¿Qué pasa aquí con las terapias psicológicas? ¿En verdad están disponibles a través de médicos generales y hospitales que ofrecen el contrapunto necesario a tratamientos basados en medicación? ¿No proveen precisamente el espacio para la escucha que el paciente deprimido necesita? Desafortunada-mente, esto está lejos de ser así. Las terapias psicológicas están a menudo disponibles, pero el término mismo puede ser en-gañoso: casi siempre significa terapia cognitivo-conductual a corto plazo y rara vez se referirá a psicoterapia psicoanalítica a largo plazo. La terapia cognitivo-conductual ve los síntomas de la gente como el resultado de defectos de aprendizaje. Con apropiada reeducación, pueden corregir su comportamiento y llevarlo más cerca de la norma deseada. En sí misma, la terapia cognitivo-conductual es una forma de condicionamiento que aspira a la higiene mental. No tiene lugar para las realidades de la sexualidad o la violencia que yacen en el corazón de la vida humana. Éstas son vistas como anomalías o errores de aprendizaje más que como impulsos primarios y fundamen-tales. De igual forma, los síntomas no son vistos como los portadores de la verdad sino más bien como errores que deben ser evitados (...)
La terapia cognitivo-conductual, no obstante, es casi la única terapia psicológica ofrecida a través de sistemas de salud pública. Esto se debe a una razón muy simple: funciona. Pero quizá no en el sentido que deseamos. Como un tratamiento superficial, no puede acceder a complejos e impulsos incons-cientes. Lo que puede hacer es dar resultados en papel que mantengan felices a los agentes del Sistema Nacional de Salud. Viene equipada con sus propios exámenes y cuestionarios de evaluación, los cuales tienden a dar resultados muy positivos. En el papel, puede ayudar a deshacerse de síntomas y hacer más feliz a la gente. Pero más allá del hecho de que los métodos de cuestionarios son notoriamente poco fiables, no toma en cuenta los futuros o alternativos síntomas que la gente puede desarrollar más adelante. Cuando éstos aparecen, el paciente termina anotado al final en una lista de espera, y ya que los síntomas superficiales pueden bien ser diferentes ahora, no parecerá que el primer tratamiento fracasó. una vez más, la diferencia entre fenómeno superficial y estructura subyacente es ignorado.
Darían Leader (La moda negra)
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