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martes, 26 de abril de 2011

EL ESCRITORIO DE LACAN Jorge Baños Orellana .


Jorge Baños Orellana me hizo la deferencia de enviarme hace años algunos de sus libros, a pesar del paso de los años, creo que siguen vigentes sus planteamientos. El libro EL ESCRITORIO DE LACAN, es una muestra de este aserto:

http://analitico.tripod.com/index.html

También recomiendo EL LENGUAJE DE LOS LACANIANOS, he aquí una entrevista con motivo de su traducción al francés:

http://www.elsigma.com/site/detalle.asp?IdContenido=53

martes, 19 de abril de 2011

El mercurio en lámparas flourescentes compactas.



EL MERCURIO (Hg) EN LÁMPARAS FLUORESCENTES COMPACTAS.



Greenpeace está exigiendo al Congreso de la Unión, que elabore una ley que prohíba las lámparas incandescentes para que antes del año 2012, estos productos dejen de ser vendidos en el país. Una de las mejores opciones para reemplazar estos focos: son las lámparas fluorescentes compactas y las lámparas de leds, sin embargo éstas últimas todavía no se encuentran al alcance de la mayoría de la población, debido a su alto costo.

Las lámparas fluorescentes compactas -mejor conocidas como lámparas ahorradoras, consumen cuatro veces menos energía y pueden durar hasta diez veces más que un foco común. Además, al generar la energía eléctrica necesaria para hacer funcionar un foco incandescente, en promedio se emiten 5 veces más CO2 que para hacer funcionar una lámpara ahorradora. Estas son las principales razones por las cuales, la sustitución generalizada de focos incandescentes representa una oportunidad de mitigación del calentamiento global del planeta.

Mercurio

Debido a su principio de funcionamiento, las lámparas ahorradoras necesitan mercurio, sin éste, es imposible que puedan emitir luz visible. El mercurio es un metal que se encuentra de forma natural en la corteza terrestre y que puede presentarse en varias formas químicas. Dependiendo de la forma en la que se combine con otros elementos, el mercurio puede durar diferentes periodos de tiempo en el ambiente, desde horas o meses o llegar incluso a años.

El mercurio se obtiene de diversas fuentes:

· A través de producción minera: Como producto principal de la actividad minera o como subproducto de la extracción o refinamiento de otros metales.
· Recuperándolo en la refinación de gas natural.
· Reciclándolo de productos usados y desechos de procesos de producción industrial.

Fuentes emisoras de mercurio

En México, existen varias fuentes a través de las cuales se emite el mercurio: centrales carboeléctricas, termoeléctricas, en fundidoras primarias de cobre, zinc y de metales ferrosos, en la producción de cemento, en plantas de cal, en procesos de incineración de residuos biológico infecciosos, en la producción de celulosa y papel, en la manufactura de lámparas fluorescentes y cuando éstas se rompen, en la manufactura de termómetros y durante la aplicación y remoción de amalgamas dentales.

Emisiones en lámparas fluorescentes

El inventario preliminar[1] sobre emisiones de mercurio, estima que al romperse una lámpara fluorescente, el 25% de su contenido de mercurio es emitido al aire. De acuerdo con estas cifras, las emisiones de mercurio generadas por la rotura de lámparas fluorescentes en México representan en promedio 0.229 ton/año.

[1] Fuente: Inventario Preliminar de Emisiones Atmosféricas de Mercurio en México. 2001. Elaborado para la Comisión para la Cooperación Ambiental.

Gráfica 1. Emisiones de mercurio[1]

La gráfica 1 muestra que las emisiones de mercurio provenientes de lámparas fluorescentes son menores que las generadas por las emisiones en plantas carboeléctricas que transforman carbón y otros combustibles sucios en energía eléctrica. Las lámparas fluorescentes compactas representan una oportunidad de reducir las emisiones de mercurio provenientes de estas centrales, debido a que en promedio, una planta de carbón emite 10 mg de mercurio para producir la electricidad requerida para hacer funcionar una lámpara incandescente, comparada con 2.4 [2]mg de mercurio que se emiten para hacer funcionar una lámpara ahorradora compacta (gráfica 2).

[1] Fuente: IBIDEM
[2] Fact sheet: Mercury in Compact Fluorescent Lamps (CFLs). The US Environmental Protection Agency

Gráfica 2 Comparación de emisiones de mercurio al generar electricidad para hacer funcionar una lámpara incandescente y una lámpara ahorradora.

En México, las lámparas fluorescentes que se consumen son mayoritariamente de procedencia china, aunque se encuentran resguardadas bajo marcas con reconocimiento internacional, en el país no existen parámetros oficiales plasmados en una normatividad que establezca límites máximos permisibles de contenido de mercurio en lámparas, tampoco existe regulación alguna que exija a los fabricantes que proporcionen información a los consumidores acerca del manejo del producto, o de disposición final del mismo una vez que éste ha terminado su vida útil.

La NEMA (National Electrical Manufacturers Association) establece que el contenido de mercurio máximo en una lámpara debe ser 5mg, esta misma disposición debe agregarse a la actual norma mexicana que regula las especificaciones técnicas de estos productos en el país, la NOM-017-ENER/SCFI-2008: Eficiencia energética y requisitos de seguridad de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas.

Esta misma norma oficial debe obligar a los fabricantes a que den información al usuario acerca de la disposición final de las lámparas fluorescentes compactas una vez que éstas concluyeron su vida útil. De hecho, varios productos que existen en el mercado ya cuentan con esta información en sus empaques (figura 1). Sin embargo, no es aplicable, ya que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales no cuenta con planes de reciclado ni de manejo de desechos de estos productos.

Figura 1. Etiqueta de una lámpara ahorradora compacta adquirida en febrero de 2008 en la ciudad de México.
Demandas de Greenpeace respecto al mercurio en lámparas fluorescentes compactas

· Los fabricantes deben proporcionar lámparas fluorescentes compactas con el más bajo contenido de mercurio, en todo caso, que éste no exceda los 5 mg por pieza fabricada.
· El tiempo mínimo de operación de vida de una lámpara fluorescente compacta debe ser de 8000 horas, a fin de garantizar que la población adquiera productos con criterios estrictos de calidad.
· El etiquetado del producto deberá contener información acerca de la disposición final del mismo, una vez que éste terminó su vida útil.
· La secretaría del medio ambiente y recursos naturales deberá diseñar planes de manejo de residuos de lámparas ahorradoras compactas, una vez que éstas han terminado su vida útil.

Recomendaciones para el manejo de lámparas fluorescentes compactas

Las lámparas son seguras para usarse en hogares, sin embargo, se deben tener precauciones al instalarlas o retirarlas:

· Al instalar o retirar una lámpara ahorradora, ésta debe tomarse por su base, no por los tubos, ya que éstos son muy frágiles y pueden romperse.
· Cuando una lámpara ahorradora se llegue a romper, es necesario usar guantes para recoger los residuos. Se debe evitar hacerlo con las manos sin protección.
· Nunca usar aspiradora para limpiar los residuos de una lámpara o tubo fluorescente que se ha roto.[1]
· Por el momento, solo se recomienda colocar los residuos de lámparas en bolsas selladas y ventilar el área donde se ha roto la lámpara.

Nota Técnica

Principio de funcionamiento de una lámpara fluorescente compacta

Una lámpara fluorescente compacta funciona cuando una corriente eléctrica llega al balasto electrónico. Cuando la electricidad llega a los filamentos de tungsteno o wolframio, éstos producen calor que ioniza[2] el gas que contiene el tubo, de esta manera se crea un arco eléctrico entre los dos filamentos, el objetivo de este arco es mantener la ionización del gas contenido en el tubo.

Cuando los iones desprendidos del gas chocan contra los átomos del vapor de mercurio contenido también dentro de tubo, provocan que los electrones del mercurio se exciten y comiencen a emitir luz ultravioleta. Esta luz no es visible para el ojo humano, al salir despedidos chocan contra las paredes de cristal del tubo recubierto con la capa fluorescente, este choque de fotones ultravioletas contra la capa fluorescente provoca que los átomos se exciten también y emitan fotones de luz blanca, que sí son visibles para el ojo humano.

Partes de una lámpara fluorescente compacta

· Tubo: en su interior, se encuentra alojado vapor de mercurio, generalmente el tubo se recubre en su interior por una fina capa de fósforo.
· Filamentos de Tungsteno o Wolframio, cuyo propósito es calentar los gases contenidos en su interior, estos gases pueden ser Neón, Kriptón o Argón.
· Balasto electrónico. Éste dispositivo sirve para suministrar el voltaje necesario para la lámpara y regular la intensidad de corriente que circula.
· Base: es un receptáculo de material plástico, unido a un casquillo roscado que sirve para colocar la lámpara en el techo o pared.

[1] Los iones son átomos con carga eléctrica positiva o negativa, la ionización se refiere al proceso físico necesario para producir estos iones y con ello generar un arco eléctrico.

Fuentes de información

· Directive 2002/95/EC of the European Parliament and of the Council of 27 January 2003 on the restriction of the use of certain hazardous substances in electrical and electronic equipment Disponible en:
http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:32002L0095:
EN:HTML

· Diagnóstico del Mercurio en México. Desarrollado por el Instituto Nacional de Ecología. México. 2000. Disponible en:
http://www.ine.gob.mx/dgicur/sqre/descargas/Diagnostico_hg_mx_2002.pdf

· Inventario Preliminar de Emisiones Atmosféricas de Mercurio en México. -Informe Final- Acosta y Asociados: Proyecto CEC-01. 30 de Mayo del 2001. Elaborado para la Comisión para la Cooperación Ambiental. Disponible en: http://www.ine.gob.mx/dgicur/sqre/descargas/mxhg_airefinal_todo_v3.pdf

· FACT SHEET: Mercury in Compact Fluorescent Lamps (CFLs). Resources for Recycling or Proper Disposal of CFLs. Disponible en:
http://www.gelighting.com/na/home_lighting/ask_us/downloads/MercuryInCFLs.pdf

· Marquardt, Ryan. Compact Fluorescent Lamp Recycling Project Phase I. Draft Report. Background Research and Program Options. 2002. Northwest Energy Efficiency Alliance. Zero Waste Alliance. Disponible en:
http://www.zerowaste.org/

· Lamp industry product stewardship record of environmental accomplishment. NEMA. Octubre, 2004. Disponible en:
http://www.nema.org/lamprecycle/index.html

· Manufacturer Take-Back of Lamps. NEMA. Septiembre, 2007. Disponible en:
http://www.nema.org/lamprecycle/index.html

· Frequently Asked Questions Information on Compact Fluorescent Light Bulbs (CFLs) and Mercury. Energy Star. June 2008. Disponible en: http://www.energystar.gov/ia/partners/promotions/change_light/downloads/Fact_Sheet_Mercury.pdf

· Mercury emissions from the disposal of Fluorescent lamps Revised model Final report. Office of Solid Waste. U.S. Environmental Protection Agency. March 31, 1998. Disponible en:
http://www.p2pays.org/ref/06/05620.pdf

· Comments of Environmental NGO’s. Disponible en: http://www.ecostandard.org/downloads_a/final_position_env_ngo_office_lighting_im.pdf

· Reseña toxicológica del mercurio. Agencia para sustancias tóxicas y el registro de enfermedades (ASTDR). Atlanta, Departamento de salud y servicios humanos de EUA. 1999.

· Preliminary comments of Environmental NGOs on the draft Chapter 8 “SCENARIO – POLICY – IMPACT” of the Preparatory study for EuP Lot19 (Domestic Lighting). Disponible en:
http://www.ecostandard.org/downloads_a/environmental_ngos_eup_working_plan_21-05-08.pdf

· http://www.nema.org/gov/env_conscious_design/
· http://www.sylvania.com/Recycle/CFLandHouseholdlightBulbrecycling/
· http://www.ciwmb.ca.gov/WPIE/FluoresLamps/
· http://www.lamprecycle.org/
· http://ccelearn.csus.edu/mercurylamp/content/index.htm
· http://www.almr.org/almr_project_web.html

[1] ASTDR. Reseña toxicológica del mercurio.
[2] Los iones son átomos con carga eléctrica positiva o negativa, la ionización se refiere al proceso físico necesario para producir estos iones y con ello generar un arco eléctrico.

jueves, 7 de abril de 2011

Germán Iván Martínez: La pederastia socrática o el método del amor en la iniciación filosófica.



Así pues, aunque el deseo es universal y aguijonea a todo, cada uno desea algo distinto: unos desean esto y otros aquello. El amor es una de las formas en que se manifiesta el deseo.

Octavio Paz.


Se ha vuelto un lugar común decir que la filosofía es “amor a la sabiduría” y que el filósofo, a diferencia del que sabe, del que cree que sabe y del que simplemente ignora, sólo desea saber. No obstante tantos siglos de reflexión, la importancia del deseo respecto al intento de escapar a la ignorancia y la necedad se ha pasado por alto; o bien, no ha sido lo suficientemente estudiado. Verónica Peinado, en su libro La pederastia socrática reflexiona precisamente sobre el deseo como una carencia de conocimientos teóricos que experimentaban los discípulos; esta insuficiencia o déficit, nos deja ver la autora, fue aprovechada por Sócrates para ganar adeptos.

Como sabemos, este pensador imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores y ocuparse de la paidea que era, para él, una obra moral. El primer paso para alcanzar el conocimiento, y por ende la virtud —pues conocer el bien y practicarlo eran, para el ateniense, una misma cosa—, consistía en la aceptación de la propia ignorancia. Sócrates examinaba, desnudaba moralmente a sus interlocutores y desenmascaraba su ignorancia para conducirlos después a la verdadera sabiduría (phrónesis), que debía encaminarse hacia la bondad moral (areté). Para lograr lo anterior era necesaria una metánoia: una conversión interior. Ésta, nos muestra Verónica Peinado, nace con la falta, es decir, con el vacío de conocimientos que el filósofo hacía patente en quienes le admiraban. Sólo el reconocimiento de esta insuficiencia, sólo la aceptación de la propia penuria y la escasez, abrían la posibilidad del deseo: el deseo de saber.

A diferencia de los sofistas, quienes administraban sus enseñanzas por dinero y mediante la seducción de la palabra daban a las cosas pequeñas apariencia de grandes —y viceversa—, Sócrates seducía de otra forma, haciéndose notar entre los jóvenes y mostrándose distinto a ellos. Ironizando y cautivando, este filósofo representaba esa “presencia” a través de la cual el amado (erómenos) era conducido por el amante (erastés) hacia el conocimiento de su alma, piedra angular de la filosofía moral y preocupación que ha llevado a los estudiosos de la filosofía a ver en este pensador al padre de la ética.

De esta forma, mientras a los sofistas sólo les preocupaba convencer, Sócrates afirmaba ocuparse de decir la verdad. Su finalidad no estaba centrada en alcanzar la erudición (polymathía) ni mucho menos la formación del hombre político que debía desarrollar la habilidad para hablar en público y persuadir (retoriké téchne). Él se enseñoreaba de no ser un maestro (didáskalos) que transmitía una enseñanza (máthema) concreta; lo único que hacía, afirmaba, era “tratar” y “dialogar” con quienes se acercaban a él no como alumnos (mathemaí) sino como amigos o compañeros (hetairoí).

En su texto, Verónica Peinado subraya la importancia de la pederastia como práctica educativa; distingue la pederastia griega de la moderna y la homosexualidad del simple disfrute pasivo del acto sexual que realizaban algunos hombres de la Grecia antigua. Además, nos recuerda que en ella la pederastia era una práctica que “no portaba el carácter ominoso actual”. Práctica en la que dos seres distintos, el amante y el amado, eran poseídos por Eros, una fuerza que hacía nacer entre ellos un magnetismo secreto que emergía, paradójicamente, de un poder involuntario y una elección.

Este vínculo amoroso entre dos varones —uno de mayor edad y experiencia y el otro joven e inexperto—, diferentes no sólo en edad sino en posición, revela, dice la autora, más allá de una práctica meramente erótica, otra de tipo pedagógico que sirvió en su momento “para conseguir adeptos en el terreno político y militar”. En este sentido, se subraya en el libro que la pederastia no era un hábito del griego común sino de quienes gozaban de una posición económica, política y social alta. Asimismo, se enfatiza que fue Sócrates quien hizo de ella un medio para que los jóvenes optaran por la filosofía.

Sócrates “educaba” sin enseñar. Su educación no era propiamente un tipo de “enseñanza” porque no consistía en la transmisión de unos contenidos o de un saber considerado valioso que era elaborado y comunicado a sus discípulos para que fuera asimilado y más tarde repetido. Sócrates, valiéndose del encanto que provocaba en sus oyentes y de la atracción que inspiraba en los jóvenes, hacía notar la pobreza intelectual de éstos mediante un método crítico: la mayéutica. A través de ella, pensaba, podía obtenerse un conocimiento que provenía de la iluminación de nociones oscuras y confusas que ya se tenían en el espíritu y que era necesario parir. Desde esta perspectiva, la educación que Sócrates ponía en práctica nada tenía que ver con atiborrar al alumno de conocimientos (mathémata), tampoco con la adquisición de un conjunto de destrezas (téchnai), la mera formación intelectual o el aprendizaje de un oficio. Según él, la filosofía es la búsqueda de un conocimiento claro y preciso, válido en cualquier lugar y tiempo (episteme) y no sólo la simple opinión (doxa). Pero además, como nos recuerda la autora, la filosofía tiene que ver con el cuidado del alma y el dominio de uno mismo, objetivos que, a pesar del ateniense, no tuvieron eco en todos sus seguidores. En la parte final de su texto, Verónica Peinado aborda el fracaso filosófico de Sócrates con Alcibíades y pone énfasis en la actividad misosófica del maestro de Platón quien, al hacer que sus interlocutores asumieran su ignorancia, “se colocaba como un sabio retador y soberbio”. Alcibíades, quien no pudo ser conducido por Sócrates al camino de la filosofía y quien vivió en permanente estado de sufrimiento, si no fue convertido a la vida filosófica del cuidado del alma, dice la también autora del ensayo Los dioses en la tierra, fue “porque sufría el mismo síntoma narcisístico que su maestro”. Con esto, Verónica Peinado hace evidente la locura de Sócrates, esa de la que ya nos da indicios Erasmo de Rotterdam cuando, en su Elogio de la locura, advirtió que este pensador ateniense había empezado ya a perder el juicio.

Recurriendo al pensamiento psicoanalítico y basándose en autores como Freud y Lacan, la escritora subraya que la iniciación filosófica tiene que ver con una triada: Eros, falta y deseo. Sólo el reconocimiento de que somos seres incompletos despierta la sed de completud porque sólo deseamos lo que no tenemos, mientras que lo que tenemos ya no lo deseamos. “La falta, entendida como una carencia, es irrebatiblemente la característica fundamental del ser humano”, dice. En este sentido, únicamente su aceptación o, como sostiene Octavio Paz, el consentimiento de que todos padecemos una carencia, hace que irrumpa una verdad irrefutable: nuestros días están contados. Somos seres temporales y por ello finitos… mortales, como se expresa en el texto recurriendo a Heidegger.

Sócrates, dice la autora, parecía tener claro que “la falta es una característica estructural del ser humano que siempre se hace presente pero que siempre pretende ser olvidada”. Desde su perspectiva, la práctica erótico-pedagógica que llevó a cabo el ateniense tenía como fin preciso instaurar la falta en sus erómenoi, quienes vivían una experiencia insólita y muchas veces insoportable, situación que emergía de la “transferencia”, fenómeno calificado así por Lacan y que encierra, en el fondo, la creencia de un Padre Ideal, un “Sujeto supuesto Saber”, un Otro omnipotente y completo que es preciso emular.

La pederastia socrática. Del deseo a la filosofía, es un libro donde se ensayan ideas diversas que cruzan la literatura, la filosofía, el psicoanálisis, y lo hacen, además, con una fuerza conceptual y un rigor en el uso de las fuentes, que constituyen un reto para el lector de hoy, en general, tan acostumbrado al lugar común, la pobreza expresiva y, por si fuera poco, la pereza mental.

Verónica Peinado, La pederastia socrática. Del deseo a la filosofía. CIDHEM, México, 2011, 154 pp.


Germán Iván Martínez es Responsable del Área Editorial de la Escuela Normal de Tenancingo

www.difusionculturalent.blogspot.com

Leonardo Tenorio: el PRI.

Tras repetir trece veces al frente del Poder Ejecutivo -Legislativo y Judicial- el PRI entregó un país en quiebra, con recursos naturales hipotecados, la administración pública petrolizada, sin soberanía alimentaria, sin ciudadanía, sin elecciones libres - sobre todo en los estados -, paramilitarizado…

El PRI proscribió – y mantuvo proscritos durante su dictadura de casta - los derechos políticos de los habitantes de la ciudad de México al impedir la elección de Jefe de Gobierno y delegados.

El PRI dio a luz a una retórica horrorosa -por la solemnidad hipócrita con que se practicaba - y esquizofrénica –por la manera en que sus actos la desmentían-, en abierto desafío a la inteligencia humana y a la dignidad de la ciudadanía, a la cual mantenía bajo control mediante su sistema de clientelas, mediante la monopolización de la vida pública y mediante la represión y la guerra sucia.

El PRI se esmeró en impedir el enriquecimiento colectivo y permitió el enriquecimiento ilegal de personajes atrabiliarios, cuyas carreras políticas acogió y fomentó.

El PRI fue por el mundo – con cargo al erario - divulgando una imagen falsa de México.

El PRI imposibilitó la impartición de Justicia.

Ni un solo día del reinado del PRI hubo libertad de expresión.

El PRI ha socavado la dignidad ciudadana de sus miembros y simpatizantes al someterlos al acarreo, a la cargada, al dedazo, a la misma corrupción, al crimen.

El PRI saboteó la emergencia de la ciudadanía y fomentó en cambio la figura del representante profesional, con fuero vitalicio, sólo esporádicamente sujeto a la ley, modo de vida que aun goza de prestigio y levanta suspiros entre los más descarados y ambiciosos de nuestros vividores.

El PRI arruinó la industria cinematográfica mexicana.

El PRI arruinó la agricultura mexicana y fomentó entre los suyos el latifundismo.

El PRI se solazaba de monopolizar la inteligencia nacional, cuando sólo monopolizó la lambisconería.

El PRI llevó al poder (a la Presidencia de la República) a quienes combatieron con las armas a Francisco I. Madero.

El PRI abdicó la poca legitimidad que la veneración hipócrita de algunos principios de la revolución todavía le significaba, dedicándose a combatirlos descaradamente, pero sin dejar de invocarlos, ya no uno por uno, sino –imaginariamente- agrupados todos en el asombroso pleonasmo de ‘la justicia social’.

El PRI confiscó a los trabajadores el derecho a organizarse y falsificó su voluntad sustituyéndola por la voluntad de los patrones, haciendo burlonamente de viejos decrépitos y millonarios respetables “líderes” “obreros”.

El PRI falsificó los sucesos del pasado para acomodarlos de modo que la usurpación que venía practicando de la voluntad nacional tuviera una justificación.

El PRI – directamente el PRI - creó grupos paramilitares que dispararon contra la ciudadanía y contra el mismo ejército en diversas ocasiones.

El PRI practicó de modo campante el asesinato político de sus adversarios y de su propia gente.

El PRI permitió el espionaje norteamericano en embajadas extranjeras.

El PRI tomó parte en intentos – fallidos y exitosos - de derrocamiento de gobiernos extranjeros.

El PRI generó el legítimo desprestigio del ejército al hacerlo combatir contra los rivales políticos de partido.

El PRI auspició y auspicia los sultanatos de los Gobernadores de los Estados, intocables, infalibles, ínclitos: caciques de los que depende su maquinaria electoral y su estructura clientelar, entre otros negocios.

El PRI provocó la emigración de decenas de millones de mexicanos a los EU.

El PRI se robó el retiro (calculado por investigadores de la UNAM en “septillones” de pesos) de los braceros que entre 1940 y 1964 trabajaron en los Estados Unidos. El 10 por ciento del salario –durante veinte años- de al menos 5 millones de trabajadores.

El PRI saboteó la aplicación de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.

El PRI nos restregó en la cara representantes falsos, ataviados como guaruras, peinados con mole, que nadie había designado a no ser el presidente en turno.

El PRI se asoció con los narcotraficantes en el negocio del narco y en el de la política.

El PRI declinó ejercer el monopolio de la violencia física legítima propia del Estado en vastas regiones del país, dando origen al sistema de “plazas”.

El PRI convirtió las legislaturas estatales en lugares ignominiosos y, por lo demás, desprovistos de todo poder, salvo el poder cumplir las órdenes del gobernador.

El PRI devastó los recursos naturales del país.

El PRI vetaba ciudadanos para que no ocuparan cargos de elección popular.

El PRI fomentó el uso privado de los bienes públicos entre sus miembros distinguidos, incluida la Diana Cazadora original y cientos de miles de objetos y propiedades e instalaciones y presupuestos.

El PRI hizo que México fuera el primer lugar en consumo de coca-cola.

El PRI no hizo ni hace nada por evitar que los mexicanos se hundan en la superstición y el fanatismo religioso, al contrario, y es que sus clientelas son las mismas que las de las religiones, y sus mecanismos, hartos parecidos.

Todos los ex presidentes del PRI se hicieron ricos.

El PRI espió a los ciudadanos con fines no sólo políticos, sino de sola extorsión.

El PRI eliminó del espectro de lo humano a los pueblos indios.

El PRI hizo que en México existieran algunos de los municipios más pobres del mundo.

El PRI creó uno de los mercados de prostitución al aire libre más grandes del mundo en La Merced.

El PRI terminó de aniquilar el ecosistema de la ciudad de México mediante la sobrepoblación y otras violencias.[1]

El PRI creó el ‘liderazgo’ de Elba Esther Gordillo, de Fidel Velázquez, de Napoleón Gómez Urrutia, multimillonarios todos. Y aniquiló el de Othón Salazar, el de Demetrio Vallejo, el de Valentín Campa y muchos otros por negarse a defender los intereses de los patrones.

El PRI asesinó en mayo de 1962 a Rubén Jaramillo y a toda su familia para evitarle incomodidades al presidente Kennedy durante su inminente visita a México.

El PRI creó el Partido Verde con el objeto de sabotear la existencia de un verdadero partido verde mexicano, que sigue siendo urgente.

El PRI firmó, de manera ilegal, convenios internacionales, y sobre todo ‘cartas de intención’ por medio de las cuales renunció a la conducción del país y enajenó la soberanía nacional en el más elemental de los sentidos al poner las políticas públicas en manos de intereses ajenos a los intereses de la república.

El PRI ha saboteado la “transición democrática”, e incluso ha tratado de falsificarla, llegando a alucinar que ya ocurrió y que se la debemos.

El PRI no se lavó las manos ni siquiera en agua sucia, como se lo recomendaron. El PAN le ofreció hacerlo y se las lavó en agua puerca y con las patas.

El PRI no es Partido (es una manera de ser); no es Revolucionario (es claramente reaccionario) y no es institucional… O quizá sí. Estas son sus instituciones: el dedazo, la cargada, el fraude, el reparto de despensas, el albazo, el carro completo, la operación tamal, el ratón loco, el carrusel, el chayote, el coscorrón, la Suprema Corta…

El PRI no ha mostrado vergüenza por ninguna de estas prácticas.


[1] Al comenzar la revolución la ciudad de México tenía 700 mil habitantes.

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.