Este sitio utiliza cookies, al entrar en él, usted acepta implícitamente su uso.

domingo, 22 de marzo de 2009

El circo.



¿Es una paradoja de la vida que se vuelva uno más infantil a medida que se va haciendo más viejo? He observado que amigos de mi generación se convierten en verdaderos necios, otros tardan más en entender las cosas o se vuelven timoratos, a mí personalmente se me olvidan nombres que resultaban antes completamente familiares.

En cualquier caso, mi sobrino Santiago cumplió dos años y en compañía de su papá nos fuimos al circo Solaris (pequeño magnífico espectáculo), creo que lo disfrutamos tanto como el chico y nos sentimos como niños a su lado. Fue genial verlo atento sin perder un movimiento de los artistas de la única pista.

Aunque entiende todo apenas habla, pero no paraba de murmurar y comentar en voz alta. Le asombraron los tigres que se le explicó son - más o menos - como nuestro gato Boris. Le fascinó la equilibrista rusa, pero cuando se le preguntó qué era lo que más le había llamado la atención, contestó sin dudar: Yasos.

Del payaso, no tengo fotos (singular: sólo era uno. El plural viene de su deseo y del sobresalto que le causó). Puedo asegurarles que no era lo mejor del espectáculo. Pero a los niños es siempre lo que más les llama la atención. Quizá por lo grotesco y pintarrajeado de su porte, pero más bien, porque es una manera de burlarse de la vida seria de los adultos, de su prudencia, juicio y madurez, de su erotismo fijado y de sus modos serios.

¡Qué gran espectáculo sigue siendo el circo! Nos recuerda que nuestra civilización no está tan lejos de los romanos imperiales.

No hay comentarios:

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.