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miércoles, 13 de noviembre de 2024

Alphaville (1965) de Jean - Luc Godard.

Acabo de ver después de muchos años la película de Jean – Luc Godard, Alpahville, una extraña aventura de Lemmy Caution (1965). Creo que la primera vez que me encontré con ella, era muy joven y no la comprendí realmente. La fuerza del arte impulsada por el Inconsciente, va más allá de lo que el razonamiento y la lógica de la conciencia nos inspira. Es una mezcla de cine negro, ciencia ficción y ¿por qué no? Un thriller psicológico que anticipa el trabajo en filosofía de Michel Foucault, la crítica al machismo (la falocracia) y las reflexiones que hoy se hacen en torno a la dichosa Inteligencia Artificial, la computación, incluso diría el uso estupidizante en ocasiones del celular y nuestra actual dependencia hacia los fármacos tranquilizantes. Es un filme situado en un futuro que hoy podríamos decir vivimos en el siglo XXI. El agente secreto Caution, perteneciente a los Países exteriores se hace pasar por periodista, tiene la misión de visitar la ciudad Alphaville, controlada por una inteligencia artificial llamada Alpha 60, que fue concebida por el científico Leonard von Braun. El nombre escogido para este personaje no es casual, recuérdese que el famoso científico aeroespacial Werner von Braun, fue quien construyó en la Alemania nazi los terribles proyectiles V2 que en la 2ª Guerra mundial destruyeron infinidad de vidas, escuelas y viviendas, sobre todo, en Inglaterra. Junto con un grupo de científicos alemanes todos pertenecientes a las a las SS (fuerzas armadas), adquirió la nacionalidad norteamericana que buscaron al final de la guerra, huyendo de ser capturados por los rusos que temían les castigarían severamente. Ellos obtuvieron el indulto para trabajar para el gobierno estadounidense que los había acogido, haciendo mucho del trabajo que habían hecho a favor del III Reich y basándose en su experiencia construyeron el poder militar de EUA. Él personalmente se integró a la NASA, para fundar el programa espacial norteamericano, construyendo el cohete Saturno V, que sería el primer paso para ganar la competencia cotra los rusos, que se habían interesado por la conquista espacial lanzando el primer satélite llamado Sputnik, que llevaron a la estratósfera a la perrita Laika que sobrevivió un tiempo en el espacio y no solamente eso, enviaron como cosmonauta a la primera mujer al espacio, Valentina Tereshkova. Werner von Braun que llegó a dirigir la Nasa, actuó con firmeza ante su competencia, con acento machista (llegó a ocultar el trabajo de tres mujeres negras - lo cual también demuestra su racismo y antifeminismo -, matemáticas brillantes que formaban parte del equipo que llevó a John Glenn al espacio exterior), fue anticomunista convencido basado en la disciplina nazi que había experimentado, y empujó a los norteamericanos a poner el primer hombre en la luna. Me parece a mí, que Godard captó con mucha justeza estos hechos (incluso en un elevador uno de los pisos a llamar tiene un botón con las siglas SS), y por ello es que concibe hacer un guión tan particular como el de Alphaville. A diferencia de otras películas de su época pone el acento no tanto en los trajes o naves espaciales, quizá por el presupuesto, tal vez porque no le interesaba el asunto de engañar al público y deslizarlo a una película de diversión. De hecho, cuando la vi por primera vez, me pareció pesada y lenta, por no cumplir con los estándares de las películas de ciencia ficción, aunque en su argumento me parece muy influenciada por la magnífica y espectacular Metrópolis (1927) de Fritz Lang, empezando porque la hija de von Braun, Natacha (Ana Karina) se enamora de Lemmy y rompe con las reglas de su ciudad. En la película de Lang, Freder Fersen (Gustav Frölich) se enamora de María (Brigitte Helm) quien luego es substituida por una máquina robot para llevar a los obreros desamparados a su perdición. Hay entonces correspondencias entre Lang y Godard que no han sido completamente exploradas. Godard, asistido por Paul Elúard (que no fue acreditado) llega a criticar no sólo al capitalismo sino al comunismo, anticipa muchos años antes el Blade Runner (1982) de Ridley Scott, basado en la novela de Philiph S. Dick: Do androids Dream of Electric Shepp y que toca también el problema de la IA, el amor y la existencia del hombre en un mundo futurista. Caution explora una sociedad en que la gente no comprende qué es el amor, y la IA regula todas las actividades de los viajes, las máquinas y la vida privada de sus ciudadanos, vigilándolos todo el tiempo. Incluso ejerce una política de control sobre el exceso de población, empujándolos al suicidio o ejecutándolos (según un llamado método chino). Este régimen no tolera las diferencias de pensamiento y a sus habitantes les controla con la censura a ciertas palabras para que no sepan su significado y piense por sí mismos (Wittgenstein: Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo). Nuestro protagonista encuentra un libro que se llama El libro del dolor que está prácticamente desaparecido por su impulso poético (los habitantes de Alphaville no saben que es la poesía, desconocen el pasado y sólo viven para el presente sin pensar en el futuro (como los jóvenes de hoy), para ser substituido por la Biblia en los hoteles, como de los años 60’s hasta los 80’s del siglo XX era común encontrar precisamente en un cuarto de hotel de lujo. Las mujeres jóvenes "seductoras de nivel 3", proporcionan placer a los visitantes hombres y están como se hacía en los campos de concentración tatuadas. La gente está satisfecha en esta sociedad, trabaja con eficiencia y eficacia, y sigue sin chistar las órdenes que se le proporcionan, no sabe que es la palabra "conciencia" y desconocen completamente la libertad. Natasha se enamora de Lenny sin saberlo, luego de que él le ha confesado su amor. Le prohiben volverlo a buscar y luego la fuerzan a traicionarlo. Sin embargo, el protagonista (Eddie Constantine) primero secuestrado, luego interrogado por la IA, logra llegar - pese a muchas dificultades - con el padre de su amada von Braun (Michel Dalahye) y le pide regresar con él a los países exteriores, rechazando su ofrecimiento de corrupción que le ofrece trabajar para él a fin de tener después un puesto de poder. Escapa de su encierro, matando a todo áquel que lo quiere encerrar o matar, y atestigua como la Alpha 60 logra dar con la respuesta a un acertijo suyo sobre la vida, que ėl había anticipado daría lugar a la propia muerte de la máquina. Encuentra a Natasha, la invita a huir con él, siendo los perseguidos, pero encontrando a su paso que los sirvientes de la IA, van muriendo. Al final de la película ella le pregunta qué debe decirle y esperar de ella… él dice que no puede hacerlo, que ella debe pensar por sí misma, hasta que ella logra decirle: Yo te amo. Frase que significa la salvación para los dos. Según una entrevista que se le hizo el 23/03/23 a Slavoj Zizek para la revista PS Digital, ha calificado la IA como Idiotez Artificial. Coincidiendo con Chomsky que ha dicho también del fenómeno, que no es inteligencia ni es artificial y con el padrino de la IA, Geoffrey Hinton, alguna vez premio nobel de física, que hoy se arrepiente de su trabajo y nos ha alertado contra ella, señalándonos el peligro que representa si no se controla, de la destrucción de la raza humana. Advertencias que Godard nos señaló muchos años antes en su extraordinaria película que a quienes no la han visto les recomiendo la busquen y la vean con calma, deleitándose como quien disuelve un caramelo en la boca.

Quartier Lacan. Documental (1996)

lunes, 16 de septiembre de 2024

Necropolítica en México, una visión psicoanalítica al cambio de sexenio. Julio Ortega B.

Hace muy poco tiempo, veía en una entrada de Facebook una pregunta formulada por un analista lacaniano, dónde interpelaba al público si podría considerarse posible relacionar al psicoanálisis con la política, la pregunta a estas alturas del partido, me parece un poco absurda, la respuesta la tenemos hace tiempo. Me parece que nuestro colega, olvidaba a los analistas de la segunda generación, jugados por la Sexpol o el freudomarxismo que siguió a esos años, y ¿Por qué no? el pensamiento de Erich Fromm, estemos o no de acuerdo con sus principales ideas, por supuesto es necesario no alejarnos de la política y ver desde el psicoanálisis nuestra realidad, para ofrecer si no respuestas totales, elementos de explicación. Es no solo difícil sino casi imposible elaborar un trabajo sobre la situación que estamos viviendo en México, sin caer en la repetición de lugares comunes, que describen el horror de los feminicidios, el abuso del poder y la corrupción política, la narcoviolencia, la confusión entre delincuencia y poder estatal. En 2016 salió, un libro muy importante, un ejercicio periodístico colectivo llamado La Ley del Cuerno: siete formas de morir con el narco mexicano . Es un libro escalofriante, que cuesta trabajo leer porque lastima por su dureza, en el primer artículo, Juan Villoro nos describe como el PRI gobernó por 71 años sin perder las llamadas elecciones democráticas perpetuándose a través de camarillas que eternizaban la confusión entre lo público y lo privado, que se traducían en la lógica de: “Si no te fue bien esta vez, tienes que ser paciente, el próximo gobierno te hará justicia”. Esa política de la tenebra, no fue substituida por ninguna de la luz. Terminado el monopolio del PRI, los códigos de la impunidad se disolvieron sin ser substituidos por una lógica más justa. La supuesta abolición de la corrupción de la que nos hablaba de la 4T no ha llegado más allá de las palabras, México es un país de sangre y plomo, al ex presidente AMLO se le ocurrieron frases absurdas como: ¡Abrazos no balazos! Pero todos tenemos presentes la captura el 5 de enero de 2023 del hijo del Chapo Guzmán que sólo duró unas horas, puesto que Alfonso Durazo, el secretario de Seguridad de López Obrador, ordenó que se le soltara tras la captura de 9 soldados y dos oficiales, que serían ocupados como mondeda de cambio para soltar al delincuente. En el noticiero veíamos decenas de malhechores con armas de alto calibre abriendo fuego contra policía y el ejército. Demostrando la impotencia de las fuerzas de seguridad frente a la delincuencia. ¿Para qué iniciar una maniobra de tal naturaleza si no iban a poder concluirla con éxito? Finalmente se liberó al hijo del Chapo aceptando que en Culiacán no es gobernado por el Estado sino por la delincuencia. Uno se pregunta: ¿Cómo pueden haber sucedido estos hechos, y si prevalecerán con la nueva presidenta? Que ha demostrado con sus alianzas con los expriístas, seguir las mismas huellas de su maestro. Y: ¿Cómo es posible que una sociedad pueda tolerar estos acontecimientos? Hoy podemos decir apenas, algo que callábamos por miedo: El estado ha sido un brazo de la delincuencia desde hace varios años atrás. Hemos y estamos viviendo una sociedad de horror, en la que el sacrificio, a través de la extorsión, el rapto, la violencia en las calles y en todo el territorio es una parte vital del mecanismo de batalla y combate al que nos hemos acostumbrado, asumiendo en silencio, que esa nueva normalidad no podrá ser modificada o abandonada. Todo este horror, obedece a un panorama muy diferente, al que se ofrece en la publicidad política estatal, en la que se habla de un Estado preocupado por defender los derechos de sus ciudadanos, combatir al crimen y borrar las diferencias entre clases sociales. Mejorar el patrimonio nacional, la obtención de la seguridad y la democracia son objetivos fallidos o simplemente metas inalcanzables, quizá promesas hechas con la conciencia de que están destinadas a no cumplirse jamás. Las alianzas de poder llevan a acontecimientos inexplicables. Tomemos por caso, el préstamo del Palacio de Bellas Artes para celebrar el cumpleaños del líder de la Iglesia de la Luz del Mundo Naasón Joaquín García, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) ha clasificado como reservada por un lapso de cinco años toda información relativa al préstamo que se hizo del Palacio de Bellas Artes el 15 de mayo de 2019, cuando se le rindió un homenaje a, líder de esa iglesia, quien hoy se encuentra en una cárcel de Estados Unidos, donde es investigado por presuntos delitos de violación sexual y pederastia. Así pues las alianzas políticas obligan a borrar convicciones y determinaciones regimentales en beneficio de la conveniencia de estrategias de poder que siguen el camino de fortalecer el nacionalismo autoritario caudillista. El morenista Marti Bartres acudió a su cumpleaños vestido de smoking junto con su esposa. México ha superado según Reporteros sin fronteras, a Irak en número de secuestros y asesinatos de periodistas, vivimos un ambiente de corrupción que abarca todos los terrenos, en dónde no hay límites, y dónde los nombres que figuraban antes como políticos convencidos del PRI, han vuelto a reaparecer poco a poco, pareciera que no hay forma de renovarse, sino que lo único posible es reinventar el edificio priísta con las viejas piedras, cómo en el caso del nombramiento del ex gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel como embajador ante España que apareció en una fotografía dentro de una fiesta particular el 26 de junio de este año junto a Carlos Salinas de Gortari (El Universal 26.06.2024) siendo después justificado por Amlo, expresidente de México como un hombre honesto, que sólo celebraba su amistad con un exsocio de negocios. También en este edificio político de Morena, se encuentra Manuel Barlett Díaz, responsable de la caída del sistema en 1988 que desposeería supuestamente a Cuauhtémoc Cárdenas de la presidencia nacional para hacer subir a Carlos Salinas de Gortari, y que estará ocupando por quién sabe cuánto tiempo la Comisión Federal de Electricidad y cuya fortuna asciende a más de 800 millones de pesos . Todo esto, porque quizá la forma de autoridad presidencial no deja de tener los mismos vicios de nuestro sistema Pri partidista desde la revolución: autoritarismo, despotismo, arbitrariedad, caciquismo, iniquidad, abuso, autocracia. Se recurre a la misma palabrería política de los sexenios anteriores y los usos no han cambiado demasiado. Juan Carlos Slim ya tiene virtualmente asegurada la ampliación de esa operación por otros 30 años a partir de 2026 (lo que significa, mientras que miles de inversionistas de pequeños negocios, no pueden emprender fácilmente su proyecto porque se enfrentan a un alud de trámites burocráticos. México según el informe Doing Business es uno de los países más difíciles para emprender un negocio, pues se requieren al menos 35 trámites que a una persona pueden tomarle 500 días además de que tiene que pagar las ¨mordidas¨ que los empleados públicos exigen para realizar el papeleo. En Veracruz, tengo el testimonio de un amigo, de que a los empleados se les llega a descontar una parte de su sueldo como comisión por conservar sus empleos. De AMLO, Roger Bartra nos dice que probablemente su cristianismo se haya inspirado en las clases de civismo de su maestro Rodolfo Lara Lagunas que en su libro Jesús, líder de izquierda inventa un mesías carismático, dirigente del movimiento de los zelotas, patriota y revolucionario, que luchó contra la oligarquía judía colaboradora del imperio romano en nombre de los más pobres. Este espectáculo moral se reproduce en las infructíferas conferencias matutinas que todos los días nos arroja el presidente, para corroborar la eficiencia de su gobierno, con frases cortas, sabias e incuestionables. Se produce un doble discurso, en oratoria se presenta como un héroe que está de parte de los pobres, pero en acto sus acciones políticas siguen siendo las de un neoliberal conservador originario del PRI del que surgió y en el que aprendió las mañas que ahora ejerce. Él siempre dijo lo que quiere, y calló responder a lo que no le gustaba. El problema es que gran parte de sus promesas no se han cumplido, quizá en función de la pandemia, pero el crecimiento socioeconómico no ha alcanzado los límites previstos, se sigue basando la obtención de energía en la obtención de petróleo, la Planta Nuclear de Laguna Verde sigue operando pese a su peligrosidad y yo sigo viendo en las carreteras los camiones de doble remolque tan peligrosos como son rodando sin más, y lo más importante, se prometió sacar al ejército de las calles, y eso no sólo no ha sucedido, sino que cada día se apoya más en el brazo armado para hacer funcionar al estado (Incluso los incluyó en Conacyt el sexenio pasado y seguramente ahí seguirán), lo cual es una maniobra extremadamente peligrosa, cómo se ha demostrado en otros gobiernos latinoamericanos. Y en el caso de México, habría que considerar cómo el ejército es una escuela de capacitación para la delincuencia, en gran manera, triste pero cierto. El texto La Ley del Cuerno , nos proporciona ejemplos escalofriantes de la manera en que muchos pasaron del brazo armado del Estado, entrenado muchas veces por la CÍA, a la formación de grupos delincuenciales. Y podría agregarse a este complejo panorama la necedad del gobierno por apoyar sus recursos económicos en la inversión petrolera que está en el mundo en declive, recordemos también la promesa del presidente de que la gasolina no subiría, sino que bajaría, palabras que no hacen sino probar que la era del petróleo barato ha terminado. Bartra hace notar que en nombre de la constitución moral que su gobierno blande, se cometen atropellos sobre la Constitución real. Un ejemplo claro fue cuando MORENA y sus partidos aliados violaron la cláusula de sobrerepresentación para, sin tener el voto necesario de los ciudadanos, alcanzar una aplastante mayoría de representantes en el Congreso, tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores. Los principios morales que ellos asumieron, los llevaron a arrollar leyes y avanzar por el retorno al autoritarismo. La supuesta Cuarta transformación es una comedia que elude los aspectos históricos degradantes de cada época referida, la independencia acaba en la entronización de un supuesto emperador, la reforma liberal desemboca en la dictadura de Porfirio Díaz y la Revolución, desemboca en una burocracia autoritaria de la que aún no hemos podido desprendernos. Agamben ha escrito un libro de nombre Homo Sacer: El poder soberano y la nuda vida, que retoma una figura romana referente a un sujeto que ha sido privado de sus derechos y que por tanto puede ser sacrificado por cualquiera exceptuando el caso de un ritual religioso, la nuda vida sería entonces aquella que cualquiera puede tomar, aquella que vimos en el siglo XX manejarse en los campos de concentración. Basándose en las reflexiones sobre Biopolítica de Michel Foucault y los estudios políticos de Hanna Arendt, nos revela que la democracia occidental contemporánea que se precia tanto de ser defensora de la libertad y los derechos humanos, se encuentra en una secreta adhesión con el totalitarismo. Retomando a Walter Benjamín, Carl Schmitt, Kantorowicz arroja luz sobre una categoría política que denomina arcana imperii o arcanos del poder ¿Cuál es el interés en hacer esto? Al aplicarse la genealogía al estudio de la política, se nos revela que categorías del poder que antes se ejercieron durante el cristianismo siguen vigentes en muchos sentidos, puesto que nuestro orden jurídico es heredero de un orden político religioso que le precedió. El biopoder que siempre se ha ejercido, desde las ciudades estado hasta los imperios, implica que el ciudadano sufra el poder y el soberano lo ejerza, aunque el estatuto moderno de la democracia acerca al menos en el papel, las dos categorías tratando de empatarlas. El paso a la creación de una Nación, ha creado la paradoja de que el ciudadano es no sólo el esclavo sino también supuestamente el amo y tiene que estar sujeto a las leyes al mismo tiempo que crearlas, suspenderlas, modificarlas, convirtiéndose a sí mismo en la justificación de la vida nuda, de la conservación del estado de excepción, que supuestamente garantizará el mantenimiento de la paz, a través de la imposición de una regla que nos hace a todos como sujetos expuestos a la muerte. La secularización del poder a finales de la baja Edad Media, traerá esta revolución de las normas y conductas de la población. A finales del siglo XVIII se realizó un cambio en el cual el hombre al nacer ciudadano es afectado por un paradigma político en el que se hace sujeto a una condición de vigilancia que politiza completamente su vida y hace improbable su sostenimiento fuera de las reglas de la civilidad. Vivimos todos casi en un campo de concentración, nuestras identidades, deseos, pasos en la calle, son objeto de vigilancia y de cuidado no sólo por el Estado sino por las Industrias que, en este país, ejercen el poder tras bambalinas, y para ser sinceros la distinción entre unas y otras es a veces difícil de hacer. Agamben llega a afirmar que el Estado trata al ciudadano como un terrorista virtual. Quizá sea por el hecho de que en realidad el dispositivo político social que se opera a en las relaciones humanas en Occidente, sea precisamente de control absoluto, algo que estudiando las sociedades africanas postcoloniales Mbembe conceptualizó como necropolítica., y que no sólo puede aplicarse a ese continente, sino específica y desgraciadamente a la situación que vivimos nosotros. Se trata de una concepción extremadamente original de las relaciones entre el Estado y la ciudadanía, envés de la noción foucaultiana de biopoder, que regula condiciones de dominación, sumisión y tributo que va más allá de la concepción de Foucault, puesto que hace al ciudadano un artículo desechable del que puede disponer en cualquier momento sin importar en absoluto su vida. El estado tiene derecho a la muerte como un medio de supervivencia de su soberanía, sobre todo en situaciones denominadas como estado de excepción, que ha convertido al ejército en una extensión de los servicios de seguridad y vigilancia pública. La Guardia Nacional ha sido uno de los pasos más lamentables en el gobierno de López Obrador, en nombre de la Guerra contra el Narco, se han hecho naturales las detenciones, los registros, el incauto de bienes y el allanamiento de morada. En 2018 La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró constitucional la figura de las inspecciones policíacas sin orden judicial o ministerial, únicamente en caso de sospecha razonable o flagrancia, puntos de vista subjetivos que no pueden cuestionarse por el ciudadano, frente a un arma de alto poder. Pienso aquí, en la diferencia supuesta que debía existir entre las capacidades de un policía y un soldado, en la que éste último estaría para defender el territorio y la soberanía en el caso de una supuesta guerra y nada más para eso, pues su preparación cívica y capacitación social no ha sido cuidada en el sentido de evitar la violencia, sino en el sentido de reforzar la fuerza, la coerción y la destrucción. Aunque también debíamos preguntarnos: ¿Acaso el policía es un personaje con estatura de honradez y honestidad en nuestro país? Por supuesto no ¿Será por ello que tantas personas prefieren al ejército en las calles que a la policía? Personalmente, pienso equívoca y estúpida la política de Calderón ratificada por Obrador, que sacó al ejército a las calles para establecer un estado de guerra al narcotráfico que no ha hecho otra cosa que alimentar la fuerza de la delincuencia organizada y el estado de terror que vivimos, las armas están prohibidas para el ciudadano común, pero no para el ejército y los delincuentes que están entremezclados y que pueden comprarlas de todo tipo en el mercado negro o en los EUA, dejando entre dos fuegos a la población normal. ¿Pero cuándo empezó esta situación? Quizá sea exagerado, pero necesario hacer un seguimiento histórico del surgimiento de México como nación, en dónde un grupo de criollos usó a los indios – casi aniquilados por enfermedades desconocidas como la gripe, el sarampión, y sobre todo la viruela después de la conquista – para la defensa y florecimiento de sus intereses, sin hacerles del todo partícipes de los bienes logrados. Y dónde formaron una nación dónde durante siglos el poder ha sido criollo, racista y con la prevalencia de la figura del Amo sobre la del esclavo. Esta estructura jurídico política equivale a una dominación de quien posee los bienes sobre el que nada tiene, en una situación en la que la miseria y el terror son necesarias para la consecución de una opción política que crea desde el principio una clase plutócrata, separada completamente de la población, que solamente suministra migajas a los esclavos, a pesar de que sobre la marcha construye un régimen republicano, que sin embargo, no logra – pues quizá no es su objetivo – abolir una racionalidad basada en la selección de “razas” y la prevalencia de un imperialismo tradicional que tiene como apoyo una fe católica que predica a Cristo para los pobres, pero defiende a Dionisio para los ricos. Por supuesto, no puede hacerse una simplificación nunca de los procesos históricos, el desarrollo de un país no es lineal ni sigue siempre los mismos caminos y formas, tampoco hay avances sin retrocesos. Juárez y la Reforma son una excepción a este movimiento general del que hablo, pero este camino liberal, fracasa en la instauración de una política más justa que pudiese haber logrado la soberanía del pueblo sobre la de los intereses criollos. De hecho, a esta época siguió la dictadura de Santa Ana, y la pérdida de más de la mitad de nuestro país, a manos de la naciente potencia norteamericana. La revolución mexicana, primera en su género en el siglo XX, surge de estas diferencias y resalta como un verdadera protesta social, en contra de esa clase blanca que añoraba ser europea y bailaba el vals a ritmo de Strauss en los salones porfirianos, promoviendo el positivismo en el proyecto educativo nacional, al tiempo que esclavizaba al indio, y no olvidemos que esa misma clase, ha puesto en Orizaba una estatua al dictador – máxima paradoja social que hizo al indio defensor de los intereses blancos – en 2015, y pretende poner otra, en el Puerto de Veracruz. El Estado mexicano moderno, y su denominada democracia, nada tiene que ver con el pueblo, no lo representa. Muchos llaman de Izquierda al nuevo gobierno cuando en realidad es un neoliberalismo ligado al capitalismo. La actual clase política nacional ha surgido del fracaso de los ideales de la Revolución mexicana, la instauración del caudillismo en el siglo XIX y XX, amén de la estandarización de reglas que hasta ahora han hecho todo lo posible para impedir al ciudadano común acercarse a la política. Los partidos políticos se alimentan de las subvenciones estatales, ser político es pertenecer a una clase social pudiente, favorecida, poderosa, profesionalizar la mentira y la estafa, y sobre todo defender los intereses de la burguesía y las trasnacionales. Convertirse en gobernador de un estado, es de alguna forma ser un virrey, cómo llamaban a Javier Duarte exgobernador de Veracruz, quien representó el superlativo de la corrupción dentro un partido político específico, pero que no se diferencia demasiado del estilo político general de todos los partidos. No hay izquierda ni derecha, hay intereses encontrados y tendencias diversas, que no toman nunca la forma de una ideología política total, las ideologías han cedido el paso a conveniencias. La forma de nuestra colectividad ha sido y sigue siendo piramidal, sin promover para nada la circularidad en las relaciones comunitarias. Primaria, secundaria, preparatoria y universidad, burocracia y empresa privada, son los espacios sagrados dónde se aprende la religión de la obediencia, nada debe escapar a este orden disciplinario que se hace carne e identidad en nosotros. Se ha llevado la educación a la segmentación de las áreas de conocimiento, provocando la ignorancia general de los estudiantes, se eliminó la enseñanza de la lógica, las artes y la filosofía. Y la violencia social y la delincuencia que hoy nos invaden (¿Qué me ueden decir del número creciente de feminicidios?), hablan de una rebelión sangrienta en contra de ese orden que está compuesto por múltiples dificultades para crecer, educarse y llevar una vida decorosa, puesto que se basa en la exclusión no sólo del indio sino quizá también del naco. Aunque este último término nos llevaría a otras reflexiones, puesto que de alguna manera sus características y lenguaje, han invadido lenguaje y acciones de la sociedad en general. Se trata de una revolución caótica y sin ideales, más bien un saqueo y un amotinamiento en contra del mal gobierno, una reivindicación salvaje no sólo de clase, sino hasta de raza , un descerraje de los candados de poder a través de la violencia más extrema. Se trata de una rebelión en contra del ojo y del brazo opresor, en la que un sector de la población que normalmente no tendría acceso a los resortes del poder, accede por debajo del orden manifiesto, y tranza con el poder político hasta hacer casi indiferentes discrepancias y acciones, llegando a difuminar y confundir el poder productivo económico corriente, de aquél generado por la delincuencia en el lavado de dinero, la corrupción y las tranzas entre políticos y particulares, todos son delincuentes a final de cuentas. Por supuesto, se tratan y respetan entre ellos como iguales. La vida cotidiana está, gracias a estas combinaciones y enfrentamientos de intereses: militarizada. Los comandantes militares tienen en las localidades que les son asignadas libertad para combatir o no el crimen, reprimir a la población, y en suma conceder la vida o la muerte a quien les plazca. Muchos de estos militares alimentan después de su servicio, los grupos paramilitares, capacitando a las tribus delictivas, como si fuese una extensión de su misma vida de batalla. Más que guerras territoriales, la estrategia de estos grupos delictivos es la de guerra de nómadas, según Zygmunt Bauman , lo que los caracteriza es su extrema movilidad, su rapidez de movimientos, su capacidad para viajar sin equipaje y su habilidad para surgir de la nada. En esta nueva era de movilidad global, el derecho de matar ya no es monopolio único del Estado y frente al ejército regular aparecen diversos grupos que ejercen violencia por encima de los grupos establecidos y los límites territoriales. Un cártel tiene conexiones e influencia internacional, comercia no sólo con droga, coerción o secuestro de personas, sino que interviene en la economía de mercado de los países con los que está involucrado reservándose el intervenir políticamente o con operaciones de terror. Surgen también ejércitos privados, que ejercen sin obstáculo y sin culpa, la violencia. Los integrantes de estos grupos se convierten en figuras ideales para la población menesterosa que anhela tener esa fuerza y ese poder. Esos mismos habitantes los defienden y en ocasiones, los solapan, muchos súbditos han cambiado los ideales revolucionarios y las reivindicaciones sociales por la venganza bruta. No es una vida feliz para el delincuente del todo que sufre persecución, hambre, sed, mala vida, pero es una vida guerrera que desafía los límites impuestos por la desigualdad social, la palabra muerte no existe en su lenguaje. Si hay riesgo, pero también lo que existe a la vez, es búsqueda de riesgo, juego con la muerte, porque estas personalidades tienen una posición particular en la que la muerte no aparece como un destino definitivo, y la satisfacción inmediata de sus impulsos destructivos y autodestructivos está por sobre cualquier consideración racional. Este tipo de sujetos delincuentes protagonizan con su perfil series de televisión privada en la que aparecen como héroes y figuras ideales, cuando han sido caracterizados en la criminología por su posición narcisista, su engañosa inafectividad, el establecimiento de conductas esquemáticas y recurrentes, su baja tolerancia a la frustración, su explosividad agresiva que se expresa física y verbalmente, su inestabilidad, todo esto no necesariamente se contradice con su inteligencia, amén de que pueden comprar con dinero, abogados, administradores, contadores, oficiales y poderes públicos. Llegan a constituir un Estado alterno, que en ocasiones se vuelve más importante que el poder del Estado el cual, por otro lado, es una mercancía que también se puede adquirir. Se manejan bajo el modelo de Feudo, pero constituyen una industria completa del crimen y gozan la característica de poder ejercer la fuerza de manera inmediata, recuérdese que Canneti hacía una diferenciación entre fuerza y poder. Se refería a que la fuerza es más física más coercitiva e inmediata que el poder. La fuerza llega de pronto y es irrevocable, violenta. En México, coexisten una serie de realidades múltiples que combinan la absoluta precariedad, la sociedad del bienestar económico total, la explotación de los trabajadores obreros e intelectuales, y la existencia de grupos paramilitares delincuenciales, en un estado que adopta al capitalismo como religión, y la lógica del Estado colonial como disciplina. En este panorama infernal, que no apunta a ser más justo o equitativo en el futuro, nos podemos calificar de sobrevivientes, estamos en pie frente a muchos muertos. Como diría Canetti : la única forma en que hemos logrado sobrevivir es justamente a través de matar, metafórica, imaginaria, y a veces realmente. Me dirán algunos de ustedes que no son asesinos y que no han cometido nunca un delito, pero tolerar la injusticia y callar frente a la injustica es promover el crimen. Somos todos enemigos de todos, y entre ese montón de caídos levantamos nuestra figura. Indefensos yacen los muertos, nosotros nos sentimos elegidos, hemos dado prueba de sí, nos aceptamos fuertes y creemos invulnerables, sucede así siempre desde la percepción de nuestro miserable Yo. Otra cuestión que no puedo eludir en este análisis, es el fanatismo que ha provocó la figura de AMLO que usó toda su influencia para no dar veraderas soluciones a los problemas de salud sino a partir de limosnas a la población más pobre, los mil y un aplausos que generó en ciertos sectores de la población, tal vez debamos recordar Psicología de las masas y análisis del yo texto escrito en 1921 dónde Freud, en pocas palabras, nos hace evidente que a través de la identificación formamos dioses, los necesitamos para adorarlos y sentirnos seguros sin dudas de que vamos progresando hacia un futuro resplandeciente, protegidos por una figura paterna con la que nos identificamos. Y también tengamos en cuenta que poco antes había escrito Más allá del principio del Placer , dónde había expuesto su descubrimiento de la pulsión de muerte como un hilo que recorre todo nuestro ser, más allá del instinto de supervivencia y la búsqueda de la felicidad. Por último, les recuerdo que Freud escribe su texto sobre el Psicología de las masas y análisis del Yo, poco antes del ascenso del nacionalsocialismo, una ideología que tiene un gancho firmemente atrapado en el populismo, al punto de que pueden establecerse relaciones de parentesco cercano.

lunes, 27 de noviembre de 2023

La impunidad ante quienes verdaderamente trabajan.

Estimados amigos y colegas, gente interesada en el psicoanálisis: Mi amiga la Dra. Gudalupe Rocha Guzmán directora de CEPCIS Sociedad civil, miembro del Consejo editorial de CARTA PSICOANALÍTICA (una persona trabajadora, con iniciativas y ética) que conozco hace más de 25 años, esposa de Luis Valverde Garces (hoy fallecido) ha tenido una serie de graves problemas que quiero compartirles y que nos transmite a través de una carta que ella misma escribió:
DICEN QUE SOY BRUJA Ojalá fuera broma, pero lamentablemente en Cuernavaca algunas personas actúan como si estuviéramos en la Edad Media. Sé que estoy en riesgo, lo mismo que mi familia, pero quiero pensar que, mientras más gente conozca los hechos, estaremos menos desprotegidas. El 30 de agosto en la madrugada, “alguien” grafiteó los portones de mi casa (fue la única afectada en toda la colonia) y al otro día, “alguien” me siguió hasta la colonia Atlacomulco. Mientras estaba en la reunión a la que fui, llegó una camioneta Toyota RAV4 placas RCC644 de la cual se bajó un encapuchado y se fue contra mi auto para navajear una llanta. Dicho vehículo está a nombre del Centro Educativo de Clase Mundial (¡vaya “Clase”!). Esto último ocurrió el día 1 de septiembre de este año 2023 y fue la razón por la cual decidimos cancelar el Coloquio que cada año organizamos en CEPCIS. Hay video de cámaras de seguridad de un Hospital que se sitúa frente al lugar de los hechos, hay declaración de testigo, hay pruebas suficientes para que algo pase pero los dueños y responsables de la camioneta simplemente no responden y no pasa nada .... Como la mayoría sabemos, actualmente se pueden construir escuelas, gimnasios, casinos, etcétera en cualquier lugar de Cuernavaca sin importar el uso de suelo ni los requisitos siempre y cuando se cuente con dinero y “relaciones”. Algo así fue lo que ocurrió con el Centro Educativo de Clase Mundial (también conocido como Tehatsi) cuando decidieron poner primero una secundaria y posteriormente una preparatoria. Puse quejas y denuncié el hecho tanto en el Ayuntamiento como en el IEBEM pero simplemente no me respondieron y me dieron largas por años. A la fecha, continúan funcionando con un “permiso” de uso de suelo en donde se estipulan condiciones que no cumplen, pero además sin importar que tampoco cumplen con requisitos del reglamento que rige a las escuelas en materia de seguridad estructural, seguridad vial, numero de cajones para su plantilla de personal, bahía de estacionamiento, por mencionar algunos. No conformes con esto, la ambición parece no tener límites así que, dentro del mismo predio, decidieron poner un gimnasio como negocio INDEPENDIENTE de la comunidad escolar. Volví a quejarme y poner denuncia tanto en el Ayuntamiento como en el IEBEM, “casualmente” esto fue a finales de agosto, un poco antes de los actos delictivos cometidos en mi contra. En el Ayuntamiento me han hecho ir y venir, me dijeron que la solicitud de verificación normativa se había cancelado, luego que siempre no, después que yo tenía que “demostrar” si tenían o no licencia de funcionamiento y uso de suelo. Me ha llevado tres meses y ya entregué un documento oficial que demuestra que el gimnasio llamado Fitness Lab ubicado en calle 2 número 200 (mismo predio de las escuelas) NO CUENTA NI CON USO DE SUELO NI CON LICENCIA DE FUNCIONAMIENTO ... Hasta el día de hoy continúa funcionando como si no pasará nada. Lo que si ha ocurrido, es que se empezaron a difundir rumores sobre mi persona. Dicen que soy bruja, muy peligrosa, por cierto. Que tengo amedrentados a los dueños de las escuelas y el gimnasio, que les he pintado las puertas de su casa (¿proyección?) y que hasta gallinas muertas dicen que les he aventado a su casa. Cuando me lo dijeron la primera vez, reímos mucho, pero cuando se lo conté a otras personas riéndome, muy serias me confirmaron que sí estaban difundiendo esos rumores diciendo peores cosas y me dijeron “cuídate mucho”. La gente tiene miedo, yo tengo miedo, pero justo por eso escribo esta carta. No quiero vivir con miedo, pero si así hemos aprendido a tener que vivir, al menos no lo haré en silencio. Esta es la razón por la que decidí hacerlo público, con la esperanza de que apalabrar, desenmascarar y denunciar sirva de escudo protector frente a la corrupción y la impunidad de la que algunos personajes hacen gala y también porque si algo sucede, a mí o a mi familia, puedan tener una idea muy cercana de quiénes podrían ser los responsables. GUADALUPE ROCHA GUZMÁN.

domingo, 14 de mayo de 2023

Jazz y psicoanálisis. Julio Ortega B.

Judith Butler, se plantea en su trabajo: Fundamentos contingentes: el feminismo, la cuestión del “Postmodernismo” , si hay acaso una época que pueda denominarse como tal. Se pregunta qué significaría exactamente este término, para la teoría social, o el feminismo. También se pregunta si no es un término adoptado para comodidad de quienes hacen crítica al sujeto o al análisis discursivo, que estarían aplicando un concepto estético a otras categorías no compatibles. Más aún, Bruno Latour escribió también, en 1991 un libro llamado Nunca fuimos Modernos. Ensayo de una antropología simétrica , dónde platea que para los modernos era importante definirse como humanistas, pero este ideal nunca llegó a alcanzarse, llegándose a constituir instrumentos operativos y máquinas sociales que actúan en pro de la performatividad de ideales que dejan al bienestar del sujeto de lado, cuando no lo desaparecen. Este asunto ya lo había previsto Tolstoy quien afirmaba: Vivimos en una época en que el arreglo de la sociedad es malo y un pequeño número de gentes ejerce el poder sobre la mayoría, oprimiéndola, y cada victoria que se logre sobre la Naturaleza inevitablemente incrementará el poder de esa opresión. La cita se encuentra en un libro de Aldous Huxley intitulado: Ciencia, libertad y paz, escrito en 1947 . Allí reflexiona sobre la evolución de la tecnología y su legado para el desarrollo humano, advirtiéndonos que el dominio de la naturaleza no necesariamente trabaja a favor de nosotros. Que el hombre tenga la capacidad de viajar más lejos, le ha compelido a hacerlo; los adelantos de la medicina han propiciado la sobrepoblación; la mayor abundancia de bienes físicos (bañeras, automóviles, computadoras, televisores, etc.) ha expandido el hambre de posesión de dichos bienes. Se ha idealizado el materialismo vulgar y han cambiado los ideales hacia deseos sin freno de éxito personal y de acumulación de bienes, que raya en la venta de exprimidores de limones que llegan a costar 5 mil pesos por Amazon, o en el deseo de cambiar de auto cada 4 años cuando los motores siguen siendo los mismos en un modelo determinado hasta por 30 años, eso sí, siendo programados para ser descartados con el tiempo, por los fabricantes de las grandes compañías automovilísticas. Y además otro absurdo, para qué fabricar automóviles que llegan a correr los 200 kms o más, cuando en las calles de nuestras ciudades no puede caminarse a más de 40 kilómetros. En un libro anterior, El fin y los medios escrito diez años antes, hace una crítica a nuestro mundo capitalista diciéndonos que: En Occidente, a la mayor parte de la gente se le ha hecho indispensable leer sin objeto, escuchar sin objeto, ir a ver films sin objeto, oir música sin objeto, el cerebro de los jóvenes se ha embrutecido gracias al reggetóon y las redes sociales, transformándose todo esto en inclinaciones equivalentes al alcoholismo y a la morfinomanía. Las cosas han llegado a un punto que existen varios millones de hombres y mujeres que sufren angustias verdaderas si se les impide durante algunos días, y aun durante algunas horas, leer los diarios, escuchar la música de las radios, o entrar a los cinematógrafos. Como los que toman droga, tienen que satisfacer su vicio, no porque satisfacerlo les signifique un placer activo, sino porque de no satisfacerlo se sienten dolorosamente subnormales e incompletos. Estos comentarios los hizo en una época muy lejana de los Smartphones, el Internet y los juegos de video de esta tiempo, bautizado como Posmodernidad por Arnold Toynbee y popularizado el término por Lyotard hace unos 35 años, dónde también hacía una crítica hacia la Modernidad no alcanzada, de hecho, y definía la Posmodernidad como el fracaso del humanismo y la invasión de nuestra cotideaneidad por la máquina, al grado que nos es indispensable, nos seduce y nos aplasta. La posmodernidad difícil de definir, es un término que invocó el historiador Arnold Toynbee para oponerlo a la modernidad que aún sostenía los ideales de la Ilustración como, verdad, objetividad, racionalismo, pragmatismo, antropocentrismo, y la noción de progreso como valores universales. Para la postmodernidad no hay metarelatos. Jameson por otro lado, indica también que la posmodernidad no es un estilo sino un modo de producción capitalista específicamente que sostiene la arrogancia de la superación del proyecto modernista. Es un producto híbrido, polimorfo, dónde la forma priva sobre el fondo, caracterizado un individualismo insolidario y narcisista. La investigación científica se usó para contestar preguntas que habitualmente se respondían desde la religión. Frederic Jameson nos dice que la Modernidad empezó en el siglo XVI con el Concilio de Trento y que el Barroco es el primer período secular. Dufour liga el arranque de esta etapa al descubrimiento y conquista de América. Habría que preguntarse si el inconsciente existía entonces, seguramente no, su invención es posterior y cómo un efecto de protesta contra el control de estado, dónde su existencia aseguraba la permanencia de un espacio íntimo, intocable. El mérito de Freud ha sido revitalizar el gnothi seauton (conocerse a sí mismo) y vincularlo a la epimeleia heautou (cuidado de sí mismo) que habían sido olvidadas desde los griegos, reviendo la mayéutica socrática. Según Dufour , lo propio del pensamiento de la modernidad, es ser crítico, acometer contra todo, incluso contra sí mismo. El jazz surge como una protesta a la cadena del blanco en América. Se trata de una decadencia de la figura paterna, pero también de los símbolos asociados a ella. Ya Lacan había dicho del capitalismo: “El discurso capitalista es locamente astuto marcha sobre ruedas no puede ir mejor. Pero, precisamente, va demasiado rápido; se consuma. Se consuma tan bien que se consume”. El blues nació de una rica cultura afroamericana del sur en la que casi todos los aspectos de la vida iban acompañados de música: las dulces nanas, las canciones de trabajo, los gritos del campo, los cantos de los presos encadenados, los cantos religiosos, las canciones de funeral y los evocadores gritos de llamada, no verbales en forma de lamentos y gemidos tan evocadores que siempre han constituido el nuleo de la expresion musical africana. En suma lo que se buscaba es un movimiento de liberación y de poesía. En los últimos cincuenta años, los cambios tecnológicos se aceleraron exponencialmente hasta situarnos en una nueva época que no tiene paralelo con la tradición histórica hasta ahora vivida y que plantea nuevos problemas que hablan de un replanteamiento de nuestra concepción del hombre que le hace despertar en una realidad diferente que incluso cuestiona lo humano mismo. Asistimos a una nueva forma de entender el trabajo, el ocio y el papel del individuo en la sociedad. En términos generales, las personas se dividen en dos grupos: quienes aman el jazz y quienes no soportan escuchar esa música. El jazz es un reto a nuestras convenciones, a la simetría, a todo lo que es fijo, a las emociones y a los sentimientos. Esa música lo transmuta a uno, lo descompone en mil pedazos y lo recompone. Se puede decir que lo más fijo y constante que tiene el jazz es que cambia todo el tiempo. Todo esto que estoy diciendo me recuerda mucho la práctica psicoanálitica que busca la liberación de los sentimientos más sumergidos del sujeto para que a través de ese flujo poético se realice una sublimación y una comprensión profunda de nuestra historia. Científicos que investigan los efectos del jazz en el cerebro y buscan el origen neurológico de la creatividad de los músicos de jazz confirman lo que los amantes de esa música saben desde hace tiempo: que tiene un efecto poderoso en el cerebro, tanto en el que escucha como en quien –por supuesto– lo toca. El jazz agudiza la concentración, aumenta la creatividad y refuerza rasgos como la valentía, el liderazgo, la innovación y la adaptación a situaciones nuevas. El hecho de escuchar los ritmos sincopados del jazz estimula la zona de creatividad del cerebro, que busca nuevas ideas y conocimientos, así como soluciones a viejos problemas. Dicho de otro modo, lo que sucede en el cerebro cuando se escucha y cuando se toca jazz tiene efectos positivos en la forma en que afrontamos la vida. El jazz actual, en especial el llamado “jazz nórdico y el jazz escandinavo”, es más masculino y decir esto así es arriesgado, en esta época inclinada a la ideología de género. La idea generalizada es que los músicos que tocan jazz, sean mujeres o hombres, son personas más inteligentes y con una mayor capacidad de estudio, que les permite combinar un pensamiento creativo y un intelecto rápido que cambia todo el tiempo. “Jazz” es una breve palabra para muchos estilos. Desde el “blues” negro de Misisipi al “ragtime” de Scott Joplin, orquestas de “dixie” de Nueva Orleans, Louis Armstrong, Duke Ellington y hasta orquestas de swing de los años de la gran depresión en Estados Unidos. Entre ellos, Count Basie, Benny Goodman, Glenn Miller. El jazz sigue con el complejo bebop de Dizzie Gillespie y de Charlie Parker. Y pasa por las grandes cantantes como la diosa Billy Holyday, Ella Fitzgerald y Sara Vaughan. Los “oldies” de Ella y de Armstrong, Sinatra, el jazz sereno de Dave Brubeck, el siempre avantgard Miles Davies y el intenso Bill Evans. La bosa-nova de Carlos Jobim y de Stan Getz. Hasta los nuevos artistas como Eberhard Weber, Keith Jarrett, Tore Brunborg, Lars Danielson, Rainer Brüningaus o el místico Terje Rypdal. Yo tuve la experiencia de presenciar a Bill Evans, Oregon y Chick Corea entre otros. En síntesis, muchísimos y muy diferentes todos. Pregunta: ¿Entonces, por qué a veces el jazz suena como a gritos estridentes? Respuesta: Hay quienes dicen que es un arte adquirido. Hay que entrar en ello, profundizar en los diferentes estilos del género y ver qué nos llega al corazón. Peter Sloterdijk, en su libro La herencia del Dios perdido ha realizado una investigación curiosa sobre el espíritu humano en nuestra era en la que Dios habría muerto, pero se conserva desde el otro lado de la barda, en la obscuridad, mirándonos con recelo. Porque su tesis es que el hombre vive hoy en una sociedad excéntrica sin lugar para la individualidad, en la que queremos mostrar a nuestros semejantes a quien amamos en el Facebook, nos relacionamos sexualmente de una manera fácil a través de las redes sociales e intentamos matar la soledad con el espejo de la apariencia. No hemos matado a Dios, sino que lo mantenemos oculto como un Superyó exigente, gozoso. Hubo un momento en que teníamos la religión y nuestra vida era concéntrica, conforme con el cosmos, el Nirvana, pero a partir de cierto punto, el hombre se experimentó como un ser que no tenía relación con lo no proporcional y se individualizó. Un día los hombres, dejaron de colocar a Dios por encima de todas las cosas, y los hombres para seguir el ejemplo de Satán y se eligieron a sí mismos como objeto de amor. Esta idea es también la que atraviesa, en parte el argumento de la conocida novela de Neil Gaiman : American Gods, dónde los dioses antiguos luchan contra los nuevos dioses mecánicos, para al final se descubra que unos y otros dioses son personificaciones de los mismos mitos. La marcha tecnoindustrial agudiza las diferencias materiales y oscurece nuestro futuro barbarizando cada día más nuestra cotidianidad. Cada día hay más ricos y mucho pero mucho más pobres, la sociedad se ha ido volviendo una máquina loca de ingeniería en la que el ser humano no cuenta ya y la naturaleza está siendo devastada, siendo amenazado nuestro planeta tal y cómo lo conocemos, modificando su clima, sus recursos, y provocando la extinción de las especies naturales. Stéphane Hessel al final de su vida, en su libro testamento Indignez-vous , se encolerizaba porque hoy el Estado dice que no puede hacerse cargo de la salud y la educación de todos sus ciudadanos. Señalaba que los progresos conseguidos por la libertad, la competición, la carrera por el “siempre más” pueden constituirse también en un huracán destructor. Decía que no es claro que nuestras democracias estén operando a favor de los derechos de los ciudadanos, que no hemos sabido qué hacer para cuidar nuestro medio ambiente, y que la amenaza de los sistemas dictatoriales no está completamente erradicada. Subraya que la indiferencia es la peor de las actitudes posibles y que el egoísmo que dice “yo no puedo hacer nada, yo me las arreglo”, no puede llevarnos sino a una catástrofe y a otra. Con más entusiasmo cada día se habla de la Inteligencia artificial, comparándola a la inteligencia humana. Se habla una y otra vez de la integración de la máquina con el hombre en el siglo XXI y la resolución de los problemas de salud, hambre y sociales merced a la tecnología de la información, la robótica y la nanotecnología. Para los fanáticos del avance tecnológico, habría que recordarles que la reproducción de las máquinas no es sexual sino tecnológica, mecánica. La sexualidad es el medio por el cual el hombre se reproduce y se vincula, todo lo demás es una consecuencia de esto. Pero también, la sexualidad en el hombre es lo que marca la discontinuidad del ser, la necesidad del prójimo, con el corolario del fenómeno del placer que no es necesariamente un aliciente para la reproducción de la especie, sino un inefable que marca a los sujetos humanos y les induce a la repetición de lo incomprensible del sagrado goce sexual. El fantasma de la máquina sustituyendo al hombre es muy antiguo, y tiene muchos antecedentes, entre ellos, el mito medieval y judío del Golem, pero una máquina jamás podrá pensar como un humano porque no tiene inconsciente, no puede asociar libremente y sobre todo porque su existencia no está marcada por los significantes: vida, muerte, sexualidad y deseo. Inteligencia es para los tecnócratas, acumulación de información y toma de decisiones según una cierta lógica positivista. En un artículo publicado por Nicholas Carr intitulado: ¿Qué le está haciendo internet a nuestros cerebros? ¿Está Google estupidizándonos? , sintetiza algunas de sus ideas publicadas en su libro: Superficiales . Retoma las ideas del una vez polémico y hoy casi olvidado Marshall MacLuhan respecto a que los nuevos canales de comunicación no son simplemente medios pasivos sino activos que van conformando y modificando nuestro método de pensamiento. Según este académico, que fue un crítico acérrimo de los medios electrónicos y que enfocaba sus argumentos en la televisión, sin imaginar lo que vendría después, “el medio es el mensaje”. Esto implicaba que la información no era simplemente transmitida a través de un medio más efectivo que haría más fácil su transmisión sino que esta tecnología tendría como destino adormecer nuestros sentidos y convertirnos en sonámbulos. La tecnología no es sólo una herramienta inerte sino un medio que socaba cualquier capacidad de reflexión. McLuhan imputaba a los medios electrónicos su carácter no lineal, repetitivo, que obran más por argumentación analógica que secuencial. Merced a esos medios “nos convertimos en lo que contemplamos”, en otras palabras: “modelamos nuestras herramientas y luego éstas nos modelan a nosotros”. Gran parte de lo que McLuhan tenía que decir, cobra mucho más sentido ahora del que tenía en 1964 y, mientras sus obras han permanecido en la sombra, la verificación de sus profecías y análisis empezó a manifestarse en MTV, el Internet, las empresas de compras por televisión, las televisones multichannels y la propaganda que llevó a Trump a la presidencia de EUA, tecnologías que había intuido pero que no vivió para verlas. Nos dice Carr que el internet es una mesa en la que se sirve un banquete tras otro, en los que cada plato es más apetecible que el anterior, sin apenas recuperar el aliento para entre bocado y bocado. Nos dice Robert Dany Dufour que si en la sociedad moderna la patología prevaleciente era la neurosis producida por la represión, las patologías que hoy se difunden epidérmicamente tienen un carácter tipo psicótico-pánico. La hiperestimulación de la atención reduce la capacidad de interpretación secuencial crítica, pero reduce también el tiempo disponible para la elaboración emocional del otro, del cuerpo del otro y del discurso del otro, que busca ser comprendido sin lograrlo. Los modelos informáticos, no toman en cuenta para nada a Freud. Se piensa hoy que el cerebro es una computadora, cómo ya antes desde el siglo XIV se pensaba que el cuerpo y la mente eran un preciso reloj matemático. Los seres humanos operando bajo dicha lógica están condenados a la rutina, al sacrificio de su salud y su felicidad. Se ha ponderado el hecho de que la máquina podrá liberar al hombre del trabajo inútil y le proporcionará más tiempo para su solaz y descanso. Pero el hecho es que en las grandes ciudades, el hombre sujeto a las reglas industriales y a la eficiencia, tiene muy poco tiempo para dedicarlo a su familia, y señalaba Mumford, a las relaciones sexuales. Quisiéramos siempre ser otros, transformarnos a nosotros y al mundo, pero los ideales se nos han ido esfumando en la Posmodernidad, para dejar nuestra imaginación estancada en manifestarse a través de sueños prefabricados como los “reality shows”, los juegos de roles, la moda y los disfraces del Instagram. No pudimos transformar al mundo como quería el Che Guevara, pero ahora usamos la camiseta con su imagen y nos llenamos el cuerpo de tatuajes y piercings que prueban de una manera poco rebelde nuestro descontento ante la sociedad de las diferencias actual. El capitalismo/industrialismo/instrumentalismo ha condenado a los habitantes de las sociedades del siglo XXI a una vida infeliz e infame, atravesada por la violencia en diferentes formas. Se toma como una consecuencia inevitable del desarrollo: los sistemas represivos de poder, el privilegio a las instituciones sobre los individuos, las relaciones estratégicas sobre los deseos individuales, la reglamentación de las relaciones personales al punto de regular la vida personal en las decisiones más particulares e íntimas y en nuestro país, la potencia de las instituciones criminales sobre el Estado. La tekhné nos ha vuelto zombies o autómatas. Sociedad y cultura, han sido afectados por ese fenómeno que es llamado por los especialistas posmodernidad y cuyas consecuencias son las de transformar, consciente o inconscientemente, las formas anteriores de relación, de convivencia y anudamiento del lazo libidinal que antes existían, reemplazándolas por una razón soberbia, egoísta, cínica producto de un narcisismo atravesado por la pulsión de muerte. El Superyó es un demonio mezquino que exige el sacrificio del otro, esto es lo que subyace a la competencia la mercadotecnia y la drogadicción por el consumo de cosas inútiles. Por eso es tan importante dar su lugar al Jazz, que es poesía, inteligencia humana e improvisación liberadora.

Psicoanálisis y psicosomática. Julio Ortega B.

El término psicosomática, que fue revalorizado después de la Segunda Guerra Mundial por aquellos practicantes de la medicina que vieron múltiples trastornos en los soldados en el campo de batalla, y que fue establecido como un tema de interés para el mundo médico, una nueva aproximación al arte de curar, no es sin embargo, nuevo… sino casi tan viejo, como el mismo ejercicio de la medicina. Tratando de rastrear la definición del término psicosomática, uno puede darse cuenta de que ha sido, fuente de confusión desde el inicio mismo de su enunciación. Al parecer es un concepto, que trata de relacionar aquello que sucede entre el soma (el cuerpo) y la psique (el alma), que intenta unir aquello que responde al fenómeno del cuerpo y lo emocional. En los orígenes de la historia de la medicina, se perfilan varias ideas fundamentales, que van a incidir sobre su misma práctica. Aparecen ya dos líneas diferentes de conceptualización. Una de ellas, parte de la Escuela Hipocrática del cuerpo, la de Cos, con su concepción dinámica, humoral y espiritual que establece qué el paciente, es el que en su conjunto se encuentra enfermo y que nos dice que no existen enfermedades sino enfermos. Otra corriente, representada por la Escuela Cnidos, de orientación materialista y organicista, piensa que el paciente tiene una enfermedad. Esta escuela se centraba más en la enfermedad como entidad independiente, y dicha concepción se continuó en el tiempo con Galeno y de ahí hasta nuestro días. Esta orientación, con su trabajo, presta poca atención al estado general de los pacientes, y la patología prevalece sobre la persona enferma, como motivo de estudio e interés. Pero tratar una afección y atender un paciente consiste en algo más que clasificar o conocer una enfermedad, esto es algo que los médicos con experiencia llegan a valorar como cierto después de muchos años de clínica. Los médicos han sabido desde siempre, que la llamada vida emocional, tiene íntima relación con los padecimientos del enfermo, y sin embargo, los conceptos estructurales introducidos por Virchow, llevaron a una separación de la psyqué del soma, y a la consideración de que la enfermedad era simplemente una cuestión que involucraba órganos y células. Él estableció las bases para el moderno avance científico de la medicina, y se debe a él mucho de la práctica médica actual que ha salvado muchas vidas. Pero en esta concepción hay una confusión entre el orden pedagógico y el orden heurístico. La enseñanza de la medicina comienza justamente por la anatomía y la fisiología del hombre normal a partir de las cuales se puede deducir a veces con bastante facilidad, admitiendo ciertas analogías mecánicas, la causa de ciertos estados patológicos, por ejemplo, en el dominio circulatorio. Sin embargo, todo parece indicar que el orden de adquisición de tales correspondencias anatomo – fisiológicas ha sido el inverso. El enfermo es quien primero experimenta que "algo no anda", ha observado ciertas modificaciones sorprendentes o dolorosas de la estructura morfológica o del comportamiento. Equivocadamente o no, ha atraído hacia ellas la atención del médico. Alertado por el enfermo, éste ha procedido a la exploración metódica de los síntomas patentes y más aún de los síntomas latentes. Nos dice Canguilhem, se produce aquí un olvido profesional, susceptible de ser explicado por la teoría freudiana de los lapsus y actos fallidos. El médico tiende a olvidar que son los enfermos quienes llaman al médico, el olvido del sujeto aquí, es no sólo un error estúpido de la medicina, sino la pervivencia de una negación del ser humano sufriente. El fisiólogo tiende a olvidar que la medicina clínica y terapéutica, no siempre tan absurda como se la quisiera declarar, ha precedido a la fisiología. El pathos es quien condiciona al logos, porque lo requiere. Lo anormal es lo que suscita el interés teórico por lo normal. Las normas sólo son reconocidas como tales en las infracciones. Las funciones sólo se relevan por sus fallas. La vida sólo se eleva a la conciencia y a la ciencia de sí misma, por la inadaptación, el fracaso y el dolor. Con la introducción de nuevos métodos examen, producto del desarrollo tecnológico, de instrumentos de precisión, la aplicación de la ingeniería de la medicina se volvió inobjetable y en términos generales benéfica. Pero, ésta disciplina se contentó a sí misma con el estudio del enfermo y su organismo, cómo si fuese una simple máquina. Los estudios de laboratorio se volvieron entonces, el único método de investigación y los médicos dejaron de escuchar a sus pacientes, empezando lo que hasta nuestros días vivimos, y que podría denominarse la era de la mecanización de la medicina. Pioneros de la psicosomática como Edward Weiss (alumno directo de Freud) e English (Weiss e English, 1949), afirmaban que la tercera parte de los pacientes que consultan al doctor, tienen síntomas que son producto de su fantasía, lo cual no quiere decir que no debemos tomar en serio sus males o procedamos a responder con indiferencia ante ellos, sino valorar sus dolencias en el contexto adecuado, estos problemas que se han llamado funcionales, comprenden dolencias en el plano del aparato músculo esquelético, las vías respiratorias, el sistema urogenital, etc. También migraña, hipersensibilidad, otros signos y síndromes aparecen, y a veces varían, en el curso de un tratamiento en este tipo de pacientes . Otra tercera parte, tienen síntomas orgánicos que en parte dependen de factores emocionales, verbigracia: a) Úlcera péptica b) Colitis ulcerosa c) Asma bronquial d) Neurodermatitis e) Artritis rematoidea f) Hipertensión esencial g) Tireotoxicosis (Bekei, 1992) y nuestra lista puede extenderse a muchos otros padecimientos. Por caso, el término de neurosis histérica desapareció del DSM III en 1980. Los signos y síntomas característicos de esta patología se englobaron en otras entidades nosológicas, en estricto sentido de la palabra con razón ya que se desvinculan los síntomas de lo que supuestamente provocaba la enfermedad, que era la migración del útero, descartándose que pudiera presentarse en hombres, cosa que Charcot y Freud rebatieron. Pero, en 1976 se empezó a utilizar el término de fibromialgia para definir una enfermedad que se caracteriza por fatiga extrema, dolor corporal persistente, difuso y generalizado, con predominio en la región lumbar, cuello, tórax y muslos, calambres o espasmos dolorosos y localizados, rigidez de intensidad variable de músculos, tendones y tejido blando circundante, dificultad para dormir, sueño no reparador, ligero e inestable, con pesadillas, y gran cantidad de descargas dolorosas en los músculos durante la noche, lo que acentúa el cansancio y la fatiga, rigidez matutina, dolores de cabeza, problemas con el pensamiento y la memoria, síntomas que impiden el funcionamiento cotidiano; se presenta aproximadamente entre el 3 y el 6% de la población general, siendo más frecuente en mujeres, comúnmente entre los 20 y los 50 años de edad. Podemos decir, junto a nuestra colega Sánchez Valis (2012) ser que la fibromialgia ha venido a ser la heredera de la neurosis histérica en la medicina postmoderna. No se ha encontrado un origen o lesión específica al igual que a la histeria, como ya lo mencionó Freud (1888) en los primeros escritos sobre la misma. Este autor no encontró alteración anatómica del sistema nervioso, y decía que ni en el futuro con las técnicas refinadas se podría comprobar alteración anatómica alguna, ya que sólo se encuentran modificaciones fisiológicas del sistema nervioso. Dada la naturaleza de la fibromialgia, no existen pruebas de laboratorio disponibles para realizar el diagnóstico, y de hecho, los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales en estos pacientes. Se han realizado estudios inmunológicos que han presentado ciertas alteraciones pero no han sido concluyentes. El diagnóstico es clínico y se establece por exclusión de otras patologías. El tratamiento propuesto para la fibromialgia es multidisciplinario: ejercicio, psicoterapia y fármacos. Dentro de los fármacos utilizados se encuentran los antidepresivos, relajantes musculares y analgésicos. De las psicoterapias propuestas no se incluye nunca la psicoanalítica. Volvamos atrás: ¿Cómo reacciona el médico habitualmente frente a los pacientes del primer grupo? Se les maltrata en muchos casos, se les dice que no tienen ningún padecimiento, lo que ocasiona que, busquen médicos deshonestos que realicen operaciones innecesarias, lleguen a prácticas de charlatanes o chamanes que -- por lo menos -- mermen su economía, y aterricen incluso, en experiencias iatrogénicas que acaban por quebrar su salud. Al paciente, no le basta que el médico le diga: “Está todo en su mente, olvídelo, piense en otra cosa”. Para Freud (El Yo y el Ello,1923) era claro que el Yo era no otra cosa que un Yo – piel. Esta afirmación, que no fue del todo desarrollada por el creador del psicoanálisis. Implica, sin embargo, que la piel no es sólo una envoltura o un ente orgánico sino que el cuerpo tiene un doble apoyo que es biológico y social. El médico tradicional tiende a menospreciar el aspecto emocional y busca siempre una causa física para encontrar una explicación al malestar del paciente. Piensa que si no aparece la causa enseguida, debe buscársele con más calma hasta que emerja y que las causas infecciosas, alérgicas, endocrinas, y metabólicas, responsables aflorarán tarde o temprano. En el segundo caso, los médicos tienden a dar muchas vueltas o se comportan de manera temerosa para hablar con el paciente y explicarle en términos entendibles y sencillos que la causa de su padecimiento es psicogénica, por miedo a ser menospreciados como doctores o quizá ofender a su paciente. Mucho ganarían en su aproximación al paciente si pudiesen permitirse ser más francos con él, y poder preguntar: ¿Hay algo en este momento que le inquiete particularmente? Produciría, sin ninguna duda, material de mucha importancia. También el hecho de que les dedicasen algo más que 15 minutos a los pacientes, se traduciría en mejoras indudables en su estado de salud, eso desgraciadamente, contradice los criterios de las instituciones de salud pública, por lo menos en nuestro país, dónde los números cuentan más que las personas. En un estudio en la Clínica Mayo, Macy y Allen (Op cit. Weiss, English, 1949), se examinaron los expedientes de 235 pacientes que después de seis años de haber sido diagnosticados como enfermos nerviosos crónicos, habían seguido siendo tratados con la idea de que un mal no reconocido de origen físico aparecería en algún momento. El diagnóstico final, probó que el 94 % de los pacientes no tenían ningún mal, sino de origen psicogénico. Pero es sumamente interesante, saber que en ese grupo, se habían realizado 289 cirugías sobre 200 pacientes. Pero en general, e infortunadamente, el criterio médico es que los factores físicos son suficientes para proporcionar una explicación de lo que es una enfermedad. Definir las dificultades funcionales es hoy el reto para la medicina. Se trata de una combinación variable de síntomas crónicos o recurrentes que no pueden ser explicados por anormalidades estructurales o bioquímicas. Ningún sistema del cuerpo parece estar exento de estos problemas. El psiquiatra orientado únicamente de manera neurológica y que no escucha a su paciente, se comporta como un técnico o un mecánico, opera con la simplicidad de un expendedor de refrescos, al que se le depositan monedas, proporcionando neurolépticos, antidepresivos, benzodiacepinas, y sedantes hipnóticos, atendiendo sólo a la demanda inmediata de la desaparición inmediata de los síntomas del paciente. Su respuesta al malestar, es habitualmente sedar al paciente, lo que satisface, muchas veces, una demanda del núcleo familiar que ya no soporta al enfermo (a). Hoy está por demás probado, que medicamentos estabilizadores del ánimo pueden causar problemas de nacimiento. La exposición de la madre, hasta 32 días antes del nacimiento, a este tipo de substancias, puede afectar el desarrollo del tubo neural, y la exposición entre los días 42 – 63 puede afectar el labio y el paladar (Yonkers et al 2004. Op. Cit. Wise y Rundell, 2005). El problema en esta aproximación, es la pésima comprensión del enfermo y la falta de conceptualización de los factores psicosomáticos y su importancia. Algunas veces, la existencia misma de los síndromes, es puesta a debate, pues algunos llegan a pensar que estas aflicciones fueron inventadas por la industria farmacéutica para conveniencia de sus intereses, favoreciendo la introducción de nuevos productos. La verdad es que los clínicos, muchas veces, carecen de las bases teóricas para entender a sus pacientes y no poseen lo que los antropólogos llaman, convincentes Modelos Explicativos. Trabajan sin un conjunto estandarizado de conceptos, prácticas y criterios para enfocar un tipo de problemática particular que sirva como referencia, para enfrentar y resolver nuevos problemas de índole similar. Su negación de los factores inconscientes, y de las aportaciones prácticas del psicoanálisis, les hace caer, en la necedad de operar en la obscuridad, en su clínica cotidiana. Por descabellado e increíble que parezca, el difundido Manual Clínico de Medicina Psicosomática de Wise y Rundell publicado en 2005, por la American Psychiatric Publishing, Inc. no tiene una sola mención a Freud, al psicoanálisis o al inconsciente. La medicina psicosomática, debería ser, nada más y nada menos, que una aproximación mulitidimensional. Peter Novak (En: Christodoulou, 2005) nos dice que es una manera comprensiva de mirar a la salud y a la enfermedad, sin caer en sobre/simplificaciones, dogmatismos cientificistas, y soluciones simples a problemas complejos. Los métodos de investigación han progresado y se han vuelto más sofisticados pero la moderna psicosomática se basa en dos conceptos antiguos: el concepto de holística, y el de psicogénesis. El punto de vista de Aristóteles sobre la práctica médica en la Ética a Nicómaco (Aristóteles, 2012) es aquí relevante. Mencionaré, sólo algunos puntos esenciales para integrar la aproximación holística de la medicina que Aristóteles nos legó, a la medicina moderna. Así, tendríamos que: 1) La medicina funcional somática debería basarse en un conocimiento integral y sistemático del cuerpo. Un buen otorrinolaringólogo debe saber también como trabaja el sistema circulatorio, el nervioso y el músculo esquelético. 2) La actuación sobre el cuerpo debe ser complementada por un conocimiento de la esfera mental. Y el descubrimiento de Freud de que hay una parte consciente y otra inconsciente no debería ser desechado fácilmente. Agregaría, el inconsciente es sexual, y no en términos urogenitales, sino en la comprensión de que es fundamentalmente empujado por el principio del Placer y su contraparte, la Pulsión de muerte. 3) La individualidad de cada caso particular debe siempre ser resaltada sobre el conocimiento general de la patología. Cada persona es única y se encuentra en un período irrepetible de su vida, reducir la práctica médica a la de simple ciencia aplicada, es empobrecerla y volver al médico, un similar al mecánico automotriz. 4) En toda intervención médica debería haber una reflexión cuidadosa sobre la relación entre método y fin. Tiene que imponerse una relación jerárquica del fin sobre el método, éste último siempre debe estar subordinado al fin. 5) Como en ninguna otra disciplina de las ciencias naturales o sociales, verbigracia, la biología o la política, la medicina debe seguir la racionalidad de la razón práctica. Esto no se excluye, sino se complementa, con el uso de los instrumentos que proporciona la ciencia, y la racionalidad de la investigación científica, pero la racionalidad de la medicina debe estar basada en un beneficio práctico para el paciente. 6) La práctica de la medicina no produce salud. La salud no es algo que pueda ser producido. Lo mejor que puede realizar la medicina es ayudar, auxiliar a que la salud se produzca por sí misma, la salud del paciente debe estar siempre por encima de cualquier consideración. 7) La razón práctica consiste en encontrar los métodos adecuados para tratar al paciente y significa también, que el derecho de las metas a alcanzar, sea subordinado a la ética y conocimientos del médico, que debe plantearse las distintas posibilidades y consecuencias, distinguiendo los fines correctos de los incorrectos. 8) La medicina sólo encuentra su justificación y su comprensión práctica en conexión con otras formas de conocimiento, que permitan en su conjunto que los seres humanos vivan en sociedad y felices. Vivir juntos en mutua tolerancia es el fin principal del bien común. Este fin se alcanza a través de cualidades y capacidades diversas. Debemos tener siempre presente la crítica de Nietzsche a la búsqueda de ideales: Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño, han exigido de él siempre lo imposible, como todos los amantes. 9) El énfasis en la racionalidad científica, el abandono y la subestimación de la razón práctica y la capacidad ética, el abandono de conceptos holísticos de la investigación médica, y la delegación del paciente y su sufrimento a un segundo término, haciendo prevalecer otros criterios que no hacen sino empobrecer la práctica médica, habitualmente reduciéndola a una sirvienta de los administradores y de los políticos. El diagnóstico de una enfermedad psicosomática debe depender no sólo del examen físico sino de un cuidadoso aprecio de la historia del paciente. No se trata sólo del historial de exámenes que se han realizado en él, sino de una entrevista cuidadosa que vaya más allá de consideraciones de laboratorio. Cuando una persona está enferma, se encuentra enferma por completo. Los otorrinolaringólogos pueden realizar un cuidadoso examen de las capacidades auditivas de su paciente que dice no oír del lado izquierdo bien, y llegar a la conclusión de que no es así, de que él no tiene disminuida su capacidad auditiva de ese lado. Pero si él insiste en que no oye bien de ese lado, tienen que prestar atención a lo que él pueda decir al respecto, encontrarán útil hacerlo. Habitualmente no se considera así, pero Freud desde sus primeros trabajos psicoanalíticos trabajó para fundar lo que hoy conocemos como: medicina psicosomática (England y Straind, 2006). De hecho, su formación médica como neurólogo y su posterior relación con los departamentos psiquiátricos de los médicos suizos, hizo posible que se trataran a pacientes renuentes a tratamientos médicos tradicionales en los departamentos psiquiátricos de diversos hospitales en Europa de principio, y con la diáspora freudiana, en América. Georges Parcheminey (Op. Cit. Mijolla de Alain, 2005), afirmaba ya en La Problématique du Psycho-Somatique, que data de 1948, que contrariamente a cómo se piensa, el término Psicosomática no fue una invención norteamericana, sino un desarrollo lógico a partir de la teoría de las Neurosis freudiana y su particular estudio de la histeria. La medicina psicosomática no existe por sí misma, sino es un desarrollo aislado de una concepción más antropológica de la medicina, una visión más sintética de toda la existencia humana. Muchos autores (Bick, Winnicott, Marty, etc) se han interesado por la función psíquica de lo táctil y lo corporal, su papel en el desarrollo y en la psicopatología de los individuos. Para Didier Anzieu (1994) la piel constituye no sólo un órgano de contacto y percepción con el mundo. El primer Yo es corporal, sensorial, y so-bre él se estructurará un Yo psíquico que permita acceder a la identidad, al sentido de si mismo y a la realidad. La piel, será el órgano que dará lugar al primer bosquejo del Yo, a los cimientos y la estructura de la mente. A través de los cuidados que se proporcionan al bebé: estrecharlo entre los brazos, acariciarlo, bañarlo, frotarlo, moverlo, masajearlo… se establece ese primer vínculo con la madre que inicialmente es perceptual y y corporal. Éste yo corporal es el paso previo necesario para la organización posterior del pensamiento y la palabra. Todas las experiencias del Yo-piel tanto placenteras como dolorosas son estructurantes, en sí mismas, son oportunidades para iniciar representaciones mentales, y ligar pulsiones internas a dichas representaciones. La representación de la piel nos permite acceder a la primera distinción entre dentro y fuera. El límite entre el Yo y el exterior desencadena el paso de un narcisismo primario –universal, omnipotente, fusional – a un narcisismo secundario y establece la primera separación entre el Yo y el objeto, aunque sea parcial. Winnicott también reconoce una entidad que sería el equivalente al Yo-piel de Anzieu y que llamará el psique-soma. Piensa que inicialmente el Yo del bebé se fundamenta en experiencias físicas, sólo con el tiempo, a esas experiencias se les atribuirá una característica emocional, psicológica o social. Este psique-soma se refiere “a la elaboración imaginativa de las partes, sentimientos y funciones somáticas, es decir, al hecho de estar físicamente vivo”. Si este psique-soma o yo corporal atraviesa adecuadamente las etapas más tempranas del desarrollo, comenzará a derivar en el desarrollo normal de la “mente” o yo psíquico. La relación de la madre y el hijo, es siempre muy intensa (Bekei, 1974). El contacto de la madre con su hijo, le exige la máxima empatía con éste, para poder responder a sus necesidades a través de los signos y movimientos de su cuerpo (hociqueo, estremecimientos, pataleos y retortijones) o sonidos no verbales del todo (llanto y balbuceo). Una madre narcisista que no escucha, y administra cuidados a éste… sólo tomando en cuenta sus propias necesidades, ejerce violencia sobre su bebé. Si al bebé se le alimenta cuando no tiene hambre, se crea una resistencia que puede ser pasiva (inapetencia, dificultad para tragar) o activa (vómito o regurgitaciones). Esto también puede provocar hiperexitación, insomnio, autosatisfacción en forma de narcisismo, y reacciones de protesta ante la madre. Éstas últimas, se manifiestan en forma de ataques imaginarios a la madre, debilitan al niño, pues lo agotan y llenan de culpa, producen síntomas y frenan su desarrollo. Por otro lado, no permitir, bloquear los intentos de autoafirmación del bebé por necesidades narcisísticas patológicas propias, rechazarlo cuando se aleja y sólo darle muestras de afecto si manifiesta su dependencia, se traduce en un temor creciente del niño a perder el amor de su madre. En este caso, la madre no puede renunciar a su narcisismo, y no acepta la capacidad creativa del niño. Ambas situaciones, se traducen en trastornos en el desarrollo y dificultades en la construcción de su Yo y la vinculación con su cuerpo, que son fuente de futuros trastornos psicosomáticos. Crean resentimiento y rabia, al mismo tiempo que una sensación de desamparo, de falta de amor. Amor y odio entran en conflicto, y finalmente puede negarse el odio, pero la agresión originalmente dirigida hacia la madre no desaparece sino que se vuelve contra el sí mismo. El cuerpo psicosomático nos dice Mc Dougall “no habla sino que obra”. Su pensamiento es deficitario y sólo parcialmente se relaciona con el otro, estableciendo con dificultad verdaderas relaciones de amor. Su pensamiento se centra en detalles teniendo dificultad para ver el conjunto y tiende a la actuación de sus conflictos de manera impulsiva. El funcionamiento mental en el caso de lo psicosomático, tiende a centrarse en el propio sujeto, aislándolo paulatinamente del resto de quienes le rodean. El paciente psicosomático crea sus propios símbolos y preocupaciones, en una especie de locura particular, que se autoalimenta a sí misma y que va a provocar diferentes tipos de actuación del conflicto. El afectado por lo psicosomático tiende a sobrecargar su aparato mental, llegando a producir en ocasiones, sintomatología que va desde la esfera hipocondriaca a presentaciones delirantes, por ejemplo, supuestas infestaciones al estilo de la parasitosis, y hasta la invención de órganos. Padecimiento psicosomático significa: formas deficientes de inclusión simbólica, acuse de experiencias traumáticas, malos cuidados maternales, e incluso maltrato infantil. Freud ubica ese goce en el más allá del principio del placer, lo llama "el placer del displacer". En éstos casos, la conducta de las personas, no busca una satisfacción simple, por curioso que parezca, lo que se busca es sufrir, ya sea por expiar una culpa o por deformaciones en el establecimiento de metas regulares para la satisfacción instintiva. Todos conocemos cómo se puede disfrutar del dolor, por ejemplo en el sado-masoquismo, y cómo en algunos pacientes sus enfermedades no remiten, pues representan la pérdida de beneficios añadidos por la enfermedad. También a este campo de estudio, se agregan nuevas problemáticas: existe, una entidad definida por primera vez por Hubbard (2001) (Op. Cit. Döll, Gálvez) que no está incluida en las clasificaciones DSM IV o CIE 10, la “esquizofrenia cenestésica” que se refiere precisamente a un subgrupo de pacientes esquizofrénicos que principalmente presentan sintomatología centrada en la aparición de sensaciones corporales anormales o fenómenos de control corporales. Esta variante de esquizofrenia, sin embargo, aparece frecuentemente en la literatura fenomenológica rusa e incluso en Japón se reconoce este subgrupo. La sintomatología cenestésica se presenta con características extrañas y bizarras: sensaciones térmicas y eléctricas, dolor, debilidad, sensaciones de movimiento, cambio o distorsión de partes del cuerpo, e incluso en su consistencia, hasta sensaciones cognitivas y perceptivamente más elaboradas (pacientes se sienten atravesados por agujas, espadas, o que sienten que les desnudan...). Estas sensaciones aparecen por fases o de forma paroxística, como oleadas que bloquean el funcionamiento mental de su aparato psíquico. Preguntas importantes serían: ¿Es posible articular el paso de un Yo-piel, a un yo psíquico que permita el pensamiento? y : ¿Qué podemos hacer con pacientes con un Yo-piel insuficiente (en todas sus variantes) y que por tanto, tendrá dificultades de poder acceder a un yo pensante y a la palabra del mundo simbólico? ¿Es posible reparar fallas que tienen que ver más con lo corporal y lo sensoriomotriz sólo con la palabra? Es cierto que el psicoanálisis clásico, no está diseñado para ayudar a pacientes con una neurosis mal mentalizada (Freud ya los consideraba pacientes no analizables), así que es perfectamente válido plantearnos qué tipo de tratamiento puede ser útil en estos pacientes. Numerosos autores Frosch, Masterson, Kernberg, Greenson, Marty, Fonagy, Bateman, han valorado y recomendado la necesidad de modificar los parámetros técnicos del psicoanálisis clásico, y entonces queda la cuestión de preguntarnos qué condiciones mantener y cuáles modificar. Si hemos dedicado espacio para hablar de la piel y lo táctil, parece lógico comenzar analizando una de las condiciones más fundamentales del psicoanálisis: ¨la prohibición de tocar”. Desde el comienzo del psicoanálisis la prohibición de tocar es una norma indispensable en la terapia como modo de acceder al pensamiento. El cuestionamiento de esta prohibición parece evidente inicialmente, si las fallas de este tipo de pacientes se pueden deber a carencias en el vínculo a nivel sensoriomotriz, ¿Es posible compensarlas a través de la relación terapéutica, sería lícito romper dicha prohibición? Hay varias psicoterapias de tipo humanista que consideran los contactos corporales como un medio para ayudar a estos pacientes, lo cual puede implicar muchos riesgos. Sin embargo, sí puede favorecerse o complementar la psicoterapia con los llamados mediadores relacionales que nos permitan estimular a los pacientes a realizar actividades centradas en lo sensoriomotriz, tales como la relajación, el ejercicio yoga, la danza, la pintura, diversas terapias ocupacionales. Es interesante señalar que casi de forma universal los terapeutas recomiendan estas actividades de una forma intuitiva, pero muy a menudo, no somos conscientes de cómo estas experiencias favorecen la alineación del aparato psíquico. Es importante señalar que el efecto contenedor y hasta organizador, que puede tener en el sujeto generar estas experiencias sensoriales, se debe a la introducción de un importante simbolismo en el que se re¬produce el vínculo materno más pri¬mitivo: la madre que nos mantiene limpios, calientes, nos alimenta… de ahí el efecto tranquilizador de estas experiencias casi de forma universal. A través de los mediadores relacionales se puede volcar a los pacientes a vivir nuevas experiencias con los Otros. La restricción del Yo es una constante, ya que evita experiencias que puedan ex¬ponerles a herir su Yo-piel. A través de estas actividades podemos transmitir al paciente la importancia de la relación de objeto, comenzamos a orientar su mirada hacia el Otro. Complementar la psicoterapia psicoanalítica, con estos mediadores, podría permitir refor¬zar aspectos que pertenecen a diferen¬tes estadios evolutivos del paciente, y que sólo pueden ser tolerados a través de la relación terapéutica, ya que de otra manera sería impensable. En el psicoanálisis, la interpretación es la he¬rramienta clave, que apela al orden de la palabra, pero su valor es cuestiona¬ble en estructuras preedípicas con gra-ves distorsiones del Yo, donde prevale¬cen las representaciones más primarias y las fantasías más voraces, que dificultan un acceso al verdadero mundo simbólico. Las interpretaciones “pro¬fundas” en estructuras fijadas en esta¬dios preverbales pueden ser experimentadas como ataques, se corre el riesgo de regresiones extremadamen¬te rápidas donde el paciente no podrá mantenerse en proceso secundario, y fácilmente se pueden desencadenar actings, actuaciones y pasajes al acto. Si invadimos ex¬cesivamente o demasiado pronto con la palabra podemos generar un daño interno, que paradójicamente será inelaborable, porque precisamente el paciente es incapaz de expresarlo. Es fundamental en estos casos esta¬blecer un vínculo terapéutico con el paciente que apele a su misma problemática, es de¬cir, al orden de lo preverbal. Utilizare-mos la palabra (al menos inicialmente) de un modo descriptivo para discrimi¬nar, ordenar, utilizando un orden lógi¬co, incluso en ocasiones, de modo psi-coeducativo, se animará al paciente a expresarse emocionalmente ante cualquier situación que se plantee, le ayudaremos a ordenar la sucesión de acontecimientos, buscando el nexo causal y a ligarlos a estados emociona¬les. Nos interesará más la forma de la relación que los contenidos. La pala¬bra será evocadora, importa mucho la función contenedora, la for¬ma en que se acompaña con el tono de la voz, el lenguaje no verbal del terapeu¬ta, que rememora al lenguaje de la madre e incluso rectifica la relación fallida con una madre mala, retrotayendo a la experiencia de la intersensorialidad, y reforzando la función sostén del Yo-piel. En definitiva, lo que hacemos, es reproducir la función paraexcitadora y continente del Yo-piel. Es importante respetar el encuadre dela forma más rigurosa posible: lugar, horarios, duración, puntualidad, frecuencia… En "La conferencia de Ginebra" Lacan, decía, piensa en lo Psicosomático como "un escrito en el cuerpo" que requiere ser descifrado como un jeroglífico. El jeroglífico "es una escritura en que no se representan las palabras con signos fonéticos o alfabéticos". En el caso del FPS (fenómeno psicosomático), hay una dificultad para que lo reprimido se pueda traducir a palabras. Se presenta la dolencia, la sensación de disconfort, como un algo que excede a las palabras. Los pacientes con FPS sufren de dificultad para preguntarse sobre su sufrimiento, enmarcándolo en su cuerpo, aislándolo por completo de cualquier relación con lo psicológico. Encontramos el FPS en ciertas neurosis, cuya demanda es por otros síntomas, o en psicosis, en donde pueden generarse a partir de este fenómeno cierta función estabilizadora. Estos pacientes no se preguntan ni les cuestiona su enfermedad, que sienten como destino. Debe brindarles confianza y ser sincero sobre la pertinencia de un tratamiento psicológico y mejor aún: psicoanalítico. Anzieu Didier. El Yo – Piel. Biblioteca Nueva. Madrid, 1994. Aristóteles. Ética a Nicómaco. Versión UNAM. Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana. Gómez Robledo, Antonio (Prólogo, Notas, Versión). 3ª Edición. México, 2012. Bekei Marta. Trastornos psicosomáticos en la niñez y la adolescencia. Ed. Nueva Visión. Argentina, 1992. Blumenfield, Michael; Strain, James J. Psychosomatic Medicine , 1st Edition Lippincott Williams & Wilkins. England, 2006. Canghilem Georges. Lo normal y lo patológico. Siglo XXI Editores Argentina. 1971. Döll Aurora, Gálvez Ana. La piel como camino al pensamiento. Revista Átopos. No. 14. España. Junio 2013. Freud Sigmund. El Yo y el Ello. Obras completas. Tomo XIX. Amorrortu editores. Buenos Aires, 1976 . Hungin Pali. Sufferers with functional problems – patients with nothing wrong? Medicina Universitaria. Vol. 12. Núm. 48. Julio - Septiembre 2010. Lacan Jacques. Conferencia en Ginebra sobre el síntoma. (4 de octubre de 1975). en Intervenciones y textos 2, Manantial, Buenos Aires, 1989. Mijolla de Alain. International dictionary of psychoanalysis. Thomson Gale, 2005. Novak Peter. Holistic concepts of illness in ancient greece and in contemporary medicine. En: Christodoulou George, editor. Psychosomatic Medicine. Past and Future. Plenum press • New york and London. 1986. Weiss Edward, English O. Spurgeon. Psychosomatic medicine. The Clinical application of Psychopatology To General Medical Problems. 2º Edition. Saunders Company, Philadelphia and London, 1949. Winnicott D. Mind and its relation with psique-soma. Br J Med Psychol. 1954;27(4): 201-9. Wise y Rundell. Clinical manual of psychosomatic medicine : a guide to consultation-liaison psychiatry. American Psychiatric Publishing, Inc. Arlington, VA 2005.

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.