubén Darío Jiménez)
El texto Esto no es una pipa es una reflexión
divertida que continúa a la que realizó en
Las palabras y las cosas. Es muy interesante la manera en que muestra como se
ha ido modificando, en el universo del arte, el problema de la
representabilidad. Foucault hace un análisis de este autor, por cierto ¿están
familiarizados con la obra de René Magritte? René Magritte nació en Bélgica en 1898. Se casó con Georgette
Berger, que fue su modelo habitual.
Perteneció al grupo
surrealista de París del que también formaban parte Jean Arp, André Bretón,
Salvador Dalí, Paul Eluard, y Joan Miró. Su exposición de 1936 en Nueva
York alcanzó fama mundial. En 1956 recibió el Premio Guggenheim. Murió en
Bruselas en 1967.
Tiene unas obras
preciosas, verdaderamente magníficas, por ejemplo Los amantes:
el cuerpo de una mujer y el de un hombre reflejados desde el torso y
encapuchados, se besan a través de las capas de la tela.
Ha creado otras muchas pinturas dónde aparecen
hombres con bombín, los cuáles se presentan una y otra vez en sus obras, es una burla a la decencia pequeño burguesa, el
bombín es como ustedes saben, aquello que supone la formalidad y rectitud de los tiesos ingleses.
Magritte es el pretexto para mostrarnos como se puede llegar a diferenciarse la
estética de los clásicos hasta Klee y Kandinski y cómo después de ellos Magritte va a representar un nuevo movimiento de representación aparentemente de lo real pero que en realidad apunta al registro de lo imaginario, a mí personalmente me encanta tanto como los cuadros de Delvaux que son un poco más impúdicos pero que siguen su mismo espíritu.
La obra de Magritte
es una permanente invitación a la reflexión a partir de los objetos más
cotidianos. Por ello, a su obra a veces se la califica de "realismo
mágico", pero creo que es una etiqueta que no hace justicia a su obra.
Con él asistimos a
un análisis especialmente lúcido al investigar el problema de la representación
y la esencia del arte. pero también de la relación entre el sujeto y el objeto. Magritte cuestiona la relación entre las imágenes y las
cosas basada en la semejanza representativa. Es fundamental en su obra, la
traición de las imágenes.
Esto no es una pipa 1928/29. Los Angeles, County Museum.
Esto no es una pipa es sobre una
obra donde aparecen un cuadro, una pipa y debajo escrito con letras mayúsculas Ceci n´est pas une pipe. En sí, es
absurda la pintura: la pintura se llama esto
no es una pipa ó eso que está
diciendo el letrero: ¿no es una pipa?
¿Es el nombre del cuadro ó un
denominativo? ¿Cuál es la relación entre la imagen y el texto? En un momento
posterior produce otro en el que vemos: un caballete, un cuadro, una pipa que
está dentro del cuadro, debajo de la pipa junto con una caligrafía excéntrica –
de escuela de monjas- la misma frase que habíamos encontrado en el otro cuadro:
Ceci n´est past une pipe. ¿Qué es lo
que no es una pipa? ¿Cuál es la relación
entre la figura de arriba? ¿Es la idea platónica? ¿Es la cosa en sí?
Intervención. Para mí alude a la versión platónica, ya que
éste siempre estuvo en contra de lo que eran la pintura y escultura, porque
eran como un engaño, por ejemplo, cuando se pinta una pipa, es sólo una
representación de tal, pero no es la pipa en sí.
Eso es lo que tú
estás interpretando. Las posibilidades de interpretación del cuadro son varias, una de ellas es que la
caligrafía que dice: Esto no es una pipa, no se refiera a la pipa, sino a la
escritura debajo de la imagen, entonces lo que está encima sí es una pipa; pero
también podría decirse que lo que está encima de lo que está encima, no es una pipa ó quizá se pueda decir que lo
que está encima de lo que está encima es la pipa, lo otro es la representación
de de la pipa. De lo que se trata es de jugar con la relación entre texto e
imagen, lo que le importa a Foucault de este cuadro de Magritte es que es un
ejemplo paradigmático, que en realidad esto que sucede aquí, probablemente nos
suceda cotidianamente cuando tratamos de analizar con el lenguaje la realidad. La
síntesis de Las Palabras y las cosas,
lo que nos dice es precisamente que las palabras no están unidas a las cosas,
que no hay un nexo elemental ó primordial entre las palabras y las cosas.
Las palabras tienen
un peso ontológico, las palabras son, representan e incluso podría aventurarme a decir que las
palabras hacen algo más que representar, algunas parecería que tuvieran como
vida propia que surge desde el mundo del lenguaje y modifica la “realidad”, es
el caso del lenguaje matemático ó el de la física. Y quiero decirles que todo
esto es inexacto porque si la física hoy es una ciencia que funciona muy bien
en cierto espectro del tiempo, cierta dimensión de los fenómenos, pero a nivel
microscópico, la física dista mucho de ser una ciencia exacta. Pero, podría
tomar otro rumbo, también podría ponerles el ejemplo del invento en el lenguaje
cotidiano de expresiones, las “nuevas” palabras son bastante significativas,
porque son palabras que tienen un peso enfático que llama a la acción. Es el
caso del insulto ó del albur y en cierta
forma de la holofrase que tiene mucho en común con estos dos retoños del
inconsciente que les mencionaba.
Pero volvamos a
Magritte. Como les indicaba, tiene otro cuadro, al que aludíamos antes, que se llama
Los dos misterios:
Los dos misterios, 1966. París, galería Isy-Branchot.
Aquí la relación
entre el lenguaje y la cosa es todavía más extraña. Es una variación del cuadro
Esto no es una pipa. Pero aquí nos
vamos a preguntar: ¿Qué de todo esto no es una pipa? ¿Lo que está en el cuadro,
lo que está encima? ¿Nada es una pipa?
Magritte insiste en
varias de sus obras en las dificultades que presenta el conocimiento o el arte
entendido como representación, pero también el carácter engañoso del lenguaje y
la representación misma que nos hacemos del mundo. La incompletud de lo
simbólico diría Lacan.
En su obra La
condición humana, el cuadro se confunde el paisaje de modo que nuestra
representación del paisaje es una reproducción fiel del mundo pero, al mismo
tiempo y tristemente, el mundo no es nada diferente de nuestra representación.
Aquí la interpretación que podemos hacer es que el mundo no es más que una
representación más y por eso no se diferencia de la representación del cuadro,
son dos representaciones superpuestas. No hay objetividad, esta objetividad es
aparente.
No se olviden
ustedes de que el surrealismo surgió precisamente a partir del
psicoanálisis y de la lectura loca que hicieron Breton y los suyos de
la Traumdeutung (La interpretación de
los sueños). Por otro lado, resulta curioso, admirable, pero uno tiene que
volver siempre al mundo griego cuando se trata de hablar de filosofía, me viene
a la cabeza ahora un fragmento de Heráclito: El sol tiene la extensión de un
pie humano. Dónde podemos colegir la intuición de que es inevitable el rechazo
a cualquier realidad objetiva, sí el pie si lo levantamos y lo ponemos contra
el sol, pues va a verse del mismo tamaño.
(Risas)
Por supuesto, no es
la única interpretación posible al fragmento, a Heráclito, nos dice Georgio
Colli le interesaban más los enigmas que la respuesta al enigma. De hecho la
filosofía se olvidó después del enigma para dedicarse al estudio de las
consecuencias de éste. Pero ésta aproximación al mundo como inasequible a los
sentidos prevalece en muchos otros pensadores. Demócrito consideraba que “la
verdad siempre está en las profundidades” y sólo se llega a ella por el
pensamiento. Pero voy a precisar, ésta valoración de los sentidos, no es la
regla. Epicuro entronizará la sensación como el primero y más importante de los
criterios de verdad. En esto se parece a los positivistas.
(Risas)
Otros ejemplos de
este asunto, cuadros del autor que no va a citar Foucault:
La flecha de Zenón, 1964, Colección privada.
El cuadro es también una burla al quehacer filosófico, una crítica
violenta. Y otro ejemplo filosófico
más:
Las vacaciones de Hegel, 1958. Galería Isy-Brancot, París
Intervención. Un nombrar el acontecer, se va a nombrar un
hecho que se va a repetir, pero que no va a ser el mismo, haciendo referencia a
la diferencia y repetición deleuzianas. A Foucault se le llama filósofo de la
diferencia.
Efectivamente, agregaría,
la palabra es un hecho único y a la vez lo plural.
Intervención. ¿Pero cómo se da este hecho? El hecho de
hacer diferente un nombrar con la misma palabra una misma situación, ¿qué lo
hace diferente?
Es una buena
pregunta. El contexto, el tiempo, la historia, la etnografía , eso es lo que lo
hace diferente, pero el problema al que volvemos es al problema de las
palabras, al problema del lenguaje, el problema de la dificultad de las
palabras para representar el mundo. Y por otro lado, todo esto nos pondría en
la pista de otro problema: ¿acaso entre tanta diferencia no hay algo universal?
¿Algo que trascienda lo intercultural y que pudiera caracterizar al hombre? Eso
lo vamos a dejar pendiente para otra sesión.
En el capítulo Klee, Kandinski, Magritte nos dice que “En
la pintura occidental de los siglos XV al XX han dominado dos principios. El primero afirma
la separación entre representación
plástica y referencia lingüística. Se hace ver mediante la semejanza, se habla
a través de la diferencia, de tal manera que los dos sistemas no pueden
entrecruzarse ni mezclarse. Es preciso que de un modo u otro hay subordinación:
o bien el texto es regulado por la imagen ó bien la imagen es regulada por el
texto”
Recuerden a Las meninas, es la introducción del
autor a una broma: llama al cuadro Las
meninas, donde lo menos importante
son las Meninas. Está el juego de la mirada, los reyes, está el pintor que se
representa a sí mismo, está la posibilidad de que esto sea un espejo, están en
juego una serie de factores que exceden una interpretación simple del cuadro.
La imagen surge de la pintura.,
determina, incluso, el futuro de las posibles interpretaciones. También hay
casos en donde hay la subordinación del lenguaje, por ejemplo, en el nombre del
cuadro: Los girasoles de Van Gogh. No
siempre, más bien no sucede con tanta frecuencia que los títulos determinen las
imágenes, se introduce un problema que
va a ser más evidente en la pintura moderna de Klee para adelante y es que no
necesariamente deba haber siempre una relación entre el título y la imagen que
se muestra.
Intervención. Eso
me suena a Wittgenstein, en el sentido de que conoces el significado de la
palabra y sabes la acción ó va a ser la acción de esa palabra.
Por lo menos en el
primer Wittgenstein, ya que aparece como apegado al lenguaje y lo que nos
quiere mostrar Foucault es como puede haber un divorcio entre la palabra y la
cosa. En el cuadro La noche que cae, aparece una ventana, entra algo, la noche que
cae.
Es un juego
literal… literario también.
Hay otra pintura
que nos va a mostrar un poco más lo que les estoy diciendo: Les liasons dangereuses (cuadro exquisito, sensual en extremo) y sus variaciones del mismo Magritte que
también analiza Foucault en este libro.
He aquí una versión del cuadro:
¿Qué ven?
Intervención. Es una mujer que está sosteniendo un cuadro,
pero hay un texto que niega que es una mujer. Hay muchas imágenes como un toque
– por llamarlo de alguna manera- subliminal, que a primera vista no nos muestra en realidad lo
que es.
Tienes razón,
prácticamente toda la publicidad contemporánea está influida por el surrealismo
y el psicoanálisis. Cada comercial cuenta una historia, una especie de pequeño
drama que puede ser interpretado. Incluso, podría decirse que un comercial es
un sueño realizado a la manera de los sueños infantiles según nos muestra
Freud. Si usamos perfume Calvin Klein las mujeres más bellas se pelean por estar a nuestro lado. Si el ama de casa usa Cloralex la casa se limpia sola... pendejadas escénicas sobre la posibilidad de que el deseo sea cumplido fácilmente y que su ejecución no tenga ninguna consecuencia adversa. Es el mundo del fast food capitalista en lo que se refiere al deseo... todo se puede obtener a cambio de: dinero.
Intervención. Son como diversos perfiles de la mujer.
Es posible la
interpretación del cuadro donde sería un retrato ó un espejo al que mira la
gemela, ó tal vez un espejo que mira hacia un universo imaginario y refleja una
imagen extraña de este universo, porque todo está girado. Es otro punto de vista,
algo imposible, lo que desconcierta es que
porta un espejo que estaría reflejando pared, además, el título: Relaciones peligrosas, es el nombre de
una novela del siglo XVIII, hicieron una película que obtuvo cierta celebridad.
Es la transposición de una novela sobre la seducción, cómo seducir a una mujer casta, con este
título, ¿está queriendo decir algo el autor? Lo que nos quiere decir Magritte es que está en juego la seducción,
es una imagen erótica.
Pero también hay
otra versión que lleva las cosas al extremo, aquí va a jugar no sólo con la
imagen y con una negación de la imagen, sino con múltiples negaciones. La
interpretación se torna muy difícil. Es la denegación
freudiana llevada al extremo: “No
vayan a creer que esto es una mujer” “No creas que esto es un reflejo” “No
crean que esto es un espejo”… En fin, no crean lo que ven, sus ojos los
engañan.
Intervención: Es una relación peligrosa.
Es otra
interpretación posible. Lo que dice Foucault es que en Les Liasons dangereuses (Las relaciones peligrosas), una mujer
desnuda sostiene ante sí un gran espejo que la oculta casi totalmente: tiene
los ojos casi cerrados, baja la cabeza que gira hacia la izquierda como si
quisiese no ser vista y no ver que es vista. Ahora bien, este espejo que está
exactamente en el plano del cuadro y enfrente del espectador, reenvía la imagen
de la mujer que se oculta: la cara reflejante del espejo da a ver esa parte del
cuerpo (de los hombros a los muslos) que sustrae la cara ciega. El espejo
funciona algo así como una pantalla radioscópica. Pero con todo es un juego de
diferencias. La mujer está vista de perfil, totalmente girada hacia la derecha,
con el cuerpo ligeramente flexionado hacia delante, el brazo tenso para sostener el pesado espejo sino replegado
bajo los senos; (no parece ser la misma imagen) la larga cabellera que debe
prolongarse detrás del espejo hacia la derecha, cae, en la imagen del espejo,
por la izquierda, apenas interrumpida por el marco del espejo al llegar a ese
ángulo brusco. La imagen es notablemente más
pequeña que la propia mujer, indicando así una cierta distancia entre la luna y lo que refleja, que
impugna la actitud de la mujer apretando el espejo contra su cuerpo para mejor
esconderlo. Esa pequeña distancia detrás del espejo también la manifiesta la
extrema proximidad de un gran muro gris; en él se ve claramente la sombra de la cabeza y de los muslos de la
mujer, y la del espejo. Ahora bien, en esta sombra falta una forma, la de la
mano izquierda que sostiene el espejo; normalmente leeríamos verla a la derecha
del cuadro , pero falta como si, en esa sombra, nadie llevase el espejo. Entre
el muro y el espejo, el cuerpo oculto es elidido; en el espejo captando
reflejos y la superficie opaca del muro que sólo aferra sombras, no hay nada.
En todos esos planos se deslizan similitudes que no son fijadas por ninguna referencia: traslaciones
sin puntos de partida ni soporte. “
Muchas de las
interpretaciones que ustedes hicieron al ver la imagen de esta mujer
sosteniendo el cuadro-espejo, lo que quieren es ligar la imagen del espejo con
la imagen que sostiene el cuadrángulo, pero no hay nada que en realidad las
ligue. Un análisis detenido habla de un juego de diferencias, muchas entre la
imagen del espejo y la imagen que sostiene al espejo, sin embargo pareciese ser que espontáneamente ustedes jugaron al juego
de encontrar semejanzas, ese juego de encontrar relaciones. Uno podría
preguntarse si es a lo que juega el juego de la mirada a encontrar semejanzas,
semejanzas entre los hecho que no son semejantes.
La experimentación
en ciencia se basa sobre la suposición de la replicabilidad del fenómeno, pero
si somos estrictos y lo pensamos en
términos históricos, un fenómeno no se repite. Uno podría plantearse que la
relación peligrosa está en ese juego de suposiciones que juegan a la repetición, a la búsqueda de
semejanzas y similitudes.
El siguiente libro
que vamos a recomendar como lectura es El
orden del discurso. Éste es una síntesis apretada del pensamiento de Foucault, lección
inaugural del Colegio de Francia. Cuando él llega al punto culminante de su
carrera académica, escribe mas o menos en 1970, la intención de sus
investigaciones. Aquí va a tratar de ser muy sintético en decirnos cuál es el
objeto de estudio de su filosofía: ¿Qué es el discurso?
Lo que él ha analizado
hasta aquí, es decir, la emergencia del discurso que aparentemente no tiene que ver demasiado
con el mundo, tiene una relación con el
mundo que es basada en prejuicios de
época, en suposiciones, en creencias comunes, al fin y al cabo todas estas formas de entender el mundo y que
podrían llamarse discursos, tiene un efecto sobre nosotros e incluso aunque
pudiera decirse que son discursos no verdaderos, tienen efectos verdaderos
sobre nosotros. Una de las cosas que se va ver es qué es un discurso verdadero,
en relación a un discurso “falso”, recuerden ustedes que Foucault a lo que se
opone es a la posibilidad de definir sin equívoco un fenómeno o una cosa. Yo
creo que detrás de mucho de este trabajo “foucaltiano” está Lacan, y su
influencia en la filosofía francesa. Lacan es determinante para el surgimiento
de figuras en el horizonte francés como Julia Kristeva, Roland Barthes,
Foucault, Deleuze, y Derrida (aunque éste último quizá pueda llamarse más bien
su contemporáneo), pero de cualquier manera, Lacan está primero en la
genealogía.
El seminario VIII
de la Transferencia insiste, por ejemplo, mucho sobre el carácter simbólico de
nuestra cultura. Hemos pasado de una cultura basada en una teogonía más directa
(el dios del sol, el de la luna ,
la diosa de la noche) a un Dios cristiano que es uno y otros dos al mismo
tiempo: Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿Qué relajo es ése? Uno que son tres,
tres que son uno. Se trata de una relación no obvia y pues buena parte de los
teólogos en el medioevo se parten la cabeza tratando de explicarnos esa
relación. Y la jerarquía militar de la iglesia se desespera porque surgen
muchas herejías producto de esta confusión, y toma como siempre al final el
poder que se manifiesta cuando lo sutil del orden del lenguaje no funciona, toma,
les digo: la salida de la represión directa, del aniquilamiento. Así
desaparecieron los cátaros y los albigenses, aunque Denis de Rougemont nos dice
que algo de ellos sobrevivió en nosotros a través del mito y nuestra concepción
del amor en occidente.
(Falta un fragmento de clase)
Es muy interesante
la entrevista que van a tener Michel Foucault y Noam Chomsky. Este último es
uno de los intelectuales más importantes de EUA, no solamente por su
orientación dentro de la gramática: es un especialista que ha inventado un
método de estudio del lenguaje, sino por su
trayectoria y acción política. Chomsky ha sido de los intelectuales,
dentro de las universidades norteamericanas, que se ha opuesto a la guerra de
Vietnam y ha escrito recientemente en contra del gobierno de los Bush. En la
entrevista se va ha hablar de cómo sería posible que hubiera una forma de
gobierno más justa, dejando de ser un problema sobre las palabras y las cosas
solamente, sino que se trata de un problema que tiene trascendencia, porque se refiere
a hechos empíricos y prácticas.
Respecto a la clase
pasada, cuando dije que tal vez dentro de 100 años, no nos acordaríamos de
Marx, creo que me expresé mal, quise decir que no nos íbamos a acordar
demasiado del proyecto político revolucionario de Marx. La filosofía de Marx, su análisis de la economía
es algo que todavía nos dice algo de la realidad en el mercado, pero el proyecto político revolucionario y la
concepción de la lucha de clases, quizá ya no sea del todo vigente, parece que vivimos un mundo en el que la esperanza de la revolución está desaparecida, por efecto mismo de la desgracia que significa el poder y sus estragos en manos de los revolucionarios. También viene a mi memoria un fragmento de Las palabras y las cosas que le costará a Foucault la excomunión de la izquierda de su tiempo: “el marxismo está en
el siglo XIX como pez en el agua, es decir, fuera de él deja de respirar”.
Uno de los puntos
que salta a la discusión en esta polémica entre Chomsky y Foucault es si hay esa posibilidad de decir qué es lo
justo para un hombre sin atender al tiempo, a la geografía, a la especificidad
etnológica, por ejemplo un problema concreto: el problema del suicidio, ¿es
bueno, malo ó pecado (no voy a entrar a definir demasiado el término)? Sin embargo,
el suicidio en ciertos contextos aparece como una salida honorable, Yuki
Mishima, su muerte es un estamento político, él se suicida para confrontar a
los japoneses con la pérdida de los valores tradicionales. Para Hemingway
para un suicidio implica una decisión,
la muerte significa un arrojo, un valor, en su caso, ante ese cáncer del que ya
no pudo escapar, se pega un escopetazo. Deleuze también estaba enfermo y se
arroja al vacío, muy diferente del suicidio que podría cometer un hombre
deprimido, un suicidio producto de una desilusión amorosa ó el hijo que se mata
para reprocharle a su padre un divorcio ó un nuevo casamiento. Estas
consideraciones sobre las palabras y el discurso, no se quedan sólo como
consideraciones abstractas, sino que remiten a elecciones, a prácticas, a
problemas y discursos que suceden hoy y aquí.. en la realidad. Una de las
críticas que Foucault le hace Chomsky es: le envidio, es usted una persona
feliz, usted sí sabe que es lo mejor para todos.
Uno de los
reproches que podrían hacerse a los revolucionarios socialistas es que, en
nombre del conjunto hicieron revoluciones y crearon discursos que decían
ciertas cosas, pero hacían otras.
Discursos que son
reprimidos en todos las sociedades como el discurso de la locura, precisamente,
uno de los textos que quiero mostrarles es el de Moi Pierre Riviere, el discurso de un hombre que mata a su familia y cómo,
en este caso, el saber médico de esa época enfrenta todo, trata de
comprenderlo y entenderlo desde su saber de época y sus prejuicios de época.
Ese saber de época ante un problema concreto, como lo es un asesinato, reproduce
y articula el orden social
vigente.
Intervención. ¿La
episteme se podría equiparar con el paradigma de Khun?
Efectivamente, el paradigma
khuniano, sería una cosa muy parecida al episteme foucaultiano.
Otro caso, Foucault
rescata la biografía de una hermafrodita,
puesto que las biografías dicen algo. Herculine Barbin, es fascinante, una hermafrodita, un fenómeno
extraño, pero posible, entonces, el orden de la época a lo que empuja es a la definición, no puede
ser que alguien sea hombre y mujer a la vez, algo tan esencial…ante este
columpio de la indefinición Herculine
Barbin, toma la salida del suicidio..
Nos vemos la
próxima clase.