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lunes, 29 de octubre de 2018

Bolsonaro gana elecciones en Brasil.



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Ayer domingo 29 de octubre de 2018, se llevó a cabo la segunda ronda de elecciones en Brasil dónde Jair Bolsonaro ganó por un amplio margen (55.1 % vs. 44.9 %) frente al izquierdista Fernando Haddad en unas elecciones que han resultado de mucho interés para América Latina por lo que representan como un gravísimo fenómeno social que puede repetirse en otros países. 
El político de ultraderecha es un hombre que ha sido bien conocido desde hace 30 años por sus frases homofóbicas, antifeministas, racistas, defensor de la pena de muerte, la tortura y en pro de la persecución y violencia política en contra de la disidencia. Este hombre que fue excapitán del ejército y que ha expresado su nostalgia por la dictadura brasileña, representa indirectamente un triunfo para las fuerzas armadas que hará muy difícil el panorama social en adelante. 
Algunas frases ya no polémicas, sino que causan verdadera repulsión por este político son: 

-- Yo soy partidario de la tortura y el pueblo también.
-- Yo no dije que iba a violarla a usted, porque usted no se lo merece (frase dirigida a la diputada del PT, María do Rosario).
-- Fueron cuatro hombres, con la quinta fallé y salió mujer" (refiriéndose a sus hijos). 
-- No emplearía a hombres y mujeres con el mismo salario, a pesar de que hay mucha mujer competente.
-- El error de la dictadura fue torturar no matar.
-- Nunca podría suceder que un hijo mío se enamorase (de una negra) porque están muy bien educados.
— Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. Prefiero que muera en un accidente antes de que aparezca con un bigotudo por ahí.


Uno se pregunta cómo es posible que después del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que aparentemente salvó al país de la bancarrota y la miseria económica (perseguido y absuelto de supuestos actos de corrupción), pueda darse una tragedia como la que está viviendo el pueblo brasileño, y que curiosamente ha elegido por mayoría democrática. La razones pueden ser varias, no pretendo hacer un análisis político exhaustivo, tales como el extremo grado de corrupción dentro de los partidos políticos de izquierda, la no solución a la violencia y el crimen (según Bolsonaro, se resolverá dando un arma a cada familia), el ascenso de religiones e ideologías mesiánicas de extrema derecha y el hecho que en su imagen de rudo y honesto se presente como un salvador de la nación.
Su campaña política, se basó principalmente en fake news, twiteers y declaraciones peloteras, como queriendo avivar al cretino que todos los ciudadanos llevan por dentro y hacerlo partícipe de sus patanerías. Es la primera elección en Brasil, sin argumentos y proyectos verdaderos, sino promesas de salvación y castigo por parte de un padre terrible.
Es evidente que sacó provecho del atentado que sufrió durante su primera campaña, pero lo triste es que el pueblo pueda sentir representadas sus expectativas en un hombre que lo único que promete es más violencia, combate abierto a las diferencias, más explotación a los trabajadores, y represión política a la izquierda, todo en nombre de Dios.
Parece que lo más atractivo de este político es su fuerza y su franqueza, independientemente de sus opiniones, que parecen representar a un país desilusionado de la izquierda, infeliz e insatisfecho,  atento a seguir a un líder fuerte que les ordene continuar en una dirección, aunque ésta sea el descenso a los infiernos.
Es así como ascendió Adolf Hitler en los años 30’s en Alemania, comprobando todas las tesis de Freud en Psicología de las Masas y análisis del Yo (1921), que han sido interpretadas por muchos como una suerte de pesimismo social ante los cambios políticos de izquierda. Lo lamentable es que describe simplemente los hechos, de cómo puede variar la opinión de la masa, e iniciar una marcha sin ninguna conciencia o razón, impulsado por fuerzas inconscientes bien obscuras.
Sólo queda esperar que no cumpla todas sus promesas, y que éstas sólo sean palabras vacías de campaña, en la toma de posesión apareció con un guardaespaldas negro, quizá como anunciando que variaría en algunas de sus opiniones, de hecho, ha declarado: Voy a gobernar al lado de la Constitución y por la unión del país. Pero es difícil el horizonte en ese Brasil que tanto cariño nos despierta a los mexicanos.
Queda esperar que el nuevo gobierno de AMLO, no cometa los mismos errores del PT, y nos empuje luego a un lugar más fétido y nauseabundo que el de ese PRI que sufrimos por más de 70 años.
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miércoles, 10 de octubre de 2018

Cuatro tipos de amor


En lenguaje moderno, la palabra amor engloba una diversidad de sentimientos y emociones. Los griegos de la era clásica, sin embargo, eran más precisos. Tenían por lo menos cuatro términos para describir distintos aspectos del amor: storgē, philía, éros y agápē. 

Storgē todavía se emplea en el griego actual y más o menos corresponde a nuestro vocablo afecto,particularmente el que existe en el seno de una familia. También se puede emplear en el sentido de soportar oaguantar; como sabemos la mayoría, ese era el amor que abrigábamos por nuestros hermanitos cuando éramos chicos. Es un amor que se nutre de la tolerancia y el conocimiento. 

Philía también sigue usándose en griego moderno. En el griego clásico describía un amor virtuoso, desapasionado, que inspira lealtad. Actualmente equivale a amistad.

Éros, por contraste, sí representaba un amor apasionado, más intenso y profundo que la simple philía. Es el amor que se da en un matrimonio saludable o en una amistad muy estrecha. Sócrates sostuvo un famoso debate sobre el éros con sus alumnos, el cual quedó luego relatado en El banquete o El simposio de Platón. El mismo Platón refinó la idea expresando que no se trataba tanto de amor por una persona, sino de amor por la belleza de una persona. De ahí derivó la idea de una relación platónica, que es una relación sentimental sin connotación sexual.En la Biblia griega o Septuaginta —traducción del Antiguo Testamento que se terminó de hacer antes del nacimiento de Cristo— se recurrió con frecuencia el verbo agápao para describir diversos tipos de amor, que abarcaban desde la piedad divina hasta la pasión erótica. 

Fue precisamente en esa obra en la que el sustantivo agápē, el cuarto término empleado para expresar el concepto de amor, hizo su aparición en la literatura griega como figurativo del género más profundo de amor. Asoma con bastante regularidad en el Cantar de los cantares, ese sublime diálogo entre dos amantes atribuido al rey Salomón y que muchos exégetas bíblicos consideran evocativo de la relación entre Dios y los creyentes. También implica el gusto de dar sin esperar o recibir a cambio, dar, simplemente por el gusto de dar. Los autores del Nuevo Testamento fueron más lejos y emplearon agápē para encarnar los más altos ideales del amor. Un ejemplo de ello es el capítulo 13 de la Primera epístola de Pablo a los corintios. El término agápē aparece 250 veces en el Nuevo Testamento, incluida la famosa declaración de Juan el Apóstol, ho Theos agape estin: Dios es agape.

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.