En septiembre de 2011, en el Instituto del Derecho de
Asilo-Museo Casa de León Trotsky, se llevó a cabo un encuentro de
psicoanalistas y estudiosos de diversas instituciones, que compartieron su
visión de lo que ha sido la lectura y práctica del psicoanálisis en México. Les
ofrezco la intervención del Dr. Raúl Páramo.
BLOG de JULIO ORTEGA B. SUEÑOS, ASOCIACIONES LIBRES, INVESTIGACIONES Y CONFESIONES DE UN ANALISTA EN LA WEB.
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lunes, 28 de enero de 2013
domingo, 27 de enero de 2013
sábado, 26 de enero de 2013
domingo, 20 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
Comida en casa de Patricia Robles con Alejandra de la Garza, presidenta CPM
Muy agradable comida tuvimos Alejandra de la Garza (izquierda) directora del CPM, y su servidor, el sábado en casa de una de las analistas más importantes del CPM, Patricia Robles. Allí tuvimos oportunidad de conocer su próximo proyecto de libro sobre trastornos neurológicos, cuerpo, psicosomática y psicoanálisis de próxima aparición.
viernes, 18 de enero de 2013
Huellas de lo traumático. Miriam Grynberg en Xalapa, Ver. Noviembre de 2012.
Les presento aquí el audio del evento que tuvo lugar el 17 de Noviembre de 2012 en la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana.
Agradezco la colaboración de Joyce de la Parra.
Agradezco la colaboración de Joyce de la Parra.
miércoles, 16 de enero de 2013
Jean Bertrand Pontalis (1924 - 2013).
Nacido en París, el 15 de enero
1924, Jean-Bertrand Lefèvre-Pontalis, apodado "Jibé", murió en París,
este martes, 15 de enero. Surgido de la gran burguesía, fue nieto del senador
Antonin Lefèvre-Pontalis y sobrino del industrial Louis Renault, aunque no le gustaba
que se le recordara esa genealogía, que no acostumbraba mencionar en sus
recuentos autobiográficos.
Desde su niñez, mantendrá una
relación difícil con su hermano que
relata en un cuento corto (Hermano del anterior 2006, Gallimard, Premio Médicis
de ensayo): "Aunque él murió algunos años después de que yo había nacido, todavía
me pregunto si me odiaba o me amaba. Yo no quise realizar un simple relato de esta relación, así que elegí desarrollar una serie de juegos de
espejos, para describir algo que es común a parejas de hermanos, reales o de
ficción, como es el caso de Marcel y Robert Proust, , Vincent y Theo Van Gogh ,
los hermanos Champollion. O los Goncourt, dónde a la muerte de su hermano cadete, Jules, el
sobreviviente, recibe el apodo de "viuda", es aquí también que el término
"pareja" cobra toda su fuerza.
Pontalis pertenecía a la tercera
generación psicoanalítica francesa, junto a Wladimir Granoff, Serge Leclaire y
Jean Laplanche, fue uno de los más brillantes representantes de ese grupo. De gran encanto, chispeante
inteligencia, se encontraba dotado de talento literario y una sorprendente
capacidad de imitación. Desarrolló una carrera de mucho éxito, nunca separado
de la casa Gallimard. Fue autor, editor, director de colecciones y miembro del
consejo editorial. En 2011, recibió el Gran Premio de la Academia Francesa por
el conjunto de su obra, que consta de veinte ensayos y novelas, docenas de
artículos.
Como resultado de la Segunda
Guerra Mundial se comprometió fuertemente con la izquierda y fue así como escogió el
apodo de “Jibé”, luego hizo el grado de filosofía y trabajó como
profesor. A raíz de la enseñanza de Maurice Merleau - Ponty, se interesó en la
fenomenología y en 1945 publicó notas de su seminario, en la revista de
Jean-Paul Sartre, Los Tiempos Modernos. Una década más tarde, se convirtió en el
portavoz oficial del psicoanálisis en esa revista. Estuvo cerca de Daniel
Lagache así como de Jacques Lacan, con quien hizo su análisis didáctico en su
Sociedad Francesa de Psicoanálisis (SFP). Admiraba la obra de Lacan, pero se
negó a verlo como un "gran maestro", y en un Boletín de Psicología hizo
la transcripción, el resumen de varios de sus seminarios, en términos que ofrecen
una de las principales fuentes para los investigadores.
En el momento de la ruptura entre
Sartre y Merleau-Ponty, no deja la revista y en 1962 entra al consejo
editorial. En 1960, se firma el Manifiesto de los 121 a favor del derecho a la
insubordinación, relacionado con la guerra de Argelia, y dos años más tarde,
decidió, como muchos de sus amigos, no seguir a Lacan en su división de
movimiento psicoanalítico francés. Así, se convierte en 1964, junto a otros, en un
importante miembro de la Asociación Psicoanalítica de Francia, de la cual nunca
se iría. Junto a Laplanche, escribe el Vocabulario del psicoanálisis (PUF,
1967), que se traducirá en veinticinco idiomas y cuyo valor es innegable,
incluso si el trabajo no fue actualizado.
En 1966, usa de nuevo su iniciativa e independencia, y crea la colección psicoanalítica más prestigiosa en Gallimard
dentro de la escena francesa: "El conocimiento de lo inconsciente."
No se reducirá a la aparición de textos
clásicos, y después de publicar las correspondencias de de Freud, se dedicará a publicar
obras de grandes analistas como Donald Woods Winnicott y R. Masud Khan, también La fortaleza vacía de Bruno Bettelheim.
"Una función: no ser"
Tres años más tarde, en medio de
un ambiente hostil hacia el psicoanálisis y el estructuralismo, Sartre se
decide a publicar en Los Tiempos Modernos un extraño manuscrito anónimo, en el
que un paciente hace manifiesto su descontento, tratando de imponer a su
analista la presencia de una grabadora. En su comentario, dice que no es un
"falso amigo" del psicoanálisis, y sostiene que este texto refleja la
emergencia del sujeto contra una práctica sumida en la ortodoxia. Pontalis percibe
este artículo como una agresión al psicoanálisis y decide dejar la revista.
Después de la muerte de Sartre, en su colección se publicará el magnífico “Escenario
Freud”, acompañado de un comentario en el que explica que Sartre se hizo a sí
mismo una imagen propia de Freud.
En 1970, funda la Nueva Revista
de Psicoanálisis, que detendrá su publicación en 1994, a falta de que pueda
nombrar un sucesor. En las cincuenta entregas de esta revista, que fue la mejor
de todo el campo psicoanalítico francés, se encuentra la voluntad de combinar
el psicoanálisis con la literatura, el arte y todas las disciplinas de la
ciencia humana, sin apartarse de lo que parecía como primer requisito de
cualquier trabajo publicado: encontrar textos sensibles que reconocieran la huella del
inconsciente y aportaran luz, aún sin dejar de lado, posibles lealtades a un maestro o un
sistema de pensamiento.
Con este mimo espíritu, creó en
1989, siempre en Gallimard, una refinada colección, "Lo uno y lo otro",
dedicada a la exposición de "vidas, pero tal como la memoria las
inventa": "El psicoanalista no es un ser, no es un ejemplo de
identidad, se trata de una función”, dijo en 2010. "Yo espero que cuando estoy
con mi familia, no estoy todo el tiempo bombardeándolos
con interpretaciones más o menos salvajes. Y cuando estoy en mi oficina, yo no
estoy siempre en el papel de psicoanalista. Cuando empezaba a ser analista, me
preguntaba qué me autorizaba a serlo, con qué derecho lo hacía. A menudo digo
que ser analista es una impostura, y si he conseguido ser analista no es porque
haya tenido prisa de serlo. "
Pontalis siempre había dicho que no
le gustaba completamente la vida académica ni la dedicada a los archivos. Quemó gran cantidad
de papeles y cartas, pero mantuvo todo tipo de fotografías pegadas en álbumes o
dispersadas en los libros de su biblioteca. Es por lo que tenía en su corazón, que compuso muchas historias cortas en las que el tiempo no tiene cabida.
Encontramos la esencia de su
espíritu en un hermoso ensayo: Antes. Publicado en 2012: "Era mejor antes" , nos dice en un rompecabezas que
recuerda a Georges Perec, del cual fue el segundo analista entre 1971 y 1975.
Era mejor "cuando la palabra revolución tenía alguna esperanza", "cuando
Lacan (...) todavía no había fabricado lacanianos", o "cuando Sartre
no era famoso" y "cuando íbamos a bailar caliente a la calle Blomiet".
No hay nada mejor que decir, en el caso de este psicoanalista que, al final de
su vida, se concentró en pensar el pasado y reflexionó que en la cura, "el
silencio es la condición de la palabra".
Elizabeth Roudinesco.
Trad: Julio Ortega.
Nacido en París, el 15 de enero 1924, Jean-Bertrand Lefèvre-Pontalis, apodado "Jibé", murió en París, este martes, 15 de enero. Surgido de la gran burguesía, fue nieto del senador Antonin Lefèvre-Pontalis y sobrino del industrial Louis Renault, aunque no le gustaba que se le recordara esa genealogía, que no acostumbraba mencionar en sus recuentos autobiográficos.
lunes, 14 de enero de 2013
sábado, 12 de enero de 2013
Intervención de Alí Gómez Lunagómez en el seminario de Metapsicología de Julio Ortega en Xalapa, Ver. México
Una muestra del trabajo que se realiza todos los sábados a las 12 horas en el Café Tierra Luna de Xalapa, Ver. México. En esta ocasión tuvimos la visita de Alí quién regresa de Barcelona después de sumergirse en los textos griegos y buscando debajo de la superficie de la psique.
ANAMORFOSIS. PROGRAMA DE RADIO.
Por favor, tomen en cuenta que ya estoy en ITUNES con mi programa de radio ANAMORFOSIS, y que pronto empezaremos una nueva temporada con mi compañero, filósofo zizekiano: el sagaz Fernando Bustos.
Busquen los Podcasts:
https://itunes.apple.com/mx/podcast/anamorfosiss-podcast/id592954585?mt=2
viernes, 11 de enero de 2013
Wilhelm Reich (1897 - 1957). Espantosas últimas palabras.
Me parece que están por exhibir
pronto, Der fall Wilhelm Reich (2012), protagonizada por el extraordinario Klaus María Brandauer, que relata la historia de uno de los personajes
más brillantes y trágicos de la historia del psicoanálisis, quien fue miembro
de la Sociedad Psicoanalítica de Viena y alumno de Freud en los primeros
tiempos. Hombre de afilada inteligencia, siempre combinó sus inquietudes
clínicas con sus análisis sociales de orientación marxista y sus deseos de
transformación social y que llegó víctima de los ataques de la revista norteamericana The New Republic, a recibir el infame nombre de: The man who boxed sex.
Poco después de la convulsa historia de la
Europa después de la I Guerra (la Gran Guerra), compartió su vida en tiempo con
Rosa de Luxemburgo, Simone Weil, Hermann Hesse y en cierto sentido, se yergue
junto a estos personajes heroicos, santos ya casi desaparecidos en la memoria, olvidados entre
el polvo y la niebla de la historia que subsistieron a la máquina, antes del siglo XXI, la información resumida, la vida vicaria a través de la
Red y el imperio de lo efímero.
Fue miembro también del Partido
Comunista Alemán e intentó conjuntar estos dos saberes - psicoanálisis y
marxismo - a un punto de fusión, mediante la promoción de clubes de jóvenes que
acrecentaran su conciencia política y sexual para liberarse las cadenas de la
opresión capitalista. Su movimiento Sex-Pol fue seguido por otros como Otto
Rank y sobre la marcha de los acontecimientos fue expulsado por los comunistas
por trouble maker, busca pleitos que no llevaría a la Revolución Mundial y la
conciencia de clase.
Sus libros, que ahora no tengo
presentes todos, fueron un estímulo para mi generación y las generaciones
anteriores, pensaba que no sólo un instrumento sino el camino para la
revolución, sería la liberación sexual de los jóvenes proletarios que una vez
que pudiesen ejercer libremente su sexualidad podrían proceder a otros fines
históricos que ya estaban predeterminados por la ciencia marxista. Es el autor
de textos como Psicología de masas del fascismo (Massenpsychologie des
Faschismus, 1933), Materialismo dialéctico y psicoanálisis (Dialektischer
Materialismus und Psychoanalyse, 1934), Was ist Klassenbewusstsein?(1934),
escrito bajo el seudónimo de Ernst Parrel, La revolución sexual (Die Sexualität
im Kulturkampf, 1936), todos bajo el mismo sello de innovación teórica y lucha
libertaria.
Después se alejó de Freud en 1934
y del marxismo, para intentar medir con su formación biológico médica, la
fuerza libidinal que la traspuso a los “orgones”. El grado de salud de una
persona podría ser determinado por su grado de producción de orgones e incluso
enganchó a Einstein a repetir un experimento en casa, dónde habría acumulado
dicha fuerza cósmica, que le hizo al físico advertirle contra su entusiasmo, sin comprender que no hay nada que pueda convencer a quien tiene una fe ciega en sus sueños.
Fue a los EUA dónde siguió con
sus experimentos, tratando de curar enfermedades de la piel, cáncer, gripas y
otras diversas afecciones con los “acumuladores de orgones” que operaban en
cámaras que aislaban al paciente y lo regaban por delante y detrás de esa
misteriosa fuerza cósmica hasta que se curase. A pesar de que la sugestión cura en
ocasiones, en otras precisamente es lo que impide el auxilio médico adecuado y
produce la muerte. El resultado fue trágico, cómo puede preverse… finalmente fue
demandado por fraude, y encarcelado hasta su muerte, diagnosticado como un loco
sin freno que sufría de delirios esquizofrénicos. La persecución de la que fue víctima, no sólo se debió a sus creencias pseudocientíficas, pues la práctica chamánica es tolerada en muchos lugares en los EUA, sino que se le cercó también por su posición política y sus libros anticapitalistas destinados a despertar al pequeño hombre común.
Les presento las últimas palabras poco antes de que fuese arrestado… tristes, melancólicas, de un hombre bello y valiente, sumido fatalmente en el error.
Les presento las últimas palabras poco antes de que fuese arrestado… tristes, melancólicas, de un hombre bello y valiente, sumido fatalmente en el error.
miércoles, 9 de enero de 2013
Pi. (El orden del caos). Darren Aronofsky. USA 1998.
Pi. (El orden del caos). Darren Aronofsky. USA 1998.
85 min. Blanco y negro.
A Patricia Robles.
JULIO ORTEGA BOBADILLA.
La extraordinaria y complicada película Pi es la opera prima ¾ denominación que se da a los
debuts fílmicos ¾ de Darren Aronofsky, quien a los veintinueve
años y con el apoyo de escasos 60 mil dólares para su producción recopilados en
bonos de 100 dólares entre amigos y conocidos, realizó un filme de 16 mm. en
blanco y negro, que sacudió uno de los foros de cine experimental, más apreciados en el mundo: el Sundance Festival.
Es la demostración de que con recursos limitados pero con imaginación y
talento, se puede levantar un proyecto trascendente. El gran Jurado le otorgó
el premio como la mejor película ese mismo año, y gracias a ese éxito se sentaron
las bases, para que la productora Artisan Entertainment se forjase una fama que
le permitió después patrocinar una película extraña y atrevidamente descuidada que
aún divide los gustos de los cinéfilos: La
Bruja de Blair (1999).
Conocemos hoy a Aronofsky por otras magníficas
películas como Réquiem por un sueño
(2000), El luchador (2008) y El cisne negro (2010), que tienen la
virtud de reflejar la vida de seres atormentados por sus sueños e ideales.
Sean Gullette (también conocido como productor y
director) interpreta con talento a Max Cohen, un brillante matemático que
habría realizado su primera publicación científica a los 16 años y su doctorado
a los 20, pero que vive de manera infrahumana en un apartamentucho protegido
por seis cerraduras, similar por dentro, al intestino grueso de una computadora
gigante.
La obra maestra, difícil de clasificar, podría ser descrita como una
película experimental de ciencia ficción, mezclada con novela negra, y cargada
de elementos de crítica social y filosófica. Mezclados en el crisol del drama
psicológico, estos elementos, producen una tragedia surrealista de contenido
extraño y fascinante.
No es fácil hablar de este film, sin reducir al
absurdo la gama de temáticas que abarcan un sinnúmero de relaciones simbólicas
que podrían analizarse desde diferentes
perspectivas. La lógica de borde,
liminar como diría Barthes, atraviesa
todo el film y nos habla de distintas significaciones posibles que coexisten a
un tiempo y muestran al espectador que la realidad no tiene una sola cara.
Nuestro personaje de tintes kafkianos, cuando no está
en el piso atormentado de muerte por espantosos dolores de cabeza o jugando Go
con su jubilado maestro Sol Robeson (Mark Margolis), piensa que la realidad
puede ser entendida en términos matemáticos e intenta buscar en su diversidad
patrones, que puedan hablar de una cierta regularidad en lo que aparece a
simple vista como un todo desorganizado.
Es un hombre solitario, atormentado por cefaleas desde
niño, y que toma innumerables píldoras para reducir sus martirios. Su sistema
es completamente pitagórico y asume que 1) Las matemáticas son el lenguaje de
la naturaleza 2) Todo lo que rodea al hombre puede ser representado y entendido
según el lenguaje de las matemáticas 3) Si se grafica cualquier fenómeno,
surgen claves que permiten afirmar que hay una regularidad en la naturaleza.
Pitágoras pensaba que había descubierto la clave del
enigma del universo al observar lo que él pensó era una armonía de la
naturaleza con las razones numéricas. De hecho el número Pi, ocasionó graves
trastornos a su concepción del mundo y obligó a su escuela a ocultar su
descubrimiento ante su tiempo, temiendo que se generaran conclusiones adversas
a su filosofía.
El nombre de su monstruo de cables de nombre Euclides,
sugiere la obsesividad del protagonista ocupado en cierto tipo de investigación
matemática que realmente existe y ha tenido sus mayores éxitos en fenómenos más
o menos simples, pero que no ha podido extender sus conclusiones sobre el llamado
“efecto mariposa” más allá de la especulación imprudente. La película hecha poco antes de las
computadoras tal y cómo ahora las
conocemos, nos muestra un enorme y complicado artefacto que quizá hoy sería
substituible por una MacBook Pro.
La búsqueda de orden en la naturaleza ha sido una de
las pretensiones más apremiantes del hombre ante eso que Lacan denominó con el
registro de lo Real y que en la filosofía
tiene un nombre propio concebido por el genial filósofo de Koënisberg,
Inmmanuel Kant: el nóumeno.
La búsqueda de un orden de las cosas es una tendencia
de buscar regularidades en la naturaleza, que adoptará la forma de la mathesis en el siglo XVI y que reducirá
las cosas a una medida o a una fórmula que da cuenta de lo complejo a través de
una síntesis que puede transmitirse en forma sencilla. El saber, se nutre de la constitución de una lengua
pasible de perfección que toma como modelo la combinatoria, es así como se crea
el enfoque de Leibniz y el cálculo de
Condillac.
Paralelamente a estas investigaciones, se crearán los
diccionarios, conjuntos de representaciones que pueden ser correlacionadas
entre sí. El hombre habla, clasifica, intercambia, tratando de encontrar una
coherencia perfecta a su mundo. El lenguaje se convertirá en un medio de
análisis que constituye diversos discursos según reglas, y cuya función es
establecer un orden sucesivo en la simultaneidad de la experiencia. La
pretensión sería establecer una gramática general independiente de toda
historia y de toda lengua, nos dice
Foucault en Las palabras y las cosas,
un “estudio del orden verbal en su relación con la simultaneidad que está
encargada de representar”. El fundamento de todas las proposiciones se basa en
un verbo: Ser.
En torno a él ¾ también nos señala Foucault ¾ se articularán las cosas por nombre y adjetivo,
formando un “cuadrilátero del lenguaje” (proposición, articulación, designación
y derivación) cuyo fin es “atribuir un ser a las cosas y nombrar su ser en este
nombre”.
El orden en la naturaleza y el orden en las riquezas tendrán, luego para
la experiencia clásica, el mismo modo de ser que el orden de las
representaciones tal como es manifestado por las palabras; y además las
palabras formarán un sistema de signos privilegiado, que intentará hacer
aparecer el orden de las cosas, para que la historia natural, si está bien hecha, y para que la
moneda, si está bien regulada, funcionen a la manera del lenguaje. Lo que el
álgebra es con respecto de la mathesis, lo son los signos y, en particular las
palabras con respecto a la taxonomía: constitución y manifestación evidente del orden de las cosas.
Sin embargo, el panorama empírico de la Modernidad
traerá como consecuencia un discurso en el que el lenguaje se dispersa. La
representación no será más que un efecto de superficie atribuible al hombre. El
orden pertenece ahora a las cosas mismas y a su ley interior, este movimiento
da lugar a filosofías “materialistas” que rehúyen cualquier soporte metafísico.
Se rompe, en este momento, la posibilidad de una mathesis universal.
Aún así, el hombre es reacio a renunciar a aceptar el
fracaso del determinismo absoluto y la no existencia de un orden definitivo de
todas las cosas, todavía en 1908, el matemático francés Henri Poincaré
partiendo del esquema laplaceano, ensayó con sistemas matemáticos no lineales,
habiendo llegado a ciertas conclusiones que, son un antecedente histórico y
conceptual de la teoría del caos.
El mismo Lacan en la última etapa de su vida, se
obsesionó con la obtención de mathemas y modelos de representación que fuesen incluso más allá de la simple representación, por más absurdo que parezca.
Pero precisamente la incapacidad del hombre para pronosticar
en forma exacta los acontecimientos, y dar cuenta exacta del mundo que le
rodea, conduce a una crisis de la representación. Así, la cultura europea desplazará
su interés de las identidades, a fuerzas ocultas referidas a una determinada sustancia
que atenderá a razones como el origen, la causalidad y la historia. Se constituirán
tres modos de saber que
fundan a su vez tres disciplinas: la biología, la economía fundada sobre la
producción, y la filología. Términos como “posibilidades del Ser”, son
reemplazados por: “condiciones de vida”.
Toda esta historia de la búsqueda de un saber es la que funda nuestra
modernidad y el enfoque empírico de las ciencias tal y cómo lo conocemos de la
manera más positivista y tradicional.
El problema en el fondo, es la determinación de si
todos los fenómenos del mundo están concatenados ó algunas cosas suceden al
azar, problema que atormenta a científicos y filósofos desde Pitágoras hasta
Heisenberg.
Lo cierto es que el determinismo absoluto se encuentra
en crisis en la ciencia, la filosofía y las ciencias sociales desde hace
tiempo, pero la ideología en contra
del azar, está muy presente en la vida cotidiana en dónde nosotros los hombres
sencillos, nos queremos saber cobijados por un orden creado y sostenido por un
Dios justo, equilibrado, un buen padre que nos cuide frente a las adversidades
de la vida. Una creencia que está presente en todos nosotros, querámoslo o no,
pues hasta el más ateo reza en o le nombra en momentos de enfermedad, dolor o
tribulaciones.
En el filme, la pasión del protagonista por los
números le hace tener un contacto erótico con su máquina que incluso parece
hablarle, al punto que, en su perversión sexual prefiere el trato con cables y
chips al de su simpática vecinita hindú, quien estaría dispuesta a ofrecerle una
revisión exhaustiva de su hardware sin mayores problemas.
Lamentablemente, Max prefiere las máquinas y las
relaciones numéricas a las personas, ni siquiera da uso a su habilidad para
procurarse una vida mejor fuera del Barrio Chino neoyorkino.
Se comporta en lo cotidiano como si odiara la vida,
por no ajustarse del todo, a la exactitud de los cálculos que pueden hacerse a
través de una máquina. Como una curiosidad les indico que el número que él
busca de 216 dígitos, en la película no aparece, pues lo que se muestra es una
imagen de 218 dígitos.
Su alter ego Euclides se quema al tratar de encontrar
una secuencia de números relacionados con “un patrón” de los movimientos de la
Bolsa. Sus estudios no pasan inadvertidos para un grupo de ambiciosos
corredores que sin ningún freno moral buscan su beneficio y lo acosan para que
les proporcione datos para controlar el mercado.
Otro grupo, esta vez de judíos fundamentalistas de la
secta hasídica, lo trata de contactar con el fin de que les ayude en sus
elucubraciones y pesquisa del “verdadero” nombre de Dios que los situaría a un
paso del Paraíso Perdido. Max accede a ayudar a ambas hordas en su búsqueda,
pero padece de horribles imágenes de pesadilla relacionadas con su soledad y su
niñez aislada de genio matemático.
En el extremo de su sufrimiento persigue el rastro de
sangre de uno de sus fantasmas alucinados (proyección de su propia locura) que
le lleva a contactar con un repulsivo cerebro sin cuerpo que late como un
horrendo molusco en los estertores de la muerte. Ese cerebro sin cuerpo es él
mismo.
La pesadilla de nuestro atribulado héroe se complica. Parece
ser que el mismo número que representa a Dios, no sólo controla la bolsa, sino
que crea huracanes, conforma las espirales de las conchitas de mar, se
encuentra en los dibujos de Da Vinci plasmados en región aúrea, y es la chispa
que despertaría la inteligencia artificial de las máquinas.
Sus “compañeros” judíos que se han portado
aparentemente decentes llegan a espetarle finalmente en su cara que no es puro
y que es sólo el recipiente de un nombre santo dirigido a personas santas. El
fin justifica los medios y él debe obedecer sin reparar en la justeza o
injusticia de esos que se consideren seres humanos más puros que otros,
exactamente como lo hicieron los nazis en la segunda guerra mundial cuando eliminaron
por impuros a seis millones de judíos.
La trama sigue un camino fascinante que es bien
dosificado al público por una cámara claustrogénica acompañada de una música
electrónica tensa y nerviosa compuesta por Clint Mansell integrante del grupo: Pop Will Eat Itself band.
Tras desechar la palabra de su maestro Sol sobre la no
existencia de una esencia del universo
ejemplificada por la no repetición de
dos juegos de Go iguales y sus sabios consejos sobre que debe descansar, Max
decide llevar a las últimas consecuencias su investigación.
Obtiene nuevamente el patrón de Patrón de las 216
cifras, y empieza a encontrar regularidades en todo, su convicción es que ha
sido predestinado a ello. La conciencia de ese patrón parece serle finalmente
insoportable. Somos seres poblados de sentido
y en búsqueda constante de él, pero el sentido único y fijo nos es
insoportable (el lenguaje mismo es una prueba de ello), quizá porque éste no
puede ser más que un absurdo sin sentido. El Creador se le revela así como un
monstruo sin voluntad, como un organismo natural que como el Dios de Spinoza no
cuida más de sus criaturas porque han dejado de importarle o los ha dejado en
libertad.
Esta visión única que rebasa la razón humana le
impulsa a raparse y cuadricular alrededor de la extraña cicatriz que tiene su
cabeza, para decidir en el dramático final ¾ tras destruir el número
refulgente ¾ taladrarse la cabeza en busca
de una paz sólo asequible en el estado de ignorancia.
La película termina como empezó, con el recuerdo del
protagonista de haberse quedado ciego a los seis años por mirar al Sol.
Aronofsky pareciera querer decirnos que no estamos hechos los seres humanos
para mirar al astro rey, ni a la verdad de frente, a riesgo de quedar ciegos en
forma permanente. También quizá sea en el fondo una crítica a quienes abogan
por el determinismo absoluto y la racionalidad pura, negando sus afectos, pero también conceptos como libertad,
contingencia, libre albedrío, indeterminación, azar e inconsciente.
martes, 8 de enero de 2013
Inicio actividades del CineClub del CPM en Xalapa, Ver.
Todo un éxito resultó el arranque del CineClub del Círculo Psicoanalítico en Xalapa, Ver. Muchos asistentes, magnífica película, buena cena, y el debate fue de gran calidad. Esperamos que los paisanos nos acompañen para llenar el Café Tierra Luna muy pronto y que se convierta este evento en una parte importante de las actividades culturales de esta ciudad. Prontito les subo la crítica de la película Pi (El orden del caos) (1987) de Darren Aronofsky que comenté anoche.
lunes, 7 de enero de 2013
miércoles, 2 de enero de 2013
PROBLEMAS ACTUALES DEL CUERPO Y LA SUBJETIVIDAD EN LA NIÑEZ. SEMINARIO TEÓRICO CLÍNICO.
COORDINACIÓN DEL SEMINARIO: PATRICIA ROBLES
SE OTORGARÁ CONSTANCIA DE ASISTENCIA
ARGUMENTO.
Visto y analizado por cinco analistas que han trabajado
problemáticas del cuerpo en la clínica psicoanalítica de niños, el seminario
pretende profundizar en la reflexión de temas actuales en la clínica
psicoanalítica infantil como son la psicosis, el autismo, las afecciones
corporales, el TDA y los problemas de aprendizaje que ineludiblemente
manifiestan la singularidad de diversos anudamientos entre la subjetividad y lo
social.
PROGRAMA.
Introducción y propósito del seminario.
Primer módulo. Nuevos fenómenos en la psicopatología del
niño.
Segundo módulo. Subjetividad infantil.
Tercer módulo. Trastorno del vínculo madre/hijo y patologías
en la niñez.
Cuarto módulo. Las alteraciones corporales en la clínica
infantil.
Quinto módulo. Diferentes aperturas en la técnica del
psicoanálisis de niños.
Dirigido a: psicoanalistas, psicólogos, psicoterapeutas,
médicos, enfermeras, neuropsicólogos, psicopedagogos, psicomotricistas e
interesados en el tema.
Inicio: 9 de febrero de 2013: presentación del seminario.
Modalidad de trabajo: Sesiones semanales sabatinas de 11:00
a 13:00 horas.
Duración: 25 sesiones de febrero a julio.
Costo: 1,500 mensuales durante 6 meses.
PSICOANALISTAS DOCENTES
Yolanda Alquicira Sahagún. Psicoanalista y miembro activo
del "Círculo Psicoanalítico Mexicano", docente del "Instituto de
Formación Armando Suárez", ha tenido a su cargo diversas comisiones en el
CPM. Imparte la materia de Psicopatología Psicosomática en el Colegio
Internacional de Educación Superior. En el C.P.M. es integrante del grupo de
investigación teórico-clínica en torno a la investigación de las afecciones
somáticas.
Ma. Alejandra de la Garza Walliser. Psicoanalista, Miembro
Activo del CPM , coordinador de seminarios en el Instituto de Formación Armando
Suárez y actualmente Presidente del CPM. Con una experiencia de más de 24 años
en la transmisión, supervisión y práctica clínica con niños, adolescentes y adultos.
Coordinadora y coautora del libro "El Lugar del Psicoanalista".
Memorias del octavo simposium del CPM. 2004; compiladora y coautora del libro
"Psicoanálisis y cine. Antología del cine comentado y debatido" Tomo
III. Libro homenaje a Pablo España. Ed. CPM,2008; coautora del libro
"Desafíos actuales de la Clínica Psicoanalítica" Noveno simposium del
CPM,2010.
Victoria Fenik. Psicoanalista. Miembro fundador de
"Crisálida Asociación Civil", que trabaja fenómenos del cuerpo del
niño y su familia. Imparte seminarios de clínica psicoanalítica.
Olga Granados. Psicoanalista y miembro activo del Círculo
Psicoanalítico Mexicano. Docente del "Instituto de Formación Armando
Suárez". Especialidad en Teoría Psicoanalítica en la Universidad
Complutense de Madrid. En el C.P.M. es integrante del grupo de investigación en
torno a las afecciones somáticas.
Patricia Robles. Psicoanalista y miembro activo del
"Círculo Psicoanalítico Mexicano". Docente del "Instituto de
Formación Armando Suárez", ha tenido a su cargo diversas comisiones.
Durante más de dos décadas ha trabajado con niños, adolescentes y adultos con
trastornos neurológicos y disfunciones cerebrales. Actualmente se dedica a la
investigación psicoanalítica de los trastornos neurológicos y sus efectos en el
psiquismo del niño. Es coautora del libro "Desafíos actuales de la Clínica
Psicoanalítica" Noveno simposium del CPM. y, autora de las publicaciones
"Subjetividad, trastorno y disfunción cerebral. Una nueva mirada para una
vieja polémica.", y "Psicoanálisis y trastornos neurológicos en la
niñez" (en prensa).
INFORMES:
Patricia Robles
patricia.robles6@gmail.com
Lorena García lgarciacpm@hotmail.com
Lugar: CIRCULO PSICOANALITICO MEXICANO
Parral 73, Col. Condesa, Del. Cuauhtémoc. 06140, Distrito
Fedral
Tels.: 5286-0216 y
5211-8763.
cpmac@cpmac.net
martes, 1 de enero de 2013
Desde la ciudad de Xalapa, Ver!
Feliz año!!! Saludo a mis colegas, amigos, pacientes, alumnos y seguidores de este Blog y los medios electrónicos en que me encuentro. Que sea un año productivo, lleno de éxitos y con más altas que bajas. Necesitamos vivir mejor en este país y en este mundo, espero que la nueva era que tanto han refrendado hasta el cansancio algunos, signifique bienestar y salud para todos. Nos estamos viendo por aquí... o por allá...
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