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sábado, 31 de diciembre de 2011

Seminario: Michel Foucault y su espíritu. Facultad de Filosofía. Universidad Veracruzana.


Clase 10. 
Para Gena Torres.

25 de mayo 2007 seminario Julio Ortega B.
(Transcripción de clase: Rubén Darío Jiménez)


El texto Esto no es una pipa es una reflexión divertida que continúa a la que realizó en Las palabras y las cosas. Es muy interesante la manera en que muestra como se ha ido modificando, en el universo del arte, el problema de la representabilidad. Foucault hace un análisis de este autor, por cierto ¿están familiarizados con la obra de René Magritte? René Magritte nació en Bélgica en 1898. Se casó con Georgette Berger, que fue  su modelo habitual.
Perteneció al grupo surrealista de París del que también formaban parte Jean Arp, André Bretón, Salvador Dalí, Paul Eluard, y Joan Miró. Su exposición de 1936 en Nueva York  alcanzó fama mundial. En 1956 recibió el Premio Guggenheim. Murió en Bruselas en 1967.
Tiene unas obras preciosas, verdaderamente magníficas, por ejemplo Los amantes: el cuerpo de una mujer y el de un hombre reflejados desde el torso y encapuchados, se besan a través de las capas de la tela.



Ha creado otras muchas pinturas dónde aparecen hombres con bombín, los cuáles se presentan una y otra vez en sus obras, es una burla a la decencia pequeño burguesa, el  bombín es como ustedes saben, aquello que supone la formalidad y rectitud de los tiesos ingleses. Magritte es el pretexto para mostrarnos como se puede llegar a diferenciarse la estética de los clásicos hasta Klee y Kandinski  y cómo después de ellos Magritte va a  representar un nuevo movimiento de representación aparentemente de lo real pero que en realidad apunta al registro de lo imaginario, a mí personalmente me encanta tanto como los cuadros de Delvaux que son un poco más impúdicos pero que siguen su mismo espíritu. 
La obra de Magritte es una permanente invitación a la reflexión a partir de los objetos más cotidianos. Por ello, a su obra a veces se la califica de "realismo mágico", pero creo que es una etiqueta que no hace justicia a su obra.
Con él asistimos a un análisis especialmente lúcido al investigar el problema de la representación y la esencia del arte. pero también de la relación entre el sujeto y el objeto. Magritte cuestiona la relación entre las imágenes y las cosas basada en la semejanza representativa. Es fundamental en su obra, la traición de las imágenes.


Esto no es una pipa 1928/29. Los Angeles, County Museum.

Esto no es una pipa es sobre una obra donde aparecen un cuadro, una pipa y debajo escrito con letras mayúsculas Ceci n´est pas une pipe. En sí, es absurda la pintura: la pintura se llama esto no es una pipa ó  eso que está diciendo el letrero: ¿no es una pipa? ¿Es el nombre del cuadro ó  un denominativo? ¿Cuál es la relación entre la imagen y el texto? En un momento posterior produce otro en el que vemos: un caballete, un cuadro, una pipa que está dentro del cuadro, debajo de la pipa junto con una caligrafía excéntrica – de escuela de monjas- la misma frase que habíamos encontrado en el otro cuadro: Ceci n´est past une pipe. ¿Qué es lo que no es una pipa? ¿Cuál  es la relación entre la figura de arriba? ¿Es la idea platónica? ¿Es la cosa en sí?

Intervención. Para mí alude a la versión platónica, ya que éste siempre estuvo en contra de lo que eran la pintura y escultura, porque eran como un engaño, por ejemplo, cuando se pinta una pipa, es sólo una representación de tal, pero no es la pipa en sí.

Eso es lo que tú estás interpretando. Las posibilidades de interpretación del  cuadro son varias, una de ellas es que la caligrafía que dice: Esto no es una pipa, no se refiera a la pipa, sino a la escritura debajo de la imagen, entonces lo que está encima sí es una pipa; pero también podría decirse que lo que está encima de lo que está encima,  no es una pipa ó quizá se pueda decir que lo que está encima de lo que está encima es la pipa, lo otro es la representación de de la pipa. De lo que se trata es de jugar con la relación entre texto e imagen, lo que le importa a Foucault de este cuadro de Magritte es que es un ejemplo paradigmático, que en realidad esto que sucede aquí, probablemente nos suceda cotidianamente cuando tratamos de analizar con el lenguaje la realidad. La síntesis de Las Palabras y las cosas, lo que nos dice es precisamente que las palabras no están unidas a las cosas, que no hay un nexo elemental ó primordial entre las palabras y las cosas.

Las palabras tienen un peso ontológico, las palabras son, representan  e incluso podría aventurarme a decir que las palabras hacen algo más que representar, algunas parecería que tuvieran como vida propia que surge desde el mundo del lenguaje y modifica la “realidad”, es el caso del lenguaje matemático ó el de la física. Y quiero decirles que todo esto es inexacto porque si la física hoy es una ciencia que funciona muy bien en cierto espectro del tiempo, cierta dimensión de los fenómenos, pero a nivel microscópico, la física dista mucho de ser una ciencia exacta. Pero, podría tomar otro rumbo, también podría ponerles el ejemplo del invento en el lenguaje cotidiano de expresiones, las “nuevas” palabras son bastante significativas, porque son palabras que tienen un peso enfático que llama a la acción. Es el caso del insulto ó del albur  y en cierta forma de la holofrase que tiene mucho en común con estos dos retoños del inconsciente que les mencionaba.
Pero volvamos a Magritte. Como les indicaba, tiene otro cuadro, al que aludíamos antes, que se llama Los dos misterios:


Los dos misterios, 1966. París, galería Isy-Branchot.

Aquí la relación entre el lenguaje y la cosa es todavía más extraña. Es una variación del cuadro Esto no es una pipa. Pero aquí nos vamos a preguntar: ¿Qué de todo esto no es una pipa? ¿Lo que está en el cuadro, lo que está encima? ¿Nada es una pipa?
Magritte insiste en varias de sus obras en las dificultades que presenta el conocimiento o el arte entendido como representación, pero también el carácter engañoso del lenguaje y la representación misma que nos hacemos del mundo. La incompletud de lo simbólico diría Lacan.
En su obra La condición humana, el cuadro se confunde el paisaje de modo que nuestra representación del paisaje es una reproducción fiel del mundo pero, al mismo tiempo y tristemente, el mundo no es nada diferente de nuestra representación. Aquí la interpretación que podemos hacer es que el mundo no es más que una representación más y por eso no se diferencia de la representación del cuadro, son dos representaciones superpuestas. No hay objetividad, esta objetividad es aparente.


No se olviden ustedes de que el surrealismo surgió precisamente a partir del psicoanálisis  y de la lectura loca que hicieron Breton y los suyos de la Traumdeutung (La interpretación de los sueños). Por otro lado, resulta curioso, admirable, pero uno tiene que volver siempre al mundo griego cuando se trata de hablar de filosofía, me viene a la cabeza ahora un fragmento de Heráclito: El sol tiene la extensión de un pie humano. Dónde podemos colegir la intuición de que es inevitable el rechazo a cualquier realidad objetiva, sí el pie si lo levantamos y lo ponemos contra el sol, pues va a verse del mismo tamaño.
(Risas)
Por supuesto, no es la única interpretación posible al fragmento, a Heráclito, nos dice Georgio Colli le interesaban más los enigmas que la respuesta al enigma. De hecho la filosofía se olvidó después del enigma para dedicarse al estudio de las consecuencias de éste. Pero ésta aproximación al mundo como inasequible a los sentidos prevalece en muchos otros pensadores. Demócrito consideraba que “la verdad siempre está en las profundidades” y sólo se llega a ella por el pensamiento. Pero voy a precisar, ésta valoración de los sentidos, no es la regla. Epicuro entronizará la sensación como el primero y más importante de los criterios de verdad. En esto se parece a los positivistas.
(Risas)
Otros ejemplos de este asunto, cuadros del autor que no va a citar Foucault:



La flecha de Zenón, 1964, Colección privada.

El cuadro es también una burla al quehacer filosófico, una crítica violenta. Y otro ejemplo filosófico más:


Las vacaciones de Hegel, 1958. Galería Isy-Brancot, París

Intervención. Un nombrar el acontecer, se va a nombrar un hecho que se va a repetir, pero que no va a ser el mismo, haciendo referencia a la diferencia y repetición deleuzianas. A Foucault se le llama filósofo de la diferencia.

Efectivamente, agregaría, la palabra es un hecho único y a la vez lo plural.

Intervención. ¿Pero cómo se da este hecho? El hecho de hacer diferente un nombrar con la misma palabra una misma situación, ¿qué lo hace diferente?

Es una buena pregunta. El contexto, el tiempo, la historia, la etnografía , eso es lo que lo hace diferente, pero el problema al que volvemos es al problema de las palabras, al problema del lenguaje, el problema de la dificultad de las palabras para representar el mundo. Y por otro lado, todo esto nos pondría en la pista de otro problema: ¿acaso entre tanta diferencia no hay algo universal? ¿Algo que trascienda lo intercultural y que pudiera caracterizar al hombre? Eso lo vamos a dejar pendiente para otra sesión.

En el capítulo Klee, Kandinski, Magritte nos dice que “En la pintura occidental de los siglos XV al XX  han dominado dos principios. El primero afirma la separación  entre representación plástica y referencia lingüística. Se hace ver mediante la semejanza, se habla a través de la diferencia, de tal manera que los dos sistemas no pueden entrecruzarse ni mezclarse. Es preciso que de un modo u otro hay subordinación: o bien el texto es regulado por la imagen ó bien la imagen es regulada por el texto”

Recuerden a Las meninas, es la introducción del autor a una broma: llama al cuadro Las meninas,  donde lo menos importante son las Meninas. Está el juego de la mirada, los reyes, está el pintor que se representa a sí mismo, está la posibilidad de que esto sea un espejo, están en juego una serie de factores que exceden una interpretación simple del cuadro. La imagen  surge de la pintura., determina, incluso, el futuro de las posibles interpretaciones. También hay casos en donde hay la subordinación del lenguaje, por ejemplo, en el nombre del cuadro: Los girasoles de Van Gogh. No siempre, más bien no sucede con tanta frecuencia que los títulos determinen las imágenes, se introduce un problema  que va a ser más evidente en la pintura moderna de Klee para adelante y es que no necesariamente deba haber siempre una relación entre el título y la imagen que se muestra.

Intervención. Eso me suena a Wittgenstein, en el sentido de que conoces el significado de la palabra y sabes la acción ó va a ser la acción de esa palabra.

Por lo menos en el primer Wittgenstein, ya que aparece como apegado al lenguaje y lo que nos quiere mostrar Foucault es como puede haber un divorcio entre la palabra y la cosa. En el cuadro La noche que cae,  aparece una ventana, entra algo, la noche que cae.
Es un juego literal… literario también.

Hay otra pintura que nos va a mostrar un poco más lo que les estoy diciendo: Les liasons dangereuses (cuadro exquisito, sensual en extremo) y sus variaciones del mismo Magritte que también analiza Foucault  en este libro. He aquí una versión del cuadro:


¿Qué ven?

Intervención. Es una mujer que está sosteniendo un cuadro, pero hay un texto que niega que es una mujer. Hay muchas imágenes como un toque – por llamarlo de alguna manera- subliminal, que  a primera vista no nos muestra en realidad lo que es.

Tienes razón, prácticamente toda la publicidad contemporánea está influida por el surrealismo y el psicoanálisis. Cada comercial cuenta una historia, una especie de pequeño drama que puede ser interpretado. Incluso, podría decirse que un comercial es un sueño realizado a la manera de los sueños infantiles según nos muestra Freud. Si usamos perfume Calvin Klein las mujeres más bellas se pelean por estar a nuestro lado. Si el ama de casa usa Cloralex la casa se limpia sola... pendejadas escénicas sobre la posibilidad  de que el deseo sea cumplido fácilmente y que su ejecución no tenga ninguna consecuencia adversa. Es el mundo del fast food  capitalista en lo que se refiere al deseo... todo se puede obtener a cambio de: dinero. 

Intervención. Son como diversos perfiles de la mujer.

Es posible la interpretación del cuadro donde sería un retrato ó un espejo al que mira la gemela, ó tal vez un espejo que mira hacia un universo imaginario y refleja una imagen extraña de este universo, porque todo está girado. Es otro punto de vista, algo  imposible, lo que desconcierta es que porta un espejo que estaría reflejando pared, además, el título: Relaciones peligrosas, es el nombre de una novela del siglo XVIII, hicieron una película que obtuvo cierta celebridad. Es la transposición de una novela sobre la seducción,  cómo seducir a una mujer casta, con este título, ¿está queriendo decir algo el autor? Lo que nos quiere decir  Magritte es que está en juego la seducción, es una imagen erótica.
Pero también hay otra versión que lleva las cosas al extremo, aquí va a jugar no sólo con la imagen y con una negación de la imagen, sino con múltiples negaciones. La interpretación se torna muy difícil. Es la denegación freudiana llevada al extremo: “No vayan a creer que esto es una mujer” “No creas que esto es un reflejo” “No crean que esto es un espejo”… En fin, no crean lo que ven, sus ojos los engañan.


Intervención: Es una relación peligrosa.

Es otra interpretación posible. Lo que dice Foucault es que en Les Liasons dangereuses (Las relaciones peligrosas), una mujer desnuda sostiene ante sí un gran espejo que la oculta casi totalmente: tiene los ojos casi cerrados, baja la cabeza que gira hacia la izquierda como si quisiese no ser vista y no ver que es vista. Ahora bien, este espejo que está exactamente en el plano del cuadro y enfrente del espectador, reenvía la imagen de la mujer que se oculta: la cara reflejante del espejo da a ver esa parte del cuerpo (de los hombros a los muslos) que sustrae la cara ciega. El espejo funciona algo así como una pantalla radioscópica. Pero con todo es un juego de diferencias. La mujer está vista de perfil, totalmente girada hacia la derecha, con el cuerpo ligeramente flexionado hacia delante, el brazo tenso  para sostener el pesado espejo sino replegado bajo los senos; (no parece ser la misma imagen) la larga cabellera que debe prolongarse detrás del espejo hacia la derecha, cae, en la imagen del espejo, por la izquierda, apenas interrumpida por el marco del espejo al llegar a ese ángulo brusco. La imagen es notablemente más  pequeña que la propia mujer, indicando así una cierta distancia entre la luna y lo que refleja, que impugna la actitud de la mujer apretando el espejo contra su cuerpo para mejor esconderlo. Esa pequeña distancia detrás del espejo también la manifiesta la extrema proximidad de un gran muro gris; en él se ve claramente  la sombra de la cabeza y de los muslos de la mujer, y la del espejo. Ahora bien, en esta sombra falta una forma, la de la mano izquierda que sostiene el espejo; normalmente leeríamos verla a la derecha del cuadro , pero falta como si, en esa sombra, nadie llevase el espejo. Entre el muro y el espejo, el cuerpo oculto es elidido; en el espejo captando reflejos y la superficie opaca del muro que sólo aferra sombras, no hay nada. En todos esos planos se deslizan similitudes que no son  fijadas por ninguna referencia: traslaciones sin puntos de partida ni soporte. “

Muchas de las interpretaciones que ustedes hicieron al ver la imagen de esta mujer sosteniendo el cuadro-espejo, lo que quieren es ligar la imagen del espejo con la imagen que sostiene el cuadrángulo, pero no hay nada que en realidad las ligue. Un análisis detenido habla de un juego de diferencias, muchas entre la imagen del espejo y la imagen que sostiene al espejo, sin embargo pareciese ser  que espontáneamente ustedes jugaron al juego de encontrar semejanzas, ese juego de encontrar relaciones. Uno podría preguntarse si es a lo que juega el juego de la mirada a encontrar semejanzas, semejanzas entre los hecho que no son semejantes.

La experimentación en ciencia se basa sobre la suposición de la replicabilidad del fenómeno, pero si somos estrictos y  lo pensamos en términos históricos, un fenómeno no se repite. Uno podría plantearse que la relación peligrosa está en ese juego de suposiciones  que juegan a la repetición, a la búsqueda de semejanzas y similitudes.

El siguiente libro que vamos a recomendar como lectura es El orden del discurso. Éste es una síntesis apretada del pensamiento de Foucault, lección inaugural del Colegio de Francia. Cuando él llega al punto culminante de su carrera académica, escribe mas o menos en 1970, la intención de sus investigaciones. Aquí va a tratar de ser muy sintético en decirnos cuál es el objeto de estudio de su filosofía: ¿Qué es el discurso?

Lo que él ha analizado hasta aquí, es decir, la emergencia del discurso  que aparentemente no tiene que ver demasiado con el mundo, tiene  una relación con el mundo  que es basada en prejuicios de época, en suposiciones, en creencias comunes, al fin y al cabo  todas estas formas de entender el mundo y que podrían llamarse discursos, tiene un efecto sobre nosotros e incluso aunque pudiera decirse que son discursos no verdaderos, tienen efectos verdaderos sobre nosotros. Una de las cosas que se va ver es qué es un discurso verdadero, en relación a un discurso “falso”, recuerden ustedes que Foucault a lo que se opone es a la posibilidad de definir sin equívoco un fenómeno o una cosa. Yo creo que detrás de mucho de este trabajo “foucaltiano” está Lacan, y su influencia en la filosofía francesa. Lacan es determinante para el surgimiento de figuras en el horizonte francés como Julia Kristeva, Roland Barthes, Foucault, Deleuze, y Derrida (aunque éste último quizá pueda llamarse más bien su contemporáneo), pero de cualquier manera, Lacan está primero en la genealogía.
El seminario VIII de la Transferencia insiste, por ejemplo, mucho sobre el carácter simbólico de nuestra cultura. Hemos pasado de una cultura basada en una teogonía más directa (el dios del sol, el de la luna, la diosa de la noche) a un Dios cristiano que es uno y otros dos al mismo tiempo: Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿Qué relajo es ése? Uno que son tres, tres que son uno. Se trata de una relación no obvia y pues buena parte de los teólogos en el medioevo se parten la cabeza tratando de explicarnos esa relación. Y la jerarquía militar de la iglesia se desespera porque surgen muchas herejías producto de esta confusión, y toma como siempre al final el poder que se manifiesta cuando lo sutil del orden del lenguaje no funciona, toma, les digo: la salida de la represión directa, del aniquilamiento. Así desaparecieron los cátaros y los albigenses, aunque Denis de Rougemont nos dice que algo de ellos sobrevivió en nosotros a través del mito y nuestra concepción del amor en occidente.

(Falta un fragmento de clase)

Es muy interesante la entrevista que van a tener Michel Foucault y Noam Chomsky. Este último es uno de los intelectuales más importantes de EUA, no solamente por su orientación dentro de la gramática: es un especialista que ha inventado un método de estudio del lenguaje, sino por su  trayectoria y acción política. Chomsky ha sido de los intelectuales, dentro de las universidades norteamericanas, que se ha opuesto a la guerra de Vietnam y ha escrito recientemente en contra del gobierno de los Bush. En la entrevista se va ha hablar de cómo sería posible que hubiera una forma de gobierno más justa, dejando de ser un problema sobre las palabras y las cosas solamente, sino que se trata de un problema que tiene trascendencia, porque se refiere a hechos empíricos y prácticas.

Respecto a la clase pasada, cuando dije que tal vez dentro de 100 años, no nos acordaríamos de Marx, creo que  me expresé  mal, quise decir que no nos íbamos a acordar demasiado del proyecto político revolucionario de Marx.  La  filosofía de Marx, su análisis de la economía es algo que todavía nos dice algo de la realidad en el mercado,  pero el proyecto político revolucionario y la concepción de la lucha de clases, quizá ya no sea del todo vigente, parece que vivimos un mundo en el que la esperanza de la revolución está desaparecida, por efecto mismo de la desgracia que significa el poder y sus estragos en manos de los revolucionarios. También viene a mi memoria un fragmento de Las palabras y las cosas que le costará a Foucault la excomunión de la izquierda de su tiempo: “el marxismo está en el siglo XIX como pez en el agua, es decir, fuera de él deja de respirar”.

Uno de los puntos que salta a la discusión en esta polémica entre Chomsky y Foucault es  si hay esa posibilidad de decir qué es lo justo para un hombre sin atender al tiempo, a la geografía, a la especificidad etnológica, por ejemplo un problema concreto: el problema del suicidio, ¿es bueno, malo ó pecado (no voy a entrar a definir demasiado el término)? Sin embargo, el suicidio en ciertos contextos aparece como una salida honorable, Yuki Mishima, su muerte es un estamento político, él se suicida para confrontar a los japoneses con la pérdida de los valores tradicionales. Para Hemingway para  un suicidio implica una decisión, la muerte significa un arrojo, un valor, en su caso, ante ese cáncer del que ya no pudo escapar, se pega un escopetazo. Deleuze también estaba enfermo y se arroja al vacío, muy diferente del suicidio que podría cometer un hombre deprimido, un suicidio producto de una desilusión amorosa ó el hijo que se mata para reprocharle a su padre un divorcio ó un nuevo casamiento. Estas consideraciones sobre las palabras y el discurso, no se quedan sólo como consideraciones abstractas, sino que remiten a elecciones, a prácticas, a problemas y discursos que suceden hoy y aquí.. en la realidad. Una de las críticas que Foucault le hace Chomsky es: le envidio, es usted una persona feliz, usted sí sabe que es lo mejor para todos.

Uno de los reproches que podrían hacerse a los revolucionarios socialistas es que, en nombre del conjunto hicieron revoluciones y crearon discursos que decían ciertas  cosas, pero hacían otras.

Discursos que son reprimidos en todos las sociedades como el discurso de la locura, precisamente, uno de los textos que quiero mostrarles es el de Moi Pierre Riviere, el discurso de un hombre que mata a su familia  y  cómo, en este caso,  el saber médico  de esa época enfrenta todo, trata de comprenderlo y entenderlo desde su saber de época y sus prejuicios de época. Ese saber de época ante un problema concreto, como lo es un asesinato,  reproduce  y articula el orden social  vigente.

Intervención. ¿La episteme se podría equiparar con el paradigma de Khun?

Efectivamente, el paradigma khuniano, sería una cosa muy parecida al episteme foucaultiano.

Otro caso, Foucault rescata la biografía de una hermafrodita,  puesto que las biografías dicen algo. Herculine Barbin, es fascinante, una hermafrodita, un fenómeno extraño, pero posible, entonces, el orden de la época  a lo que empuja es a la definición, no puede ser que alguien sea hombre y mujer a la vez, algo tan esencial…ante este columpio de la indefinición  Herculine Barbin, toma la salida del suicidio..

Nos vemos la próxima clase.

4 comentarios:

Gerardo N. M. dijo...

Me encantó este artículo; lo artístico siembre da de que hablar. Gracias por compartir tu lectura.
Gerardo N.

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Lo que yo veo es que el deseo se desboca al desconocer al goce, y es el amor, la fe, la esperanza lo que le da consistencia pese a que de todas formas al yo plasmar esta realidad muere.
Es un poco el espejismo de la película "Matrix".
No sé si me comprende, luego podremos hacer un nudo borromeo o gordiano con la conciencia, o el materialismo dialéctico o con el pecado original, la muerte del Padre o el Complejo de Edipo pero será solo un espejismo. La idea, la esencia precede a la existencia que decía Sartre.

Un abrazo y veo que usted no ha callado, muy bien ahí estamos todos en la vida.

Vicent

Vicent Llémena i Jambet dijo...

El futuro lo es cienciocrático y lo hilvano al tema del suicidio (pues he leído su artículo a trozos) el mundo que nos viene intelectualmente hablando ya no será cuestión de discusiones, que sí de diálogos, no de batallas dialécticas, que sí de dialéctica, será el mundo de la individualidad y ella es la que salvará al mundo y a la filosofía. Tampoco habrá grandes teorías sinó el discurso de cada uno será universal contradicción paradójica pero verdadera si miramos la verdad por la intención.

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Lo que le quiero decir es lo siguiente:

El síntoma es la urgencia del goce debido al desconocimiento del deseo

El síntoma és la urgència del desig degut/da al desconeixement del gaudi

El síntoma es la urgencia del deseo debido/da al desconocimiento del goce




Tres formes lingüístiques i la quarta, anamorfosi




Entienda lo que quiera, el mundo es suyo, mi conclusión es la suya, y vendrán más detrás y detrás, tantos como personas hayan en el discurso histèrico hacia el del amo, incluso animales y cosas, pero esto ya sería teosofía. Aunque el caso de Sócrates quedará irresoluble, es un axioma si le quiere llamar así de la Història.

Christopher Bollas: Mental pain

Conferencia de Christopher Bollas: Mental Pain.